48 horas para enamorarse de una Praga de ensueño
Si eres un amante de los cuentos de hadas, Praga está hecha para ti. Descubre lo mejor que te puede ofrecer la Ciudad de las Cien Torres.
Praga es una ciudad que tiene un encanto especial, difícil de describir pero muy fácil de vivir. También denominada como la Ciudad de las Cien Torres o la Ciudad Dorada, la capital de la República Checa se alza majestuosa entre edificios históricos, elegantes palacios, bonitas plazas y muchísimos rincones con encanto. Se trata de una ciudad que debido a su posición estratégica ha vivido años de gloria, pero también ha sufrido años en los que la historia no ha hecho más que castigarla. Un ejemplo de ello es que gran parte de la ciudad fue reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial debido a los daños ocasionados tras la ocupación alemana y la consecuente resistencia checoslovaca.
Viajar a Praga significa viajar al pasado pero sin dejar de vivir el presente. Una ciudad con una inmensa historia que parece estar sacada de un bonito cuento de hadas. Como se encuentra en el centro de Europa es muy fácil llegar hasta ella bien con los innumerables vuelos que comunican diariamente con el aeropuerto de Praga o las conexiones en tren que salen desde Viena, Bratislava, Budapest o Berlín. Se trata de una ciudad pequeña que en 2-3 días se puede ver pero que si uno desea realizar excursiones o visitar la ciudad con tranquilidad, puede dedicarle perfectamente una semana y no se cansará en ningún momento de ella.
¿Que ver? Llega el momento de visitar la ciudad y el puente Carlos, la Plaza de la Ciudad Vieja, el Reloj Astronómico, la Torre de la Pólvora, la Iglesia de San Nicolás, la Plaza de Wenceslao, el Muro de John Lennon, Monte Petřín o el Campo de Concentración de Terezín son visitas obligatorias que nadie se puede perder.
¿Para dormir? Lo más recomendable es alojarse en un hotel céntrico para poder disfrutar de Praga caminando. La ciudad es pequeña y debido al cambio de moneda, resulta bastante barato dormir en pleno centro de la ciudad.
¿Qué hay de la gastronomía checa? Esta se basa principalmente en la carne de cerdo, pollo y ternera, en las sopas, el goulash o los postres de frutas. Pero si hay algo ineludible que no puede faltar en la mesa de cualquier restaurante checo es la cerveza. ¡Sí, sí, viva la cerveza! Según el ranking mundial de consumo de cerveza per cápita, la República Checa se sitúa en la primera posición con más de 150 litros al año por persona, superando incluso a su vecina Alemania. Si quieres degustar su especialidad, no dudes en pedir la cerveza Pilsen Urquell. ¡No te defraudará!
¿Una recomendación? Si uno quiere descubrir la ciudad a la perfección, lo más acertado es realizar el free tour que sale todas las mañanas desde la Plaza de la Ciudad Vieja con la compañía Sandesman New Europe Tour. Más de 2 horas donde los guías te acompañarán contándote toda la historia de la ciudad y sus monumentos más importantes. Al final de la visita, el viajero entrega la voluntad que considere al guía, que suele ser proporcional a la valoración positiva o negativa de la actividad.
Cualquier momento del año es bueno para visitar la capital de la República Checa. Si eres de los que le gusta la nieve, en invierno la ciudad se cubre con una fina capa blanca donde la estampa se convierte aún más en un cuento navideño; en febrero se celebra el “Carnaval de Bohemia”; en primavera llega el buen tiempo y la gente empieza a aprovechar los primeros rayos de sol; en verano, la música, los festivales, los puestos callejeros y la gente con ganas de pasárselo bien invaden las calles de la ciudad; mientras que en otoño hay menos afluencia de turistas y se puede ver Praga con mucha más calma y tranquilidad. Según las preferencias de cada uno, siempre es una buena opción visitar la Ciudad de las Cien Torres y no hay duda de que es una ciudad que enamora, ¡y mucho!
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