"Cuando yo entraba a los despachos hace 25 años a buscar patrocinadores, prácticamente me echaban porque la gente no sabía diferenciar entre documental y ficción" nos cuenta Uri Altell desde el otro lado del teléfono tras un rato charlando sobre el festival de cine de moda que fundó hace diez años como parte de Inedit Producciones, el Moritz Feed Dog. Cualquiera que conozca este festival sabe que no se trata de un evento de cine de moda al uso, porque sus documentales no responden, precisamente, a ninguna definición que pueda encasillarse en lo que comúnmente conocemos por convencional: "En el Moritz Feed Dog no puede haber cine comercial, no es un espacio donde una firma hace autobombo vendiéndonos una colección, construyendo valores de marca o intentando blanquear una imagen. Los anuncios largos aquí no entran".

Del 20 al 24 de marzo de este 2024 se celebra en el los cines Mooby Bosque de Barcelona su octava edición con un cartel pleno de personalidades reconocidas de la industria. Hablamos de iconos, diseñadores, artistas y, en definitiva, nombres que, aunque puede que nunca lo hubiéramos cuestionado, hicieron o hacen mella en la moda; ya sea sobre una pasarela, en un posado, en pantalla, a través de colaboraciones o cualquier otra manifestación que haya marcado un inicio o un final de una etapa, siempre, eso sí, con alguna declaración de intenciones, consciente o no. "Con el documental que tenemos este año de Coco Chanel te das cuenta de que, independientemente de que se la considere la primera influencer o no, fue el Steve Jobs de su época. Transformó mucho más allá el sector. No lo evolucionó, si no que, con todas las connotaciones que ella tenía hacia la mujer – la estética o el juego con los volúmenes, por ejemplo – lo transformó al igual que Steve Jobs lo hizo con un teléfono", nos comparte el director del festival cuando comentamos su calendario.

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Cortesía de Moritz Feed Dog

La programación que han presentado desde la organización cuenta por primera vez con la dirección artística de Olivier Nicklaus, quien se ha incorporado al equipo para refrescar el festival, porque tras una década al pie del cañón, cuenta el director que ya toca tomar nuevas perspectivas: "Olivier tiene una visión muy internacional. Es francés, vive en París, y todo este tema nos abre otra otra mirada, y también otros contactos, ya que ha dirigido muchísimos documentales de moda. En esta edición cambiamos la imagen, el tipo de campaña, y el director artístico. Creo que es una nueva apuesta que va a funcionar, tengo mucha fe".

El Moritz Feed Dog 2024: de Coco Chanel a Jacquemus

No resulta difícil pensar que, efectivamente, esta edición vuelve a ser un éxito. Si vivimos en una época de adoración a los documentales que hace años era impensable asumir, además, el plot twist que nos presenta su octava celebración apunta alto. El trabajo de todo su equipo, con la incorporación de Olivier y de la que ya es gran amiga del evento, Marta de Riezu, además de la fotografía de campaña de Rocío Aguirre, ya forma un espectacular storytelling en sí mismo, una antesala de una programación en la que encontramos documentales que versan sobre, nada menos, que marcas y nombres de la talla de Tilda Swinton, Versace, Jacquemus, Patricia Field, Scooter LaForge , Boucheron, Donyale Luna, Apolonia Sokol, David Gómez-Maestre, Karim Adduchi o, como ya adelantó Uriol, Coco Chanel.

Que no te engañe la fama de cada uno de ellos, porque lo que el Moritz Feed Dog lleva haciendo desde su inicio es explorar rincones inéditos o poco comentados de estas celebridades y de su trabajo; empeñando sus esfuerzos en hacer hincapié o aproximarnos facetas nunca antes planteadas y destripando, al mismo tiempo, todo ese entramado superficial y frívolo que a menudo baña a la moda, sobre todo, cuando se le mira con cierta distancia: "Son producciones que nos enseñan un contexto sociocultural asociado a una persona, a una empresa, a una ciudad, o a una costurera con estructuras de cine que sea digeribles. Por norma general, ya hay muchos documentales que son sobre la mala praxis de la moda y de marcas que intentan lavar su imagen, pero en el Moritz Feed Dog esto no entra nunca, la selección es rigurosa en ese sentido".

