Restaurantes para amantes de lo sano

A primera hora de la mañana podrás encontrarlos desayunando en Il Tavolo Verde acompañados de un café orgánico y una porción de tarta de zanahoria, realizada de forma artesanal y con producto de la huerta. También, aquí, podrás verlos leyendo un libro y disfrutando de su hora de la comida con una de esas cremas del día como la de calabaza, coco y jengibre. “Trabajamos con productos ecológicos y artesanos, buscamos la calidad, nos sentimos bien sabiendo que ofrecemos algo muy bueno”, comentan Martina y Leo, las almas de este proyecto.

La comida también es una hora crucial para toparte con ellos en Olivia te cuida, ese acogedor local en pleno barrio de las Salesas y cuya ensalada de lentejas, germinados, aguacate y pipas de calabaza se ha convertido una de sus perdiciones.

Pero sin duda una de las paradas obligadas para sus compras semanales son esos mercados con productos ecológicos que pueblan la ciudad. El Huerto de Lucas en el barrio de Chueca, es uno de ellos y allí encontrarán frutas, verduras, pescados o carnes. Además, siempre que pueden se sientan en su Cantina Orgánica, dirigida por el chef Javier Muñoz-Calero. “Hacemos una cocina orgánica sostenible y basada en la calidad de los productos frescos de venta en el propio mercado”, cuentan desde el Huerto de Lucas.

Otro de sus básicos es Kiki Market, un colmado de los de antaño en pleno barrio de La Latina. Allí se surten de productos libres de sustancias químicas para organizar los aperitivos en casa y con amigos: quesos artesanos, fiambres y los mejores vinos orgánicos del país.

También son fieles clientes de Mama Campo en la Plaza de Olavide, donde además de comprar suelen sentarse a cenar alguno de sus platos favoritos: la sopa de cebolla o la ensalada templada de queso de cabra y tomatitos asados.

Por Barcelona es muy habitual verlos en Flax&Kale, ese restaurante que ha acercado al gran público la cocina flexiteriana con una carta basada en la utilización de productos de origen vegetal y pescado azul, como complemento. Aquí los podrás cazar, cada fin de semana, tomando el brunch más sano de la ciudad. Los muffins de quinoa y arándanos o la hamburguesa de verduras de temporada y soja son algunos de sus favoritos.

Otro de sus lugares de reunión en la Ciudad Condal es el restaurante Teresa Carles, con carta vegetariana y perfecto para las comidas de sábado después de su rutina de deporte.

Y otra de sus últimas obsesiones son los zumos de frutas (y cuanto más color mejor), como los de Fit Food en Madrid o Teresa's Juicery en Barcelona. Prensados en frio, embotellados diariamente y sin azúcares añadidos, aditivos, conservantes ni colorantes, todo eso que consumen tan frecuentemente el resto de los mortales.