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Esta primavera tiene acento español
De nuestro folclore a la pasarela de vanguardia. Lunares, chorreras y volantes son los nuevos códigos que maneja la moda.
A veces la realidad supera cualquier proyección posible. Según Europa Press, el español se convertía el pasado año en la segunda lengua más hablada del mundo con casi 500 millones de usuarios sólo superada por el chino. Un dato cuantioso al que la moda también ha querido sumarse. En su particular homenaje al folclore innato de nuestro país, los Dolce & Gabbana siempre han sentido especial predilección. Su pasada P/V 15 parecía más una corrida de toros que un desfile de moda. Filia que también compartía la firma Moschino en su etapa pre Jeremy Scott con la aparición recurrente del capote en sus colecciones, la última, para su otoño/invierno 2012.
Ese marcado acento español que ya sedujo a musas de décadas pasadas como Brigitte Bardot o La Princesa de Gales, se cuela en la próxima P/V 2016 desde una óptica diferente. Más allá de fieles versiones de la idiosincrasia española firmadas por Proenza Schouler o Peter Copping para Oscar de La Renta, prendas clave como los trajes de faralaes se interpretan a otros niveles.
La gran novedad de la próxima temporada es cómo lunares, claveles y demás parafernalia española supera el filtro vanguardista. La chorrera, ese adorno textil que consigue volumizar cualquier prenda, adquiere un nuevo significado entre los últimos apellidos de la moda. Si los Marques’Almeida no ponen impedimentos para cubrirlos por su célebre deshilachado, Bill Gaytten para John Galliano juega al despite con su particular bata de lunares. Los volantes, según Olivier Rousteing para Balmain, pueden ser el perfecto enclave de la alfombra roja o incluso cubrirse de misticismo, si la mano lánguida de Sarah Burton en McQueen vuelve los hilos. En la resta de la obviedad y la inclusión de patrones más experimentales está el secreto.
Oscar de la Renta
Un viaje por los archivos de la Sociedad Hispánica de América fue suficiente para que Peter Copping adhiriera acento español a su nueva etapa.
Brigitte Bardot
La sex symbol adoraba a nuestro país y su estética. En la imagen, vestida con el traje de faralaes en 1960.
Michael Kors Collection
En esa nueva etapa de sofisticación minimal por la que atraviesa la firma, el traje de faralaes tiene cabida si la feminidad se plasma de forma sencilla. Volantes que camuflan un manto de flores bajo el color-no podía ser otro- más español, el rojo.
John Galliano
Los lunares se desprenden de su carácter más naif en esta interpretación moderna de la bata sevillana de Bill Gaytten.
Proenza Schouler
Sevilla tailoring bien podría ser el nombre de la colección P/V 16 de Lazaro Hernandez y Jack McCollough. Polka dots, chorreras, traje de luces... adquieren un nuevo sentido donde prima el patronaje.
Osman
El sombrero cordobés es el gran protagonista del desfile P/V 2016 de Osman, el diseñador afincado en la London Fashion Week desde 2007.
Jacqueline Kennedy
Nu dudó en enfundarse un traje de picador para asistir a La Feria de Sevilla en 1966.
Alexander McQueen
Quizás como herencia victoriana de su última colección o bien como un homenaje a los uniformes de los hugonotes, Sarah Burton recurre a la chorrera para escribir un nuevo capítulo artesanal en la historia de la firma.
Marques'Almeida
El dúo portugués no tiene reparos en fusionar vanguardia y tradición en un mismo patronaje. Larga vida al deshilachado.
Goldie Hawn
En esta imagen, la actriz americana podría pasar por una integrante de Las Grecas.
Lady Di
Uno de los encantos de la Princesa de Gales era su atrevimiento estético. Un diseño flamenco de Murray Arbeidle acompañó en la gala del Grosvenor House Hotel de 1986.
Balmain
Olivier Rousteing es de esos pocos diseñadores que va por libre tejiendo sus propias tendencias. Pero el gran "enmarcador" de la silueta coincide con sus colegas de profesión en recuperar los volantes como signo absoluto de feminidad.
Chiara Boni La Petite
La manga de volantes, que vivió su época de esplendor más allá de nuestras fronteras en los 60, es la gran apuesta de la diseñadora milanesa.
María Escoté
En su última colección, conviven elementos -en apariencia- antagónicos como la música electro y el faralaes (heredado de su gusto por Marisol). Casi nada.
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