La biografía que ha escrito Robert Hardman sobre Carlos III y su primer año de reinado está dando mucho que hablar. El periodista experto en la realeza no solo ha escrito sobre las líneas maestras de la monarquía en esta nueva etapa, los últimos días de Isabel II o la personalidad del rey Carlos, sino que también ha puesto el dedo en uno de los temas que pueden levantar más polémica, la religión, hablando la tradicional real que podría romper el príncipe William cuando llegue al trono: ser jefe de la iglesia anglicana.

Tal y como recoge el Daily Mail, que ha publicado numerosos extractos del libro, esta es una de las cuestiones que plantea una brecha entre el heredero, William, y sus predecesores, Carlos III e Isabel II. El príncipe de Gales no entiende la religión de la misma manera que su padre y tampoco posee las firmes creencias que siempre mostró en público y en privado la reina Isabel II.

"En los círculos reales, no es ningún secreto que él no comparte el sentido espiritual del rey, y mucho menos la inquebrantable devoción de la difunta reina por la iglesia anglicana", escribe Hardman. El libro destaca que el príncipe William no va a misa habitualmente, solo en ocasiones especiales como Pascua o Navidad, y aunque respeta las instituciones, no se siente cómodo en los ambientes religiosos.

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Duncan McGlynn//Getty Images
El príncipe William y Kate Middleton acompañando a Isabel II a un servicio religioso en agosto de 2019.

Eso chocaría frontalmente con el papel que los monarcas británicos tienen reservado desde tiempos de Enrique VIII: ser la cabeza de la iglesia anglicana. El monarca es el gobernador supremo de la iglesia de Inglaterra, y aunque su papel tiene un sentido en gran parte simbólico, sigue siendo un título relevante. De hecho, en su primer discurso tras la coronación, Carlos III describió su fe como profundamente arraigada. Aunque desde su ascenso al trono ha mostrado sus deseos reformistas, la religión no era uno de los temas que estaba sobre la mesa.

Pero todo apunta a que cuando el príncipe William llegue al trono, los cambios serán sustanciales para que el futuro rey pueda ser consecuente con sus creencias religiosas.