¿Dónde está el límite? El culto al cuerpo en 10 documentales
Cuando la obsesión por la perfección bate récords, la lucha contra el propio cuerpo se convierte en la norma y entregarse al bisturí sale caro.
Cuando la obsesión por la perfección bate récords, la lucha contra el propio cuerpo se convierte en la norma y entregarse al bisturí sale caro.
To Be a Miss (2016)
El sublime documental que narra las aspiraciones de toda una nación: ser la próxima Miss Venezuela. To be a miss retrata la obsesión crónica que ha llevado a Venezuela a convertirse en el país que más concursos de belleza internacionales ha ganado en los últimos 60 años. Se definen como "exportadores de belleza a nivel mundial" pero ¿a qué precio? Esta radiografía social recoge el duro camino que muchas jóvenes siguen desde niñas para alcanzar el Olimpo de la belleza a través de los ojos de tres aspirantes y brinda una interesante reflexión sobre la distorsión institucionalizada que existe del cuerpo femenino en este país, el respaldo que recibe de los medios y la rentabilidad que genera este imperio. La naturalidad con la que se exigen peticiones irracionales de pérdida de peso y ‘packs’ retoques estéticos como el combo ‘nariz, busto y lipo’ te dejarán fría. Disponible en Netflix.
Living Dolls: The Making of a Child Beauty Queen (2001)
Podemos tomarnos los concursos de belleza infantiles a lo Pequeña Miss Sunshine, con humor y entendiéndolo como un hobby o preocuparnos por la sexualización prematura de niñas que ya desde los cuatro años presumen de bronceados falsos y cardados. Desde este prisma, Living Dolls: The Making of a Child Beauty Queen muestra el recorrido de Swan Brooner para convertirse en reina de la belleza bajo la disciplina y el obsesivo escrutinio de su madre. Samanta Villar también le dedicó su propio Conexión Samanta a esta cuestión, adentrándose en el certamen internacional ‘Beauty of the World 2011’ en Punta Cana para mostrar las horas de trabajo, el agotamiento y la cosificación a las que están sometidas estas menores. Recientemente Netflix se ha sumado al tirón de las mini beauty queens haciéndose con los derechos de una de sus caras más macabras: Casting JonBenet (en la imagen), la historia sobre el asesinato de una reina de la belleza de 6 años que conmocionó a EEUU y que a día de hoy sigue siendo un misterio sin resolver.
Thin (2006)
Miedo a no encajar en el instituto, pasar largas temporadas a dieta, contar calorías, nunca estar del todo conforme con cómo queda la ropa… Hasta aquí, el drama diario de cualquier adolescente. Sin embargo, estos detalles son la chispa que prendió el infierno que sufrieron Shelly, Polly, Brittany y Alisa, las cuatro protagonistas de Thin, el laureado documental por el que Lauren Greenfield se instaló durante seis meses en el Renfrew Center de Florida para los desórdenes alimentarios. El metraje muestra la cruda realidad de la anorexia y bulimia nerviosa: una lucha diaria contra el propio cuerpo donde el miedo, los secretos y las recaídas son una vorágine de la que cuesta salir. Historias difíciles de digerir como la de Polly, que ingresó tras un intento de suicidio. ¿El detonante? Haber tomado dos trozos de pizza. Disponible en HBO.
Fat, Sick & Nearly Dead (2010)
Y de la desnutrición severa pasamos al otro extremo: un retrato de la obesidad que parece haberse instaurado como norma en gran parte de la sociedad moderna. Joe Cross, un australiano llegado a EEUU con notable sobrepeso y urticaria crónica decide someterse a un reto de juice fasting o lo que es lo mismo, pasar 60 días de ayuno bebiendo únicamente zumo verde detox. Veremos a Joe recorrer el país con su inseparable licuadora para comprender los hábitos alimenticios de los americanos. En el camino, conocerá a Phill, un camionero con obesidad mórbida que decide sumarse a este drástico desafío para recuperar su salud. Si te encantó el aumento de peso a lo bestia de Supersize me (2004), espera a ver la terapia de choque de Fat, Sick & Nearly Dead y el impacto que esta tendrá en sus vidas. Puedes verlo en Netflix.
