Monumentos en los que pierdes el tiempo, pero no dejas de visitarlos
Se ha escrito tanto sobre ellos, se les ha fotografiado desde todos los ángulos... y siguen siendo un soberano aburrimiento. Sobrevalorados, no merece la pena perder una mañana o todo un día por recorrerlos.
¿Cómo es posible que hayas estado en el Louvre y no hayas visto La Gioconda? ¿O que hayas pasado un fin de semana en Nueva York sin hacer un pícnic en Central Park? Pues sí, es posible. De hecho, no hacer lo primero te ahorra la deprimente imagen de ver un centenar de personas amontonadas unas sobre otras intentando fotografiar un cuadro relativamente pequeño tras un vidrio de protección. Lo segundo solo tiene su gracia si vivimos en Manhattan o, en todo caso, si vamos a estar más de un par de días de vacaciones.
No son los únicos monumentos y lugares sobrevalorados. Las guías de viaje y las redes sociales se llenan de rincones que, sí, quedan genial en las fotos, y que resultan la mar de apetecibles, pero que, una vez los visitas, de haber sabido la realidad que espera al viajero, seguramente hubieran pasado a un segundo plano (por no hablar del dinero que nos hubiéramos ahorrado).
Hemos recopilado algunos de los que, a nuestro juicio, no justifican del todo su fama. Eso sí, no dejamos de visitarlos...
VER VÍDEO
Toyota y The 2nd Skin Co: Una unión por la fuerza
Cómo darle a tu terraza o balcón un look parisino
Una española en Cartier Women’s Initiative
Una ruta por las estrellas Michelin de Tenerife