Quizás el No pide tanto, idiota de Maldita Nerea esté equivocado y sí que hayamos pecado de ser demasiado exigentes en nuestra relación. Pero no te preocupes, no eres la única.

Según cuenta a The Atlantic el profesor de psicología social de la Universidad de Northwestern, Eli Finkel, escribió el libro All or Nothing Marriage para tratar de dar respuesta al continuo fracaso de los matrimonios actuales e intentar dar las claves para evitarlo. Y es que tras analizar la situación sentimental de muchas parejas, ha llegado a la conclusión que son sus propias expectativas las que terminan por destruirlos. "La expectativa que tenemos ahora, y no hace 100 años, es que además de querer y cuidar a nuestro cónyuge, necesitamos que este nos ayude a crecer, a ser una mejor versión de nosotros mismos. Es por razones culturales", explica a la revista. Sin embargo, advierte que no hay razón para que una persona desempeñe ambos roles. "Muchos de nosotros nos sorprenderíamos si supiésemos todas las expectativas y necesidades que hemos ido acumulando durante la relación. Y a pesar de ello, muchas veces ni siquiera dedicamos o programamos un tiempo destinado a nuestra pareja dentro de la rutina diaria", añade.

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Y para ilustrar esta idea, Finkel relata a The Atlantic una pequeña metáfora sobre el matrimonio.

"Imagina que estás tratando de escalar una montaña importante, y estás tratando de satisfacer tus necesidades fisiológicas y de seguridad, y cuando consigues algún éxito sigues con tus necesidades de amor y pertenencia para subir la montaña. Finalmente llegas, y es cuando sientes la necesidad de auto-actualización centrando toda tu atención.

Como cualquier alpinista sabe, al llegar a la cima de una montaña la gente necesita llevar oxígeno suplementario. Tratan de asegurarse de que mientras están arriba tienen suficientes recursos. Oxígeno y ropa de abrigo, asegurándose de que realmente podrán disfrutar de las vistas desde allí.

Si comprendemos su analogía con el matrimonio, nos referimos a aquellos de nosotros que estamos tratando de alcanzar el pico, la cumbre del Monte Maslow donde podemos disfrutar de esta vista extraordinaria. Podemos disfrutar de esas maravillosas experiencias con nuestra pareja, pero no lo haremos si no pasamos nuestro tiempo y energía emocional suficientes para entendernos mutuamente y ayudar a promover el crecimiento personal de cada uno".

O en otras palabras, tenemos demasiadas expectativas, pero no 'encontramos' tiempo en nuestra agenda para cumplirlas. "No debe darnos vergüenza pedir menos a nuestra pareja. Lo mejor es pasar tiempo de calidad con ella y planear actividades que aseguren que ambas partes comparten la misma visión de futuro de la relación", aconseja a la revista.