A principios del pasado 2020 -y justo antes de que la pandemia irrumpiera en nuestras vidas ocasionando un giro de 180º en el mundo tal y como los teníamos preestablecido- Cristina Herraiz (Madrid, 1992) inauguró en Londres Intersticio, un lugar de experimentación y desarrollo de iniciativas curatoriales.
Esta joven madrileña graduada en Historia del Arte por la UCM, se mudó hasta la capital del Reino Unido para realizar un máster en comisariado en la Universidad de Goldsmiths y fue ahí donde abrió este espacio con la intención de dar refugio a los proyectos que iba desarrollando.
Aterrizar en Madrid era el siguiente paso de una ilusión que llevaba rondando por su cabeza desde hace tiempo con el interés de conectar España con el panorama internacional de arte contemporáneo. Dicho y hecho.
Un año después -y con la galería de Londres temporalmente clausurada debido a las restricciones vigentes por la crisis del coronavirus en todo el país y pendiente de su próxima exposición con la artista sueca Katarina Sylvan- abre galería en Madrid.
En esta ocasión no lo hace sola, sino que llega de la mano de sus dos actuales socias -y amigas desde hace años- Ana Coronel de Palma (Madrid, 1990) y Sol Abaurrea (Barcelona, 1988) con una trayectoria a sus espaldas repleta de galerías de arte y casas de subastas en diferentes países de Europa.
Ahora tanto Intersticio de Londres como de Madrid, lo forman esta terna que llega dispuesta a revolucionar el panorama artístico de la escena madrileña. Lo hacen en el barrio de Lista en una antigua fábrica de guantes que en los años 80 cambió de dueños y se convirtió en una tienda de 'todo a cien'.
En palabras de las tres socias: "Intersticio es una galería de arte joven con doble sede (en Londres y Madrid), que busca ayudar a la internacionalización de la escena española, conectando a la escena local más joven con la internacional y viceversa. Busca contribuir a la visibilidad, en ambas escenas, de artistas emergentes y establecidos, con una visión crítica y poética de la contemporaneidad", indican a Harper's Bazaar España.
Hablamos con ellas de este maravilloso proyecto que hace nada abrió sus puertas en el número 31 de la calle Alcántara, a tan solo dos minutos de la parada de metro Lista. Aquí el arte ideado por jóvenes talentos, conforman una propuesta de esas que son toda una delicia visual para el visitante. Pasen y vean.
¿Por qué el nombre de Intersticio?
Intersticio es el hueco o espacio que separa dos cuerpos o dos momentos en el tiempo. Cuando surge el proyecto, nos parecía poética la imagen de abrir un hueco en un mar de voces tan saturado como la escena de Londres, ocupar un intervalo como un lugar de resistencia y experimentación.
El nombre pretende indicar también un interés especial por las prácticas que nacen desde el Sur Global, con especial interés por el sur de Europa. Sentimos que estos discursos siguen estando infrarrepresentados en Londres, una ciudad que, incluso con Brexit en el horizonte, continúa siendo un lugar privilegiado para la experimentación artística y el pensamiento crítico.
Otra aproximación al nombre es la de 'líquido intersticial', que circula entre las células y los órganos, bajo la piel, protegiéndolos de colapsar entre ellos. Pensamos que era una buena metáfora de cómo nos gustaría llevar el proyecto: aprender y trabajar juntas, dar espacio para respirar y crecer de forma independiente, comisariar desde los cuidados.
Por qué tras Londres, ¿habéis decidido abrir en Madrid?
Suponemos que tiene un punto romántico, como lo tiene también el arte. Es volver a las raíces, a nuestra ciudad, y aportar algo que para nosotras es importante; crear un espacio donde la escena local pueda experimentar y donde establecer diálogos con artistas internacionales.
Nos encanta Madrid, es nuestra casa y está llena de artistas con muchísimo talento y ganas de experimentar y trabajar. También llena de curiosidad, con coleccionistas potenciales y personas, en general, deseosas de consumir arte y cultura contemporánea. Queremos ser ese punto de unión y Madrid está deseosa de nuevos espacios y proyectos.
¿Cuál es vuestro objetivo al abrir este espacio en Madrid?
Nuestro objetivo es contribuir y continuar la historia del galerismo en Madrid, abriendo la escena, dinamizándola y apoyando a los artistas locales e internacionales mediante la creación de un lugar donde se produzcan conversaciones de ida y vuelta. También, queremos acercar estos artistas a coleccionistas jóvenes y también a los experimentados, deseosos de conocer el arte de nuestro tiempo.
Una galería es un lugar muy fresco, donde las obras llegan directamente de los estudios de los artistas generalmente, un lugar privilegiado donde entrar en contacto de primera mano con el arte de nuestro tiempo.
¿Qué se va a encontrar el visitante al entrar en la galería?
De cara a la renovación de la galería, hemos tocado lo básico para hacer una limpieza de cara: pintar las paredes, abrir la escalera para que entre más luz a la planta inferior, cambiar las luces…
También hemos creado un pequeño almacén, una cocina y un despacho. El visitante que llegue al local encontrará el esqueleto de un espacio con un aire industrial en el centro de Madrid, convertido en galería de arte. Techos altos y suelo de microcemento que hemos coloreado en la escalera con un amarillo que nos recodaba a las galerías de México que tanto nos gustan. Hemos cambiado también la barandilla por una de obra, que nos lleva al verano y a la luz del Mediterráneo. Por último, hemos pintado de verde el interior de las ventanas, antes en hierro visto. Queríamos darle un aire más personal, más doméstico quizá, al cubo blanco tan aséptico.
