Tras un mes de abril de lo más lluvioso, mayo ha dado paso a un aumento de las temperaturas donde lo que más apetece es aprovechar las jornadas de buen tiempo al aire libre. Y desde Harper's Bazaar no se nos ocurre mejor forma que hacerlo que con un aperitivo en formato de picnic en algunas de las infinitas zonas verdes que se localizan en la principales ciudades de España o bien en sus alrededores.
Ahora que en tiempos de pandemia respirar aire puro en espacios abiertos, es una de las búsquedas más básicas en nuestro día a día de ocio con familiares, amigos o en solitario; nada como organizar una quedada y darse un buen homenaje a golpe de quesos, embutidos, frutas, salmorejo o gazpacho, frutos secos, pan y mantequilla... ¡Todo ello acompañado de una buena botella de vino o algunas de nuestras cervezas artesanas favoritas!
¿Empezamos con este recorrido de algunos de los mejores lugares de España donde irse de picnic? Recuerda que no son todos los que están, ni están todos los que son... ¡pero sí son una aproximación para ir fichando cuanto antes! #redescubriendoespaña
Parque del Oeste (Madrid)
En la capital localizamos un sinfín de parques y espacios verdes que invitan a un aperitivo o comida al aire libre. Desde el Parque del Retiro, pasando por el Parque del Cerro del Tío Pío hasta la Quinta de los Molinos. Pero si existe una localización que ha conseguido robarnos el corazón desde que tenemos uso de razón esta es la del Parque del Oeste -que junto con el Templo de Debod- conforman una de las estampas más características de la capital.
Si nos alejamos un poco del bullicio del templo en dirección hacia Pintor Rosales y el Faro de Moncloa, encontraremos espacios verdes menos concurridos donde depositar nuestro mantel de picnic y disfrutar en la mejor compañía.
Parque de la Ciutadella (Barcelona)
Durante muchos años fue el único parque público de Barcelona, y ahora se presenta junto con el Park Güell como uno de los más emblemáticos de la ciudad. Trazado a imagen y semejanza como el jardín de Luxemburgo en París, lo diseñó el maestro de obras José Fontseré y fue inaugurado en 1881.
En él encontramos una gran diversidad de elementos por lo que estamos ante uno de los espacios por excelencia donde deleitarse con una jornada al aire libre. Edificios convertidos en museos, históricas esculturas, una cascada, espacios verdes donde pasear y un lago con las tradicionales barquitas para poner el broche de oro al picnic en el parque. ¿Qué más se puede pedir?
Antiguo Cauce del Río Turia (Valencia)
Valencia está más bonita y viva que nunca. Y no lo decimos nosotros -que también-. Acontecimientos que se van a dar entre 2021-2022 como Valencia Capital Mundial del Diseño 2022, la celebración de la Gala de los Goya poniendo el broche de oro al año Berlanga o la gala de entrega de las Estrellas Michelin el próximo diciembre de este 2021.
Añadido a esto, muchos estudios la catalogan como una de las mejores ciudades donde vivir. ¿Una de sus grandes razones? La gran cantidad de espacios verdes -además de su playa- ideales para pasar el día al sol.
Tenemos el Parque Natural de la Albufera, el recién estrenado Parque Central junto a las vías del tren y -como no- su gran pulmón: los Jardines del Río Turia. El mayor jardín urbano de España con una longitud de 10 km que cruza desde el Bioparc hasta alcanzar la icónica Ciudad de las Artes y las Ciencias. ¡No sabrás por cuál parte decantarte!
Parque de María Luisa (Sevilla)
Ahora que se acaba de inaugurar Casa Ozama en las inmediaciones del Parque de María Luisa, el que es uno de los grandes pulmones verdes de la capital de Andalucía ha ganado un añadido más a su ya amplio repertorio de atractivos. Y es que este parque declarado Bien de Interés Cultural desde 1983 es una delicia visual con auténticas joyas históricas.
En su interior alberga el Museo Arqueológico, la icónica Plaza de España y el Monte Gurugú. Nada como organizar un picnic en alguno de sus jardines para posteriormente pasear sin rumbo fijo para perderse y volverse a encontrar en algunas de sus fuentes, plazuelas, monumentos y esculturas -muchas de ellas escondidas, aguardando a la llegada del turista o del local-.
Monte de San Pedro (A Coruña)
Mientras que la mayoría acuden a la famosa Torre de Hércules, quienes anden buscando el mejor mirador de toda A Coruña lo encontrarán en el Monte de San Pedro. Desde el paseo marítimo coger el elevador panorámico inaugurado en 2007 con un ascenso de 63 metros de altura hasta alcanzar el parque.
