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La loción facial no suele estar entre los productos más tenidos en cuenta a la hora de crear una rutina de cuidado facial específica a pesar de los beneficios que tiene este cosmético para la piel. La rutina de cuidado de la piel más habitual suele estar marcada por unos productos muy concretos. Entre ellos, el gel limpiador, el tónico, el sérum facial, la crema hidratante y la crema de sol. Y, además, se usan en ese orden siempre y no se suele salir de ahí, a no ser que nuestra piel lo necesite o nos convenzan de ello para emplear algún ingrediente activo que no viene concentrado dentro de la fórmula de los tratamientos de belleza. Pero, a pesar de la pereza que nos pueda suponer ampliar la rutina de cuidado facial, ahora hay que abrirla a un nuevo producto.
En un primer momento puede parecer que ya la usamos porque es similar al tónico facial, pero no tiene nada que ver con él, excepto la textura y forma de aplicarla, y supone un paso diferente. Pero lo más importante son las propiedades que tiene la loción facial para el cuidado de la piel.
¿Qué es la loción facial?
El paso de la loción facial en la rutina de belleza proviene del ritual asiático del cuidado de la piel. Y aunque la loción facial no sea obligatoria en la rutina facial, a veces se vuelve muy necesaria para el mantenimiento de la piel. No es un tónico ni tampoco un sérum, "la loción facial, que también se conoce como esencia, presenta una textura acuosa y ligera, parecida a la de un tónico. De hecho, aconsejamos aplicar la loción facial de forma similar, bien con un algodón, bien a toques con los dedos", señala Rocío Escalante, farmacéutica, nutricionista y experta en el cuidado de la piel.
¿Cuáles son las propiedades de la loción facial?
Son muchas, pero todo depende de los principios con los que se formule la loción facial en cuestión: "Puede tener diversas funciones según los ingredientes que incluya su fórmula. Muchas lociones faciales contienen alfahidroxiácidos o betahidroxiácidos que ayudan a realizar una suave exfoliación, y por lo tanto, están indicadas para mejorar imperfecciones de la piel como el poro dilatado o unificar el tono", comenta la experta.
Pero, en general, "una loción facial va a aumentar los beneficios de los tratamientos que se apliquen a continuación. En las pieles grasas y las pieles mixtas, utilizar una loción facial es interesante para mejorar la calidad cutánea. También podemos encontrar lociones faciales hidratantes, muy adecuadas para pieles secas y deshidratadas, lociones faciales antiedad para pieles que busquen retrasar los signos de la edad como la pérdida de luminosidad, etc". En definitiva, hay una para cada necesidad.
¿Cuándo se debe aplicar la loción facial?
La loción facial es un producto que se utiliza justo después de la limpieza facial y el tónico y se aplica antes de los tratamientos, tal y como cuenta Rocío, para mejorar la absorción de los tratamientos y potenciarlos.
