ACTUALIZADO 3/08/2016: La cantante Kesha ha retirado la demanda por abusos sexuales y psicológicos contra su productor, Dr. Luke, en el estado de California, no así en Nueva York. La decisión respondería al objetivo de volver a trabajar cuanto antes y terminar así con el contrato que le une al productor.
Hace unos años Kesha triunfaba en las listas de éxitos con himnos poperos que hablaban de adolescentes viviendo al máximo y muriendo jóvenes. Canciones de pegadiza melodía discotequera pero con cierto tufillo autodestructivo causado por los desórdenes alimenticios y las adicciones que por aquel entonces padecía, y que la obligaban a ingresar en un centro de desintoxicación. Así, detrás de esa joven con aspecto guerrero y pelo ora azul, ora verde, ora rosa, no se escondía ninguna prima hermana de Amanda Bynes sino una chica de veintipocos años supuestamente atormentada por los presuntos abusos perpetrados por su productor de toda la vida: Dr Luke, responsable de algunos de los mayores hits de artistas como Kelly Clarkson, Katy Perry, Nicki Minaj o Britney Spears, al que decidía denunciar por maltrato psicológico, acoso sexual y violación en 2014. Tras dos años viéndose las caras en los tribunales, a finales de febrero llegaba la resolución del juez. Un fallo que a pesar de tan poderosas alegaciones no le permite a Kesha desligarse de sus obligaciones contractuales con Luke -ni de tipo musical, ni en lo relativo a acuerdos publicitarios- ni tampoco partir peras con su actual discográfica, una filial de Sony, lo que ha puesto en pie de guerra a toda la industria.
Su caso tiene conmocionada a la opinión pública estadounidense en general y al star system en particular. Sirva como muestra la emocionante actuación de Lady Gaga en los premios Oscar previo discurso del vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, posicionándose en contra del auge de la violencia sexual en los campus universitarios. Justamente fue el abogado de Kesha quien afirmó que Dr.Luke es el responsable de la violación que sufrió Gaga cuando tenía 19 años. Ella nunca lo ha confirmado, si bien sus continuas muestras de cariño en las redes y su especial acercamiento a Kesha durante todo este proceso: hablan por sí solos.
Otros personajes de gran calado y muy distinto signo como Adele, Lena Dunham o la bloguera Leandra Medine, también han querido romper una lanza en favor de la cantante, dándole voz a un mal tan endémico como silenciado, con el que se sienten especialmente identificadas.
Mientras Adele se pronunciaba a su favor al recoger un galardón en unos premios musicales, Lena y Leandra le dedicaban sendos editoriales en Lenny y Man Repeller, sus respectiva cabeceras. Taylor Swift -la misma que una vez dijo que existe un lugar reservado en el infierno para las mujeres que no defienden a otras mujeres- le ha donado 250.00 dólares (unos 226.000 euros) para que pueda hacerle frente a las costas judiciales, un gesto que, por otra parte, le ha valido un toque de atención de otra superestrella: Demi Lovato. Lovato acusa a Swift de oportunista. Una reprimenda anecdótica en el fragor de una batalla que llama al activismo y la lucha contra los abusos y la impunidad de los agresores sexuales en todos los ámbitos. No solo en el mundo del entretenimiento.