Vigor (2012)
¿Qué se esconde tras un cuerpo perfecto? Esta es la cuestión de la que parten Diego Cortés y Alfonso Rivero en Vigor (2012), el documental que muestra, sin necesidad de salir del país, cómo la obsesión por alcanzar el cuerpo perfecto también afecta al sexo masculino. Ahora son ellos quienes deben hablar sin tapujos sobre sus complejos, sus aspiraciones y lo que les llevó a adentrarse en un mundo de esteroides, trastornos alimentarios y sobredosis de ejercicio. Al igual que sucedía con la anorexia, estamos ante una percepción trastornada del propio cuerpo que provoca adicción al músculo y nos plantea una pregunta: ¿Qué culpa tiene la sociedad en todo esto? Puedes verlo en Filmin.
Running: la gran obsesión (2016)
Lo que comienza como una rutina, una moda, un entretenimiento, no tarda mucho en convertirse en una peligrosa adicción. Y es que la buena aceptación social que existe en torno al deporte es lo que hace que la práctica obsesiva sea más difícil de ver y de comprender. El documental nos lanza píldoras de información que invitan a reflexionar, como los 75.000 españoles que actualmente están en riesgo de adicción grave al running o que en los últimos 10 años han muerto 20 personas en carreras populares. En Running: la gran obsesión, comprenderemos los peligros a los que se expone el corredor obstinado, lo fácil que es dejarse llevar por el subidón de la competición y las secuelas que esto puede tener en nuestro cuerpo porque, también en esto del correr, querer no siempre es poder. Puedes verlo en Youtube.
Good Hair (2009)
El cómico Chris Rock es el encargado de poner el puntito de humor en Good Hair, la obsesión de la mujer afroamericana por el pelo ‘bueno’, entendido como la versión más clara, más dócil y, por supuesto, menos afro, de la cabellera y lo que esto realmente esconde: un intento secundado por los medios de comunicación, la publicidad y una industria millonaria de imponer un ‘mejorado’ prototipo caucásico desde muy temprana edad que difumina las raíces de la identidad afroamericana (disponible en Amazon). Algo similar narra el documental de Miguel Parra Pelo bueno, pelo malo (2008), la obsesión por el pelo liso que muestran las mujeres dominicanas y la crisis de identidad que conlleva. Puedes verlo en Youtube.
Bottoms Up (2014)
La obsesión por los culos grandes es el hilo conductor de este documental decidido a mostrar la fijación de la población estadounidense por poseer un derrière XL. Una especie de efecto Kim Kardashian (con permiso de Nicki Minaj) que ha traspasado fronteras hasta convertirse en el último (y peligroso) grito en cirugía estética. Más allá de la anécdota y de los evidentes riesgos que surgen de estas prácticas, en ocasiones clandestinas, Bottoms Up reflexiona sobre cómo ha cambiado la percepción del trasero y cómo la sociedad norteamericana se ha apropiado de este símbolo para incluirlo en su identidad cultural hasta volverlo un fenómeno mainstream. Puedes alquilarlo en su página web.
Plastic Disasters (2006)
Aviso: abstenerse susceptibles y personas fácilmente impresionables. Plastic Disasters no tiene reparos a la hora de recurrir a crudas imágenes de quirófano para contar la historia de Lucille, Mona y Tony, los tres protagonistas que decidieron someterse a cirugías plásticas sin tener la más remota idea del calvario que les esperaba. Una liposucción, una rinoplastia y un lifting fueron el inicio de este proceso tormentoso que, lejos de mejorar su autoestima, les dejó secuelas físicas y psicológicas imborrables, tal y cómo cuentan en sus testimonios. El documental muestra lo fácilmente influenciable que es la sociedad en cuestiones de estética y cómo una decisión a priori trivial puede resultar en el mayor error de sus vidas. Y si no que se lo pregunten a Mona, que entró a quirófano para deshacerse de su grasa abdominal y acabó perdiendo ambas piernas. Puedes verlo en HBO.
Mascara Boys: Sex Me Up (2016)
Si hay alguien que puede hablar en primera persona sobre la adicción a la cirugía, ese es sin duda Rodrigo Alves (más conocido como el Ken humano) y que recientemente entró en el libro Guiness de los Récords por acumular 51 intervenciones de cirugía estética y multitud de tratamientos. ¿La última? Someterse a un proceso láser que quema la piel para darle aspecto de porcelana. A Rodrigo le acompaña Junaid, un exmodelo e influencer digital en proceso cuya obsesión por el físico y las redes sociales le lleva a pasar "9 o 10 horas al día arreglándose" y Bobby, estudiante y wannabe de Ken humano con un propósito claro: “Cuando tenga 70 años, quiero parecerme a Cher pero sin el pecho, la vagina y la peluca”. Si pensabas que la obsesión por mostrar el cutis y el cuerpo perfecto era sólo cosa de mujeres, estabas equivocada. Puedes verlo en Youtube.
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