Podría parecer que con este cóctel apunte como objetivo el sold out. Sin embargo, y aunque sabemos que goza de buenos números en cuanto a venta de entradas, la mirada es distinta a la que podamos imaginar. De hecho, ahí está parte de su valor añadido, de su ADN. En Moritz Feed Dog hay espacio también para proyecciones que indagan en temáticas de activismo queer o sostenibilidad en la historia de la moda: "Es un sector muy nicho, entonces casi todas las personas que están interesadas quieren venir. Es cierto que a las películas que tratan más sobre sostenibilidad o las de mala praxis en la industria, viene otro tipo de público que a lo mejor no está tan interesado en la moda. Hablamos de un público que es más activista en otro sentido, pero esto nos parece también muy interesante, creemos que es bueno que dentro de todo el cartel estén todas las realidades reflejadas porque nuestro propósito no es hacer el sold out, ni ir a lo mainstream. Vamos a descubrir perlitas y a inspirar".

Tener como base la experiencia de celebrar un festival de la talla del In Edit, el hermano mayor que nació hace 23 años y se encarga de traernos documentales de música bajo la misma filosofía, es una ventaja evidente que promete ayudar también al último que acaba de nacer del grupo Inedit Producciones, el Táctica, centrado el fútbol. Sin embargo, el Moritz Feed Festival ya presume también de encontrar en Río de Janeiro su plaza más grande ("por densidad de población", revela Uri), pero que su lugar de nacimiento sea la Ciudad Condal, y no Madrid, que es la ciudad donde se concentra la Mercedes-Benz Fashion Week, también le otorga distinción: "Nosotros somos de aquí, pero además Cataluña ha sido un sitio que históricamente ha tenido mucha relación y peso en la industria del tejido y de la confección. Ha sido uno de los lugares más importantes en este sentido desde la Revolución Industrial, y hemos tenido grandes diseñadores de aquí. Además, a nivel personal, mis abuelos, mis tíos abuelos, todos han trabajado en el mundo del tejido. Mi abuela importaba algodón egipcio, mi tía abuela tenía telares, y fue una de las primeras empresarias catalanas del sector".

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Bangumi Deralf / Cortesía de Moritz Feed Dog
Fotograma de Jacquemus Le prince soleil.

Festivales de cine de moda alrededor del mundo existen y los fashion films invaden los eventos y las plataformas de streaming, pero producciones que trabajen bajo el prisma que caracteriza al Moritz Feed the Dog no encontramos ninguno. Inedit Producciones fue la responsable de cubrir un nicho que necesitaba esta iniciativa, y logró hacerlo, en parte, gracias a su empeño por lograr y mantener ese amparo financiero al que nadie dio valor en las primeras búsquedas: "Vamos al revés que todo el sector. Somos de iniciativa privada y vamos con sponsors que fidelizamos mucho y que nos duran años, tenemos muy buena relación con ellos".

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Cortesía de Moritz Feed Dog
Fotograma de Tilda Swinton Le Geste Et Le Genre.

La inauguración ya ha pisado fuerte: comienza, nada menos, que con el documental Tilda Swinton. Le Geste et le Genre de Pierre-Paul Puljiz, una oda a la actriz que nos lleva a indagar más en su carrera como intérprete, sí, pero también como activista del arte, defensora del cine independiente, y como uno de los iconos de moda que más nos ayudaron a entender los diferentes lenguajes que presenta la industria.

"Lo único que espero es que la gente venga con la misma ilusión que nosotros nos hemos preparado. Que crezcamos en público, pero no por un tema narciso de que se vea lo que molamos, sino porque realmente nosotros hacemos esto con mucha vocación e ilusión, y el hecho de que el público venga es un reconocimiento nos ayuda a todos, tanto al tejido industrial de la moda como al del cine. Sería una señal de que estamos por el buen camino y de que lo estamos haciendo bien", concluye Uri Altell justo cuando llega el final de la conversación, nos concede varias recomendaciones de documentales, y su perro ladra para avisarnos que ha acabado el tiempo, de que ya solo nos queda sentarnos y disfrutar de las películas.