"La Modernidad en España, con mayúscula y como sustantivo, fue Elio Berhanyer". Quien sostiene estas palabras a Harper's Bazaar acerca del que fue el último gran nombre del diseño español es Sergio de Lázaro. El diseñador, conocido por su aplaudido trabajo al frente de Otrura, es el encargado de asumir la dirección creativa de la marca siguiendo los deseos de los hijos del cordobés, que se pusieron en contacto con él hace un par de años con la idea de escribir un nuevo capítulo en la historia de Berhanyer. Tras meses de trabajo, el próximo 17 de febrero la pasarela Mercedes Benz Fashion Week de Madrid será testigo del primer desfile y la primera colección de Elio Berhanyer en ausencia del maestro, que se vio obligado a cerrar su taller en 2011 por culpa de la crisis económica y falleció ocho años después viendo truncado su deseo de revivir su marca. Según solía decir, "las marcas nunca mueren, muere el diseñador", y el regreso de su etiqueta viene para confirmarlo.
"No mueren las marcas que han aportado a la moda", se atreve a matizar De Lázaro. "Ya sea en términos de ilusión, pasión, descaro, trabajo, oficio o revolución. No es solo un elemento ni tiene que ver con lo grande o importante comercialmente que haya logrado ser", añade. Desde luego, Elio Berhanyer logró ser un referente en todo lo anterior. Fue un pionero, un adelantado a su tiempo que se atrevió con la minifalda cuando en España aún era impensable enseñar piel, y un maestro de la aguja que logró conquistar con sus diseños arquitectónicos y modernos a personalidades tan variopintas como la reina emérita doña Sofía, Cyd Charisse, Lola Flores o Ava Gardner. "En 2024 el reto es vestir a cualquier persona que va andando por la calle, hacer que se sienta inspirada y que se enamore de nuestro trabajo. A cuantos más vistamos, mejor", apunta Sergio de Lázaro sobre quiénes podrían ser las embajadoras de Berhanyer en esta nueva etapa. Y a pesar de que aboga por todos aquellos "anónimos que decidan invertir en su trabajo", reconoce que tiene "la espina de no haber vestido nunca a la Casa Real" con su otra firma, Otrura.
Asumir la dirección creativa de Berhanyer es un trabajo que compaginará con el que viene desempeñando en Otrura junto a Verónica Abián, cofundadora de esta etiqueta que ahora también asume el rol de directora de comunicación de Elio Berhanyer. "Diseñar para ambas marcas intentando que no se contaminen es engañarte a ti mismo. Hay elementos propios muy profundos que no puedo cambiar como mi concepto de moda, mis ansias de comunicar el contexto social o mi forma de solucionar retos en las siluetas a partir del desarrollo del patrón. Aun así, Berhanyer tendrá un abanico de producto más amplio, quizás más lúdico, y Otrura buscará la concentración, el hueso y carne", adelanta.
En cualquier caso, De Lázaro no se plantea esta etapa como un constante homenaje al archivo de Elio Berhanyer, que están recuperando y restaurando junto al Museo del Traje, sino como un nuevo capítulo en el que convivirán legado y vanguardia "con un firme propósito de futuro, no de remake". "Queremos eliminar las barreras de edad y género. Los más jóvenes son referentes para mí, por lo que espero que les ilusione lo que crearemos para ellos".
Sin desvelar quién está detrás de esta nueva etapa a nivel empresarial –"no es una cuestión que me toque a mí abordar, pero son profesionales del sector que además del capital ponen su experiencia", apunta–, De Lázaro apura los detalles de una primera colección que verá la luz sobre la pasarela madrileña en solo unos días. "Es embriagador que la marca vuelva a desfilar después de diez años. Vamos a lanzar una soga, un hilo rojo y un ancla a los inicios del maestro, pero no a sus comienzos profesionales en 1956, sino a los momentos que le marcaron en su vida. Y hasta aquí puedo desvelar", adelanta, misterioso, el creativo.
Una vez termine el desfile estará a la venta una cápsula limitada de la colección en la tienda online de la marca y entre sus planes a plazo inmediato está el de abrir un taller propio en el mes de marzo y el de internacionalizar la firma. "Sin internacionalización este negocio no tiene sentido. Estamos ya cerrando fechas para poder presentar en Nueva York, donde ya estamos presentes con Otrura y en más ubicaciones europeas como París o Londres", desvela. Y añade: "No te voy a negar que también busco demostrar que en España no solo tienen cabida los proyectos de moda masiva o low cost o incluso que la única opción sea la moda de autor entendida como un concepto al que estás abocado por falta de inversión o de crecimiento. Si lo eliges, fantástico, pero desde luego creo que podemos generar empresas potentes que sean referencia internacional".
Con otro objetivo muy presente, el de "despertar la ilusión en el ojo ajeno y la pasión de los clientes", Sergio de Lázaro comienza esta etapa como capitán de Elio Berhanyer inspirándose en el espíritu de un maestro solo comparable en talento e influencia Balenciaga o Paco Rabanne y en su capacidad para "inspirar a una generación con ansias de libertad de la manera más bella". El propósito es que "dentro de 20 años exista un Berhanyer maravilloso que sea una referencia en España y fuera como lo fue su fundador". Y termina: "Quiero convertirla en una casa de moda y llevarla más lejos de lo que él soñaba".
