El desfile de otoño invierno 2024 de Miu Miu en París ha sido mucho más que eso. En su búsqueda por crear una moda cada vez más innovadora, la casa fundada por Miuccia Prada en 1992 ha colaborado con Cécile B. Evans, artista visual contemporánea, para crear un cortometraje de ciencia ficción que ha acompañado su última colección.

En este proyecto cinematográfico exclusivo para Miu Miu, Evans nos sumerge en un thriller surrealista protagonizado por Guslagie Malanda. La actriz interpreta al personaje de Reception que reflexiona sobre la conexión existente entre los recuerdos personales que mantenemos como seres humanos y la memoria almacenada en nuestros dispositivos tecnológicos.

arte en el desfile de miu miu
Cortesía de Miu Miu

Para Evans, "Miu Miu se creó para que Prada pudiera tener una marca con la que experimentar", por lo que esta colaboración se convierte en la forma perfecta de representar ese espíritu inconformista de la marca que se suma ahora a su extensa obra presente en grandes museos de todo el mundo como el Centro Pompidou, el MoMA de Nueva York, la Bienal de Berlín o el Museo de Arte de Seúl.

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Cortesía de Miu Miu

¿Cómo definirías el estilo de Miu Miu? ¿Te identificas con él de alguna forma?

Creo que la multiplicidad de Miu Miu es algo con lo que definitivamente me identifico. Me encanta que la marca nunca asuma que la persona que lleva su ropa sea solo una cosa o que quiera ser esa misma persona el resto de tu vida. Yo me identifico como una persona que es de género no conformista, no binario, y también como una persona que ha sido muchas cosas: he trabajado en la actuación, en grandes almacenes, en bares, he sido artista, hago películas... Creo que es muy bonito tener una marca que te permita moverte y cambiar dentro de ella, pero manteniendo un cierto nivel de calidad y precisión.

Su carrera siempre ha versado sobre las emociones humanas y su inserción en una sociedad determinada por la tecnología. ¿Qué le llevó a interesarse tanto por este tema?

En cuanto a la tecnología, crecí con ella. Todo el mundo, todos los humanos lo hemos hecho. Siempre pienso que es importante recordarnos a nosotros mismos que un tenedor es tecnología. Es una extensión de nuestras manos cuando ya no podíamos o queríamos coger la comida con los dedos. Nuestros teléfonos son una extensión de nuestras mentes porque estas ya no pueden contener todas las imágenes que componen nuestras vidas. Pero las empresas se han encargado de hacernos creer que nuestros dispositivos tecnológicos son cosas inmateriales, que son como algo mágico, cuando la realidad es que son muy físicas, ocupan espacio, tienen consecuencias ecológicas. Y creo que es muy útil que desarrollemos una relación con las tecnologías, al igual que con nuestras emociones, que también son algo físico que llevamos encima y con lo que vivimos y existimos cada día.

¿En qué se inspiró para crear esta historia utópica sobre la memoria y la tecnología para Miu Miu?

En el espíritu de la multiplicidad, pero yo no diría que esto es utópico o distópico. Sólo diría que quería imaginar un punto en el futuro de la humanidad en el que hay una mujer, Reception, que es una de las últimas traductoras sobre la Tierra, y que trabaja en un antiguo parlamento que ha sido reutilizado como centro de almacenamiento de datos tras una crisis de almacenamiento en la que la memoria de la mayoría de la gente ha sido borrada de sus dispositivos personales. Y me gustó la idea de que ella, en su trabajo de traducción, recibiera la memoria de otra persona, y en el proceso, en realidad significara que su propia memoria se le escapa y se dispersa por el espacio, que es lo que verán las personas que asistan al desfile y también las que lo vean en la retransmisión en directo.

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Cortesía de Miu Miu

¿Cómo relaciona su cortometraje con el último desfile de Miu Miu y su escenografía?

Tuve la inmensa suerte y el placer de intercambiar ideas no sólo con la Sra. Prada, sino también con el estudio de arquitectura OMA, que también ha trabajado en la escenografía del desfile. Fue muy emocionante, ha habido mucha confianza mutua, y creo que eso fue muy estimulante. Y el resto, creo que tendréis que descubrirlo vosotros mismos. En cuanto a la colección, no sabía mucho sobre ella hasta hace muy poco, pero me he guiado mucho por las conversaciones que he mantenido con Miu Miu, y ha sido una gran sorpresa ver cuántas similitudes hay entre ambas, hasta qué punto interactúan.

Sobre la pregunta que guía el thriller, en su opinión: ¿Qué recuerdos existen más allá de nosotros y cómo sobreviven?

Creo que todos los recuerdos existen más allá de nosotros. Al principio de la investigación, hablé con mi médico de cabecera, que me puso en contacto con una trabajadora social especializada en memoria. Y me explicaron que cuando pierdes un recuerdo, cuando olvidas algo, no desaparece ni se va una parte del cerebro. En realidad, se rompe en fragmentos y se distribuye como una red en tu cuerpo. Y esto, para mí, fue una gran reflexión: lo que sucede cuando se traduce y se transcribe en la historia, lo que se pierde y lo que se gana. Y hay una conexión increíble, obviamente, con los datos: cuando borras un archivo, no es que desaparezca, es sólo que ya no tienes el lenguaje para acceder a ello, se ha convertido en una parte de la red.

¿Cree que, algún día, esa crisis de almacenamiento que plantea en su proyecto podría suceder en el mundo real?

Por supuesto. Escritores de ciencia ficción como William Gibson y Octavia Butler hablan de crear mundos imaginarios como una forma de afrontar los problemas que existen en el presente. Creo que hay una interesante reflexión sobre cómo, en la sociedad contemporánea, nos cuesta ver nuestros sentimientos como algo físico con lo que hay que lidiar y que merece la pena tomarse el tiempo de comprender. Creo que se trata de una habilidad, comprender la información y los datos, tanto de la tecnología como de nuestros sentimientos. Son músculos que podemos desarrollar.

¿Le interesa seguir desarrollando su trabajo en la industria de la moda?

Definitivamente, me interesa seguir desarrollando esta idea, y pienso utilizar el personaje y el concepto y convertirlo en un largometraje. Creo que la moda siempre formará parte de mi trabajo. Para mí, ciertas piezas de ciertas colecciones son como obras de arte que coleccionar. Hay jóvenes diseñadores en Londres que están haciendo piezas increíblemente ponibles que son muy inteligentes, sinceras y bonitas. Me encanta vivir en este mundo en este momento. Así que espero tener la oportunidad de hacer algo más en el futuro.