Hasta que no eres mamá no te planteas lo que supone dar el pecho en público a tu bebé, una imagen con la que todos estamos familiarizados pero que, siendo mujeres, no sabemos lo que conlleva hasta que no lo experimentamos. ¿Falta de información? ¿Visibilidad?

Gracias a la última ola de feminismo que estamos viviendo, que está dando voz a cuestiones que hasta ahora solo la tenían en ciertos sectores, amamantar en público es uno de los asuntos lanzados a debate que, aunque te parezca mentira, puede generar "incomodidad" (muchos son los ejemplos que hemos visto en medios, madres que explicaban que han sido llamadas la atención en museos, tiendas o piscinas). Para adentrarnos más en esta importante cuestión, hemos preguntado a varias mamás primerizas para que nos cuenten su experiencia y así normalizar cuanto antes la elección de dar el pecho en público, en cualquier lugar y a cualquier hora, pues es el bebé el que manda.

María Cobo, arquitecta asentada en Londres, vivió con su hija Grace una situación a la que no estaba acostumbrada cuando pasó este verano en Cádiz, de donde es: "Desde miradas y cuchicheos cuando intentas amamantar en público a comentarios de amigas (como que 'si estaba bien seguir dándole el pecho después de 4 meses'), algo que pone de manifiesto el completo desconocimiento sobre el tema. En Londres tuve la oportunidad de acudir a una experta de lactancia, que me contaba cómo le aconsejaron dar el pecho a su hija cuando dio a luz: 'Póntela ahí y ya'. Ella nunca fue capaz de dar el pecho y ahora trabaja asesorando a las madres primerizas y educando a los recién nacidos en la técnica durante esos cruciales primeros días".

Cada vez tomamos más conciencia, sobre todo durante los primeros meses de maternidad, del sacrificio que supone y de cómo es posible que no se hable y se comprenda esto a nivel social. María continúa: "Dar el pecho puede ser una experiencia maravillosa, pero poco se comenta de los sacrificios que conlleva. Las madres necesitan apoyo incondicional. Quienes decidimos dar el pecho, al principio lo hacemos cada tres horas. Y es muy sacrificado. El no poder 'desconectar' ni una tarde –ya que la leche te sigue subiendo y pones en riesgo infecciones como la mastitis–, las noches en soledad intentando que el recién nacido 'enganche' bien, las molestias y dolores... Como para que seas interrumpida cuando lo tienes que hacer en público. Sin el respaldo y mimo de la sociedad, pero sobre todo sin la información y consciencia de los beneficios de la lactancia, ¿quién se embarca y continúa con semejante esfuerzo? Además, en España, incluso la baja laboral te está diciendo de forma implícita que eso de la lactancia es algo secundario, los cuatro meses no corresponden con lo establecido por la OMS (seis meses mínimos recomendados)".

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Aquí la locutora Cristina Boscá, conciliando en su trabajo.

María Cobo añade: "En público se hace el 'tratamiento del silencio'. A la sociedad machista en que vivimos no le interesa verlo ni saber del tema. Amamantar en público llega a verse en según qué círculos como algo obsceno".

Cova Pérez de Villegas, profesora de Valencia, vivió con su hijo Pelayo algunas escenas que le hicieron reflexionar: "Yo le di el pecho hasta sus 3 años y medio. Durante su primer año fue lactancia exclusiva, es decir, le di solo leche materna. Al principio me llevaba una toquilla y me tapaba, por ser discreta. Pero pensé: '¿Por qué discreta?' Es mi hijo y su alimento. Pero a medida que se hacía más grande, notaba que la gente me miraba más, incluso me llegaron a preguntar: '¿Cuántos años tiene?', como dando a entender que les extrañaba que le diera el pecho con tres años. Pero terminó dándome igual, porque era mi decisión y obviamente soy libre".

La OMS recomienda la lactancia exclusivamente materna desde la primera hora de vida hasta los 6 meses, momento en el que se le deben añadir alimentos complementarios nutritivos, pero manteniendo la amamantación hasta los 2 años o más.

Y aquí es donde llega un momento decisivo, el de sacarse la leche. María Cobo nos cuenta: "es algo así como el 'segundo periodo', el de los sacaleches y discos absorbentes, que se esconden igual que los tampones". La extracción de leche es tan natural como la vida misma (porque sí, cuando le das el pecho a tu bebé, pero no puedes durante unos días porque por ejemplo, te vas de viaje exprés con tus amigas, tienes que sacarte la leche, si no, puedes sufrir de mastitis).

Afortunadamente, cada vez son más las figuras públicas que normalizan este proceso, como la actriz Marta Larralde en su perfil de Instagram, que riega las plantas mientras saca su leche.

Es muy importante que sigamos hablando de ello y que no nos escondamos ni sintamos vergüenza durante los primeros meses de maternidad, sobre todo si somos mamás primerizas. Dar el pecho es una decisión propia, resulta MUY sacrificado y qué mínimo que comprender y apoyar socialmente a esa mamá que da el pecho en un museo, en una piscina pública, en un probador de Zara, en el autobús o desfilando (como la modelo Mara Martin).