Debemos dar las gracias al estudio Sierra de la Higuera y a Antón Arquitectos por sus buenos consejos en esta renovación y por su generosidad con nosotras y el proyecto.
¿Cómo ha sido abrir en pandemia? ¿Era ahora o nunca?
Abrir en pandemia ha sido una experiencia complicada pero también bonita. No queremos romantizar lo que ha ocurrido, ya que es una situación gravísima en la que hay personas que están atravesando situaciones de gran complejidad y sufrimiento. Sin embargo, hay ciertas cosas de este año, como muchas experiencias difíciles en la vida, de las que podemos aprender mucho. Una de ellas es la pausa.
En un mundo del arte tan acelerado y tan saturado de ferias, bienales, inauguraciones… una pausa como esta, una ralentización de los ritmos implícitos en el sector, nos ha permitido hacer las cosas con más cuidado, menos prisa, más espacio para el pensamiento y el detalle. ¡Y lo hemos disfrutado mucho!
También, al abrir en Madrid a principios del 2021, hemos podido sentir muchas ganas de cambio, a la gente deseosa de nuevas iniciativas, noticias positivas y energía renovada tan necesaria en estos momentos de hastío e incertidumbre.
Era ahora o más tarde, pero ahora, ¿por qué no? Contribuir también a un paisaje de optimismo y renovación nos parecía importante, y este es un momento excelente para ello.
¿Qué podéis contar de la actual exposición 'Claro de Bosque' y de todos los artistas que forman parte de la misma?
La exposición inaugural es una colectiva que reúne obras de diez artistas: Josefina Anjou (SE), Nora Aurrekoetxea (ESP), Lucía Bayón (ESP), Isabella Benshimol (VE), Julia Creuheras (ESP), Diego Delas (ESP), Johanna Odersky (CH), Andrés Izquierdo (ESP), Maren Karlson (DE) and Paul Maheke (FR), aproximadamente la mitad españoles y la mitad internacionales.
El nombre ‘Claro del bosque’ hace referencia al poético ensayo de 1977 de María Zambrano ‘Claros del bosque’, en el que la filósofa española narra un lugar de quietud y producción de conocimiento, un paraíso perdido, una visión primordial. Queríamos hablar de un lugar de reunión, de calma, pero también de incertidumbre, un lugar de conocimientos que se alejan de la tradición racionalista occidental, donde lo místico y lo ritual tienen lugar; un lugar de curación colectiva.
Las obras que hemos seleccionado hablan de todas estas cuestiones desde diferentes ángulos y prácticas artísticas. La gran mayoría de las obras se han producido durante el pasado 2020 y los artistas participantes han nacido entre 1995 y 1983, por lo que es una exposición con nombres muy contemporáneos.
Nada más llegar al espacio, te encuentras con la intervención en nuestras ventanas del artista frances Paul Maheke, que atravesamos, como si fuera un umbral, para llegar a ese claro del bosque que pretende ser la exposición. Se extiende a través de los dos pisos de la galería, ocupando también nuestro despacho, aprendiéndonos o haciéndonos partícipes de un ritual que pudo tener, o está teniendo, lugar en el espacio.
¿Por qué no debemos perdernos esta nueva apertura y la exposición?
Porque es una oportunidad maravillosa de conocer artistas emergentes y establecidos, locales e internacionales que reflexionan sobre un presente complejo y desafiante.
La galería seguirá siendo un espacio de experimentación y exposición de arte contemporáneo que no deben perderse los interesados en la producción cultural de nuestro tiempo. ¡Las galerías están abiertas a todo el mundo!
¿Son en momentos como este cuando hay que apoyar más que nunca el arte y la cultura?
Pensamos que, en lugar de evadirnos, el arte nos conecta con nuestro presente, nos ayuda a comprenderlo, digerirlo, cuestionarlo e imaginar y proyectar otros futuros y/o presentes.
Ante una crisis como la actual, el ser humano busca respuestas y el arte, si no te las da, te ayuda al menos a reflexionar sobre un presente, a sentirnos parte de un contexto y una comunidad. En estos tiempos convulsos recurrimos a la cultura, al arte, a la literatura... porque es lo que nos hace humanos, seres pensantes y nos conecta con nuestra vulnerabilidad.
Objetivos a corto, medio y largo plazo de Intersticio en Madrid
-Principalmente ayudar a artistas locales e internacionales, cuyo trabajo consideremos interesante, contemporáneo y crítico, a desarrollar su práctica artística y su carrera profesional.
-Contribuir a la creación de una escena local más diversa, más plural, más compleja.
-Ayudar a difundir la obra de estos creadores en el contexto local pero también en el internacional.
-Conseguir apoyo institucional, cuestionar el museo, establecer conexiones con otros agentes (comisarios, artistas, escritores, críticos…) con el propósito de apoyar la investigación y el discurso.
-Buscamos que el público español e internacional confíe en nuestros artistas, en nosotras y nuestro criterio para ocupar ese lugar de intermediarias, de facilitadoras, de casa que abrimos para conectar estos dos mundos de productor y consumidor de arte contemporáneo, de la forma más respetuosa posible con ambos.
¡Pronto iremos ofreciendo más nombres de artistas y todas las novedades que están por llegar!
