La icónica artista contemporánea Cynthia Morris Sherman, más conocida comoCindy Sherman (Nueva Jersey, 1954), comenzó su andadura creativa en el año 1976, cuando terminó de estudiar, se mudó a Nueva York y empezó a realizar sus ya más que conocidas series de autorretratos. Complete Untitled Film Stills (1977-1980) fue su carta de (re)presentación en el arte más vanguardista de por aquél entonces.

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’Untitled Film Still #53’ autorretrato realizado por Cindy Sherman en 1980. Imagen cortesía del museo TATE.

¿Por qué son importantes sus fotografías y sus autorretratos? A través de algo tan (aparentemente) sencillo como una fotografía de ella misma, durante casi cuarenta años, ha criticado el machismo, la sociedad de consumo, el excesivo culto al cuerpo, a la juventud, a la belleza y, por tanto, todo el dolor, la oscuridad y la obsesión que todo ello conlleva. A medida que han ido pasando los años y las décadas, el estilo y la técnica han ido evolucionando, pero no el mensaje. A través de la exageración, la tergiversación y el surrealismo, Sherman cuestiona y hace reflexionar tanto al espectador como a ella misma como personaje y como artista. Lo más probable es que pienses ¿cómo es posible que algo tan básico como un autorretrato, suponga una revolución y una crítica social? Bueno, la primera mujer en realizar este tipo de obra y dura crítica a través de este tipo de imágenes ha sido Cindy Sherman. Ha expuesto en museos como la TATE de Londres, el MoMA de Nueva York o el Reina Sofía de Madrid.

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’Untitled #465’ autorretrato realizado por Cindy Sherman en el año 2008. Imagen cortesía del museo MoMA.

A grandes rasgos, esta es la esencia y la ruptura artística que hizo y sigue haciendo la talentosa fotógrafa. Entonces, ¿qué tienen que ver aquí las selfies? La cultura selfie es la nueva forma de autorretratarse, quizá de una forma no tan artística ni consciente (en un primer momento), sin embargo, ahora todo gira en torno a esa forma de expresión. A comienzos de este año 2017 la mítica galería Saatchi de Londres, dedicó una exposición centrada únicamente en el concepto e idea de selfie. Selfie to Self-Expression reflexionaba sobre la evolución de los autorretratos y cómo han evolucionado desde la pintura hasta la fotografía digital y los teléfonos móviles. ¿Por qué es importante? Porque fue la primera exposición del mundo que se centró en este tema. Velázquez, Rembrandt, Juno Calypso o Cindy Sherman aparecían en las paredes de la galería.

Aunque el concepto selfie parezca una obviedad y que todo el mundo se hace selfies una y otra vez (sí pero no fue hasta hace unos años que de verdad se empezó a utilizar el anglicismo selfie) a nivel sociológico y conceptual no se ha reflexionado sobre la importancia de una selfie hasta hace poco. Así, por ejemplo, el artista Richard Prince, en el año 2015, decidió imprimir a gran escalas selfies de Instagram y vender las imágenes/cuadros/autorretratos por 100.000 dólares. Evidentemente, esto supuso un revuelo en Internet, en el mundo del arte y en el mundo del copyright. ¿Hasta qué punto era lícito? ¿Hasta qué punto era moral? y, ¿hasta qué punto podía hacerlo?.

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En este punto del 2017 es donde llega Cindy Sherman y se apropia de la cultura selfie, si la entendemos como la entiende la mayoría de la población. Aunque ella lleva más de cuarenta años haciendo autorretratos, no ha sido hasta este año que se ha aventurado en Instagram a subir selfies dimorfas en las que, al igual que es sus famosas fotografías, a través de la exageración y la hipérbole de sí misma, critica la obsesión por la belleza y el culto al cuerpo que estamos viviendo.

Entonces, ¿por qué sus selfies son importantes? Porque nos (de)muestran que el arte contemporáneo ha cambiado las reglas, no tienes por qué exponer en una galería o en formato físico para que tu arte sea más (o menos) real. Ya no hace falta mirar hacia el futuro pensando o reflexionando sobre cuáles serán las siguientes herramientas que transformarán todo, porque ya las tenemos delante de nosotros y prácticamente nadie es consciente de ello. O sí, pero no lo tomamos en serio.