Su fama está en plena efervescencia, pero la pequeña pitiusa todavía guarda el encanto que reside en esos reductos paradisíacos en los que, sorprendentemente, reina la calma. Formentera probablemente tiene todo lo que cualquier viajero busca, pero continúa siendo el destino balear menos visitado. Y que así siga siendo, porque esa es su magia. Aún a pesar de aquel anuncio viral de Estrella Damm de 2009 rodado en la isla que todos recordamos, en parte, por la pegadiza canción de Summercat de Billie Division and the Dancers (sí, todos la estamos tarareando ya) y por generarnos el deseo de pisar esos paisajes, Formentera es un destino de relax. Y, al contrario de lo que pudiéramos asociar con esta definición, no es nada aburrida: cuenta con una oferta de ocio apabullante, pero no llega a conocer los excesos de Mallorca o de Ibiza.

    Formentera nos ofrece grandes arenales de dunas, terrenos verdes de pinos, y playas de aguas turquesa junto a las que querríamos vivir eternamente. Es, también, uno de esos parajes idílicos para un retiro de yoga, y respira todavía ciertos aires hippies que destilan su historia (albergó una extensa comunidad hippie, conocida como "peluts"). Todas estas características son tan solo algunas de las muchas que le convierten en uno de los enclaves vacacionales preferidos para desconectar. Incluso se impone en la lista de islas preferidas por personalidades conocidas como la it-girl Chiara Ferragni, que la visita año tras año con su familia. Eso sí, más allá de cruzar de Italia a España para dejarse llevar por su belleza, hay otro gran atractivo que le empuja a volver, una y otra vez: su comida.

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    La italiana comparte cada año en su perfil de Instagram imágenes deleitando al paladar en uno de los establecimientos más avalados por las guías gastronómicas y de viajes. Hablamos de Es Molí de Sal, uno de los restaurantes más emblemáticos de la isla que se asienta sobre lo que antes era un molino perteneciente a la vieja industria salinera de Formentera. Ahora, eso sí, ya es uno de esos espacios culinarios cautivadores, consagrado como uno de los preferidos por formenterenses y turistas, cuyo horizonte se baña por un tándem que pocos destinos pueden intentar igualar: el mar, la playa de Illetes y la isla de Es Vedrà como telón de fondo.

    Chiara Ferragni visita este espacio 'gastro' cada año con su marido, Fedez, y sus dos hijos, Vittoria y Leone. Aunque a la familia siempre le vemos disfrutar de una de sus paellas (hay de carabineros, de bogavante y de langosta), en Es Molí de Sal la carta es amplia. Basa su cocina en la tradición y en el sabor típico de la isla, pero al mismo tiempo recoge el buen savoir faire y algunas referencias que podemos encontrar en otras de las cocinas de los lugares que le rodean, bañados por el Mediterráneo.

    A pesar de que las paellas son uno de sus reclamos principales, este restaurante destaca también por su variedad de arroces y por la calidad y la frescura de su pescado. Aún así, cualquier propuesta cautiva.

    Para empezar, en su carta te ofrecen tartar y carpaccio o entrantes tan apetecibles para refrescar una jornada junto al mar como ensaladas payeras, ceviche Panamá con frutas de la pasión, tortilla abierta con erizo y gamba de cristal o burrata con mermelada de tomate, aceitunas negras y rúcula. Para seguir, puedes escoger alguno de sus platos de pasta con marisco, u otras opciones de mar como su caldereta de langosta, el calamar de Formentera con tartar de verduras y cítricos o, una curiosa versión de la langosta frita con huevo y sobrasada. Y, si eres de esas personas que piden carne allá a donde van, estás de suerte. En Es Molí de Sal cuentan con su brasa "estilo Josper", denominación que engloba cuatro platos irresistibles: pluma ibérica con puré de patatas, o solomillo de ternera, entrecot argentino y chuletas de cordero acompañadas de verduras y patatas a la parrilla. En sus brasas cocinan también sus exquisitas verduras de temporada.

    El broche final a la velada gastronómica en este restaurante pasa por endulzar el paladar. Puede ser con su tiramisú, con el truffle 'Es Molí', o, con opciones más ligeras como con su helado de yogurt con mango y maracuyá, la fruta de temporada o el sorbete del día. Todo ello, tanto los primeros platos como los últimos, acompañados de cualquiera de sus vinos de calidad. Te aconsejamos pedir consejo al personal, ellos te guiarán en el maridaje con acierto. Pero en Es Molí de Sal no solo hay que ir a comer. Allí también puedes ver el atardecer con su amplia gama de cócteles (con y sin alcohol), con una sangría fresquita o con un gin-tonic que ponga fin al día.

    Que este espacio tenga Un Sol Guía Repsol nos parece obvio, ya que se trata de una de las ofertas más completas de Formentera. Si te entra hambre, pero prefieres una opción más informal, también existe una carta en la que encontrarás opciones más de picoteo. Mini hamburguesas de ternera, boquerones estilo 'Jonnhy', anchoas del Cantábrico o berberechos 'Los Peperetes'. No hay nada que falte.

    Cuando una personalidad como Chiara Ferragni escoge un restaurante en repetidas ocasiones, todas las señales nos indican que su elección se trata de un acierto. Acostumbrada a viajar a diario, tanto por trabajo como por elección personal, visitando tantas veces este restaurante nos empuja a apuntarlo entre nuestras paradas en nuestra próxima visita a Formentera.