Tras acumular hasta 1.500 personas en lista de espera para conseguir mesa en sus restaurantes de Venecia y Hollywood (Mother Wolf y Felix Trattoria, respectivamente), Evan Funke acaba de consagrarse en la meca de los cocineros de renombre en Beverly Hills. El afamado chef abrió las puertas de su bar y restaurante de comida italiana el pasado mes de mayo en este enclave de Los Ángeles, y ahora, tan solo dos temporadas después, ya puede presumir de ser el dueño del establecimiento escogido por Kim Kardashian para celebrar su 43º cumpleaños.

La celebrity y empresaria de Skims, que es fan de la pasta, ha reunido a su familia y amigas más cercanas en este templo de la cocina italina. La elección poco tiene de improvisada, pues Funke, al igual que los otros emblemas 'gastro' del cocinero, es uno de esos restaurantes que, más allá de cautivar por el sabor de sus recetas, logra el sobresaliente en experiencia. No sorprende, pues a principios de los 2000 Evan Funke ya desarrolló una carrera por varios locales de Los Ángeles que le permitió conocer los ingredientes que triunfaban en este prestigiosa localización: buena comida, sí, pero también un entorno cool con un punto cálido. Bajo esta estela, el restaurante se emplaza en un edificio Art Deco de 1930, que ha sido reinventado para acoger a los comensales en un ambiente de tonos neutros con pinceladas de rosa, gris y verde que se conjugan con madera clara y... por supuesto, como espacio inspirado en Italia, no podía faltar tampoco el mármol.

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Dos comedores, un laboratorio de pasta donde los cocineros la preparan frente a los comensales y tres bares son los que hacen que Funke sea capaz de acoger a un gran número de reservas, tanto en sus espacios compartidos, como en las estancias para eventos. Además, cuenta con un menú al que poco le falta. Se trata de un cómputo de lecciones aprendidas por el chef gerente tras pasar por sus otros dos restaurantes, así como multitud de recetas enseñadas por auténticas nonnas italianas que ha ido conociendo en sus viajes. Por eso, en la propuesta del restaurante encontramos una gran oferta de platos: desde ensaladas y pizzas, hasta llegar a sus doce pastas diferentes, que se dividen en las que han sido perfiladas a mano, o las que, en cambio, se han dibujado en bronce. Como es fácil imaginar, las primeras son especialmente significativas, pues cada una de ellas viene maridada por un vino diferente, cuenta con el nombre de la nonna que le enseñó la receta y también con el lugar origen de donde es típica. Un storytelling fascinante.

Si algo caracteriza también a Funke es su azotea, donde se encuentra el bar. Con las colinas de Hollywood divisándose en el horizonte, un túnel ajardinado que da la bienvenida, un menú especial y una carta donde encontrar hasta doce cócteles, este rooftop se ha convertido ya en uno de los secretos preferidos por iconos de la jet set.

Pensar en que un restaurante de Evan Funke pueda ser asumible económicamente parece demasiado atrevido, sin embargo los precios pueden llegar a serlo dependiendo del apetito y de la cantidad de platos que se soliciten. Un menú básico de ensalada, pasta, postre y una copa de vino ronda los 150 euros. Un capricho para presumir de haber pisado, y probado, un establecimiento de Evan Funke. Uno en el que, por cierto, también hemos visto desfilar, más allá de a Kim Kardashian y a su clan, a otras celebrities como Bella Thorne o Rosie Huntington-Whiteley.