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Durante los años 90 y 2000, Kate Moss regaló a la industria de la moda un sinfín de espectaculares looks, muchos de ellos permanecen inamovibles en la retina de los más fashionistas. Sobre la alfombra roja, la reconocida modelo acaparaba los flashes con propuestas arriesgadas y epatantes; en el día a día, por el contrario, optaba por outfits relajados formados por prendas básicas y sencillas. Ahora es su hija Lila Moss, que ha heredado la pasión de su madre, quien ha tomado el testigo e impacta con propuestas que podrían formar parte del armario de la reconocida maniquí y que parecen rendir homenaje aquel estilo de supermodelo británica que dejó huella.
La joven, que avanza a pasos agigantados en el sector, ha sido vista esta pasada noche por las calles de Nueva York con un look total black que a muchos recuerda a aquellas elecciones con las que Moss pisaba el asfalto en la primera década del siglo XXI. Lila Moss ha sido fiel al "menos es más" con un look que únicamente incluía una camiseta sin mangas y cuello redondo semitransparente en color negro y pantalones vaqueros skinny en esta misma tonalidad que remataba con cinturón de piel con hebilla dorada. Para el calzado, stilettos clásicos.
Una combinación que realzaba su silueta y que sin grandes añadidos se situaba en un look fácil de copiar y con un resultado sobresaliente.
El look fácil que une a Lila Moss y su madre, Kate Moss
Si echamos un vistazo a la hemeroteca, son múltiples las ocasiones en las que Kate Moss optó por llevar este tipo de outfits sencillos que combinaban jeans y camiseta en color negro. Propuestas que, guardando las distancias, tienen enormes similitudes con la elección con la que sorprendía hacer tan solo unas hora su hija Lila. ¿Inspiración o casualidad?
Los vaqueros pitillo o skinny eran un habitual en las propuestas de Kate Moss para el día a día, sobre todo aquellos en color negro. Y, al igual que su hija, no dudaba en combinarlos con partes superiores en esta misma tonalidad.
Aquí, por ejemplo, podemos ver dos estilismos donde Kate Moss mantiene esta misma estructura, pero, siguiendo las tendencias que marcaban aquella década, opta por sumar botas de alto tacón y no stilettos. Además de diferentes abrigos para hacer frente a la época más fría del año.
