Según un informe Google, la comida más buscada del pasado año 2018 fue un pastel, concretamente el pastel unicornio que tanto se viralizó e inundó nuestros feeds de las diferentes redes sociales.

Más allá de las tendencias de recetas y comida sana, del novedoso pandan, los poke bowls o los açai bowls hay una gran parte de usuarios que se decantan por los tendencias más apetitosas visualmente y no tan saludables a nivel nutricional.

Una de las últimas en invadir las estanterías virtuales de la red de inspiración por excelencia han sido los llamados pasteles joya o pasteles geoda. Se trata de unos pasteles en los que lo que cuenta no es tanto el sabor sino su cuidada estética. En los mismos se imitan geodas y cristales, creando una cavidad en el pastel en la que se suelen aplicar, una a una, las piedras comestibles de azúcar que imitarán las joyas en cuestión.

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La idea original es de Rachel Teufel, que en 2016 ya advertía en un post de su blog que la fama de los pasteles geoda llegaría pronto, a través de un pastel que le llevó más de 16 horas de trabajo y que inspiró a muchos reposteros y aficionados a crear el suyo propio.

Estos pasteles se hacen en infinidad de colores, normalmente en varios pisos y a veces se emplea una fondant recreando un efecto marmolado para completar el efecto piedra preciosa de los mismos.

Es habitual que se soliciten con motivo de ocasiones especiales como cumpleaños aunque donde de verdad triunfan es en la categoría de pasteles de boda.

También hay diversas versiones, como por ejemplo macarons decorados con geodas de azúcar.

Estos pasteles joya son la última opción más 'Instagram friendly' de pasteles, eso sí, son tan bonitos que en parte da pena que sean para comer.