Fue a finales de diciembre de 2019 cuando el Grupo Ramses inauguró un nuevo espacio clandestino en pleno corazón de la Puerta de Alcalá, prometiendo revolucionar la noche madrileña en la capital: Kave. Como ya todos los aquí presentes sabemos, a los pocos meses entramos en un confinamiento y este dio paso a todo un año donde las restricciones han estado a la orden del día. Hasta llegar a la actualidad.

Es por ello que desde el propio grupo han decidido reinventarse para ofrecer un modelo de ocio adaptado a los tiempos que corren, donde tanto las medidas de seguridad como la diversión están más que garantizadas.

¿Descubrimos lo nuevo que nos tiene que ofrecer Kave? Pasen y vean.

the kave, el local clandestino que ha conquistado la capital
© The Kave

Un espacio efímero

"No sabía si soñaba o si moría. ¿Era el cielo o el infierno? No sabía, solo sentía. A ciegas, con los ojos vendados, avancé escaleras abajo. Simplemente me dejé guiar", invita este local clandestino inspirado en la Divina Comedia de Dante Alighieri.

En palabras de los propios responsables del local estamos ante: "un original espacio gastronómico que reinventa la forma de disfrutar la coctelería y donde el espectáculo y las emociones juegan un papel clave".

Una vez dentro de este speakeasy -tras introducir una contraseña en la puerta de entrada facilitada previamente- nos encontramos con un contador que marca una cuenta atrás en el tiempo de manera real.

"Una vez acabado el tiempo del reloj en Kave desaparecerá y se reconvertirá en otro lugar nuevo lleno de magia. Por lo que solo unos pocos habrán sido afortunados de poder asistir a este mundo donde cada día es una experiencia nueva. Estamos ante un concepto que rompe las reglas del negocio porque no nace con vocación de continuidad, y precisamente ahí reside su magia", añaden.

the kave, el local clandestino que ha conquistado la capital
© The Kave

Un experiencia única: Infierno, Purgatorio y Paraíso

Un local de 300m2 conectados por escaleras y un largo pasillo interno donde tal y como ocurre en la propia Divina Comedia el cliente se encuentra con el Infierno, Purgatorio y Paraíso. Barras, espacios reservados, escenarios y hasta los aseos cobran especial protagonismo formando parte del show.

"Buscamos ofrecer una atmósfera y experiencias únicas que permitan al cliente desconectar de la realidad, que le hagan sentir que no está entrando a un local, sino encontrándolo y haciéndolo suyo. En este caso concreto, se trata de un formato que suma gastronomía, coctelería y espectáculos espontáneos y únicos, sin programación", indican desde el propio establecimiento.

Kave es el lugar ideal donde tomarse una copa o bien organizar cenas privadas -cumpliendo siempre con las medidas de seguridad- en la mejor compañía y escogiendo entre la propuesta gastronómica que ofrecen bien Patio de Leones o Ramses (ambos del mismo grupo de restauración).

Y aquellos que prefieran un 'picoteo' más relajado, Kave pone a disposición de todos sus clientes una carta de fine dining donde ofrecen auténticas delicatessen: foie, caviar, ostras, convervas, jamón ibérico...

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Y por supuesto... ¡presta mucha atención a los cócteles!

El 'show' debe continuar

Además, que no falten las actuaciones musicales en directo donde el piano juega un papel fundamental y cada día ofrecen números diferentes, sin programación y ¡dejándose llevar!

¿Su objetivo principal? "Que nuestros clientes disfruten del presente y se desinhiban de su día a día. Donde, además, contamos con una previsión muy estricta de la distancia de seguridad y reglamentos del gobierno, así como uno de los sistemas de ventilación más punteros del momento", sentencian desde Kave.

the kave, el local clandestino que ha conquistado la capital
© The Kave


¡Qué no te lo cuenten! ¿Reservamos cuanto antes?

Dirección: Salustiano Olózaga, 15 (Madrid).

*Es necesario reservar a través de su web para poder acceder a Kave. El primer paso será registrar un código (la fecha del nacimiento de Dante Alighieri). Posteriormente el cliente recibirá una segunda contraseña que tendrá que introducir en la puerta de entrada del local.