El artista contemporáneo Andrés Reisinger tiñe de rosa el Rosewood Villa Magna de Madrid con su última exposición

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Si no eres ya un acérrimo admirador, es más que probable que hayas visto alguna vez las obras de Andrés Reisinger por tu feed de Instagram: son mayoritariamente de color rosa, tienen un tinte onírico muy personal e incluso las hay que cubren fachadas enteras de edificios emblemáticos alrededor del mundo. El artista argentino (Buenos Aires, 1990) es ya uno de los más buscados a nivel mundial, pero, ahora, sus piezas hacen parada en el madrileño hotel Rosewood Villa Magna para presentar algunas de sus creaciones más aclamadas.

Aunque ha colaborado con firmas de la talla de Gucci, Tory Burch, Audi o Dior Beauty, las obras de tinte surrealista y casi inmersivo que han encumbrado a Reisinger como el artista más viral de Instagram han sido la serie de instalaciones físicas y digitales Take Over y la silla Hortensia, que comenzó como un proyecto digital y terminó siendo una realidad artesanal. Esta última es, en realidad, el ethos de su obra y el lugar central de la exposición en el Rosewood Villa Marga; donde también se incluirán sus trabajos Collide, ARCADIA y A Dream.

La silla Hortensia de Andrés Reisinger.

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Beatriz Ordovás, directora de la casa de subastas Christie's, en una conversación junto con el propio Reisinger serán los encargados de inaugurar la exposición el próximo lunes 8 abril, que permanecerá abierta al público en el lobby del hotel y en su aclamado bar Tarde.O hasta el día 12 del mismo mes. Ordovás sostiene apasionadamente que obras como las de Reisinger “deben verse, sentirse y experimentarse”, convirtiendo así el interior del Rosewood Villa Magna en un punto de encuentro multidimensional para cualquier admirador del arte contemporáneo.

Hortensia, la silla que empujó los límites entre la artesanía y la creación digital

La silla Hortensia de Reisinger fue revelada en 2018, y aunque originalmente fue concebida como una obra de arte digital que se inspiraba en las flores de hortensia, su viral acogida por el público impulsó la demanda de una versión análoga tangible de la pieza. Así pues, Reisinger asumió la ambiciosa tarea de traer este sillón a la vida real; la creación del sillón parecía una hazaña imposible, pero a través de una artesanía meticulosa, el artista transformó su visión en realidad. Construida a partir de 500 tiras de tela cortadas por láser y fruncidas en racimos, Hortensia terminó siendo una silla real cubierta de miles de pétalos de su ya mítico tono rosado.

Detalles de la silla Hortensia, de Andrés Reisinger.