Una vez en él, toca admirar las vistas y deleitarse con un picnic al más puro estilo hedonista. Nuestra recomendación Bazaar es que aguantes hasta el atardecer, desde aquí serás testigo de uno de los atardeceres más bonitos de toda la ciudad. Nada como ver ponerse el sol sobre el mar...
Monte Artxanda (Bilbao)
Otro mirador, pero esta vez cambiando Galicia por el País Vasco. A menos de 5 minutos a pie del Puente Zubizuri -obra del arquitecto Calatrava- nos espera la Plaza del Funicular. Para ascender al Monte Artxanda tenemos dos opciones: bien con el funicular o bien a pie. Tanto si es a la subida como a la bajada -o ambas- es obligatorio sacar un ticket para admirar las vistas.
Una vez arriba, el valle de Bilbao a nuestros pies. Pero no nos quedemos solo ahí, tras guardar la panorámica en nuestra retina, toca adentrarse hacia el monte donde las praderas y senderos invitan al más placentero de los picnics.
Nacedero de Urederra (Navarra)
Localizado a mitad camino entre Vitoria-Gasteiz y Pamplona, el Nacedero de Urederra se presenta como una joya natural donde los tonos tierra como el marrón y verde de los árboles y hojas; además del azul turquesa de sus cascadas y riachuelos hacen que sea una perfecta excursión de día donde entrar en pleno contacto con la naturaleza.
Una vez dentro, nos espera un sendero de 6,2 kilómetros de longitud que se puede realizar sin complejidad en poco más de dos horas. Declarado Reserva Natural en 1987, cuenta con dos zonas de picnic (una en el parking y otra cuando llevamos algo de recorrido). ¡Tan solo tendrás que escoger la que mejor te convenga! Obligatorio reservar con antelación porque la afluencia -sobre todo en primavera y verano- suele ser bastante alta.
La ermita de San Saturio y los márgenes del río Duero (Soria)
A las afueras de la ciudad de Soria, a un paseo del centro histórico y custodiando los dos lados del río Duero encontramos esta maravilla de ermita de San Saturio a la que se accede a través de una cueva. En los alrededores los árboles, la vegetación y las mesas de madera recrean el ambiente perfecto para un picnic en condiciones.
¡El murmullo del río de fondo hacen el resto!
Parque Natural de la Serra d'Irta (Castellón)
Uno de los pocos kilómetros de costa virgen localizada en el Mediterráneo que todavía permanece protegida en el litoral valenciano. Y es que cada vez son menos las zonas de costa que no han sido destruidas por la huella del ser humano. Por el mar une las localidades de Alcocebre y Peñíscola, mientras que por el interior Alcalá de Chivert y Santa Magdalena de Pulpis.
Una de sus joyas de la corona es la Ermita de Santa Lucia desde donde se aprecia una fantástica panorámica tanto de Alcocebre como de sus pueblos colindantes; e incluso los días de buen tiempo se consigue atisbar las Islas Columbretes. Ya hacia el interior, en coche, bici o andando encontramos senderos que nos llevan en dirección a Peñíscola. Nada como detenerse a hacer un buen picnic en algunas de sus más -o menos- frecuentadas calas como Cala Blanca, Cala Mundina o la Playa del Pebret.
¡Y por supuesto visitar Torre Badum, la torre de vigilancia o atalaya que todavía permanece en pie y que es Bien de Interés Cultural!
El kit imprescindible para irse de picnic
Y cómo no, una vez tengamos seleccionada la localización y preparados todos los productos gourmet con los que vamos a disfrutar del picnic, toca escoger la mejor presentación posible. Desde Harper's Bazaar hablamos con Beatriz Reinosa, fundadora de la cuenta inspiracional de decoración Tres para tu Hogar para que nos dé las claves para conseguir el kit imprescindible para una jornada de picnic. En palabras de la propia Beatriz:
-Para iniciar nuestro picnic lo primero que debemos de escoger es una cesta. Las hay de muchísimas formas y materiales. Nosotros siempre optamos por mimbre, bambú o materiales naturales.
-El mantel es otro imprescindible a la hora de comer en el exterior. Mejor optar por un material grueso, resistente y fácilmente lavable.
-Vajilla, menaje y cubertería tampoco pueden faltar. Podemos aprovechar que la comida es en el exterior para escoger piezas más frescas y divertidas. Los tonos primaverales serán un gran acierto. El vichy siempre será tendencia, pero puedes darle un aire renovado olvidándote del tradicional blanco y rojo y apostar por colores más creativos.
¡Ficha las siguientes opciones!
