Parece que nada se le escapa a la tecnología en tres dimensiones. En 1980 se comenzaron a realizar equipos y materiales de fabricación de aditivos, hasta llegar a lo que conocemos en la actualidad como impresión en 3D. Esta innovadora tecnología ha llegado a diferentes ámbitos como la arquitectura, la moda, la ingeniería, la medicina, la educación y, cómo no, la gastronomía. El 2016 fue un año muy significativo dentro de este campo debido a que abrió sus puertas el primer restaurante que imprime comida en tres dimensiones, donde los muebles y utensilios de este proyecto también están fabricados en 3D. Hablamos de Food Ink "un espacio futurista en la que la buena cocina se encuentra con el arte, la filosofía y la teconología del mañana", afirman desde su página web los creadores de este concepto.

Consiste en toda una experiencia creativa de arte comestible donde el momento de la comida o cena se convierte en algo más que el acto en sí, haciendo que el comensal disfrute y sea testigo de una práctica nunca antes vista. En Food Ink no ha sido suficiente contar con un buen servicio de camareros y un chef de prestigio, debido a que para dar vida a este proyecto futurista ha sido necesaria la colaboración de artistas, diseñadores, chefs, industriales, tecnológos e ingenieros. Todo un engranaje complejo que está cosechando óptimos resultados.

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Plato “Steak ‘Tartris’’. © Cortesía de Food Ink

Inaugurado en Londres en verano de 2016, a finales de ese año Food Ink llegó a Barcelona y Lleida, siendo una de las paradas más mediáticas la del restaurante Yours, del que el futbolista Gerard Piqué es propietario. Del 8 al 10 del pasado mes de diciembre sirvieron en Barcelona la cena más futurista vista hasta el momento de la mano de Food Ink y el restaurante Yours. El evento fue todo un éxito donde no faltaron a la cita ni Shakira, ni Piqué o algunos de sus compañeros de profesión como Carles Puyol. Este 2017, Food Ink continúa con su tour mundial donde va a recorrer ciudades como Las Vegas, Roma, Nueva York, Dubai, Sydney, Paris, Amsterdam, entre otras, aunque todavía quedan por anunciar las fechas oficiales de estos eventos culinarios.

Pero Antony Dobrzensky, fundador de Food Ink, no ha sido el único que ha encontrado la fórmula de esta nueva propuesta gastronómica. La start-up española, Natural Machines, creó en 2014 y comercializó en 2016 la primera impresora en fabricar comida en 3D bajo el nombre de Foodini donde a través de cápsulas de ingredientes frescos era capaz de imprimir comida de forma original y saludable. El objetivo de esta empresa es que dentro de muy poco podamos cocinar en nuestras casas mediante tecnología en tres dimensiones.

Por su parte, las empresas extranjeras tampoco se han quedado atrás como la estadounidense 3D Systems que ha creado el Culinary Lab, un espacio de de aprendizaje, colaboración y exploración donde a través de la comida se experimenta con el 3D; o la empresa canadiense ORD Solutions, que ha impulsado la RoVaPaste Hybrid Food 3D Printer.

Sin duda, el futuro ya está aquí.Todo un mundo de experiencias y sentidos culinarios que no debes tardar en descubrir.