Las normas que rigen el mundo de las redes sociales parecían, hasta ahora, claras. Posados practicados, filtros para parecer más bellos y con armonía de colores y fondos para decorar y construir atractivos muros de Instagram que conquisten a primera vista.
El cuidado visual de las imágenes es una de las principales características más analizadas en esta red social y, por eso, las consultoras de moda se esfuerzan día a día en pensar y planificar el contenido de sus plataformas online para generar contenidos más atractivos a su audiencia.
Una de las tendencias que más han triunfado ha sido, sin lugar a dudas, el posado frente a los espejos. En estas fotografías, las influencias de moda nos muestran sus looks diarios, pensados hasta el milímetro y sobre un entorno estéticamente cuidado. Pero ahora ha nacido una nueva tendencia que está rompiendo todos los cánones de Instagram y que alterará, sin lugar a dudas, a Marie Kondo, consultora de organización y referencia indiscutible del orden.
Se trata de posar frente al espejo sin preparar ni un ápice el fondo que rodea a la persona fotografiada con el objetivo de mostrar la realidad y derrumbar la idea de perfección que hemos generado los usuarios de Instagram. Mantas sin colocar, camas sin hacer, productos de belleza en el suelo, cafés que llevan días sobre el escritorio y ropa sobre las sillas.
Esta nueva corriente nace de la naturalidad más pura y mezcla la espontaneidad de las personas con el ansia de apartar ciertos cachés establecidos para concienciar de que el verdadero disfrute reside en el carácter de las personas y que no existe necesidad de perder el tiempo preparando artificialmente una imagen compartida, ya que la esencia está, precisamente en mostrarse al mundo con las ventanas abiertas.
