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Casarse en los meses más fríos del año no es una de las opciones más habituales, de hecho, el invierno es la estación con menor número de bodas. Sin embargo, una boda de invierno es el sueño de muchas parejas y que muchas veces tiene un significado de lo más especial. Esto fue precisamente lo que sucedió con Berta y Carlos, quienes nos explican la importancia del invierno en su historia de amor: "Nos conocimos en la universidad, pero no fue hasta la celebración de Navidad del último año cuando empezamos a salir juntos. Siempre quisimos una boda de invierno y diciembre nos pareció el momento perfecto. De hecho, los guiños a la navidad fueron algo constante durante toda nuestra boda", explica Berta.
Al ver esta impresionante celebración no hay duda de que el invierno es siempre telón de fondo de las bodas más originales de todas y también de los estilismos de novia más inusuales e interesantes, como el de Berta, que contaba con un jersey de punto como protagonista indiscutible. "Mi look estaba muy condicionado por la idea de boda que teníamos en mente: una boda de invierno. Por otro lado, me encantaba la idea de un concepto sencillo pero elegante, algo de manga larga que se asemejara a un jersey. Además, quería asegurarme de que tendría la sensación de sentirme cómoda durante la boda y no tener que estar pendiente del look o pasar frío", cuenta. Por ello, Berta se decantó por dejar de lado el tradicional vestido y diseñar junto a JCPAJARES un conjunto de tres piezas.
Berta fue una novia de ideas claras desde el primer momento: sabía que quería algo a medida, que no fuera un vestido, sino un conjunto de dos piezas y tenía más que claro su diseñador: "Siempre tuve claro que buscaría algo a medida, con una idea más o menos clara de lo que quería (un conjunto de dos piezas). Además, ni siquiera hice la transición de visitar alguna boutique de trajes de novia: fui directamente a contactar con el estudio de Juan Carlos Pajares, ya que admiro sus colecciones y su filosofía de trabajo artesanal, abogando por el talento local."
"Me inspiraba mucho la boda de Olivia Palermo con esa frescura y sencillez que da paso a lo importante: la celebración del amor entre dos personas."
El proceso comenzó con la selección de la silueta y, a partir de ahí, trabajaron en los materiales y el resto de los detalles. "La falda con organza de seda es una pieza increíble, donde Juan Carlos supo incorporar el movimiento y comodidad que buscaba e incluso elementos que me hacían especial ilusión como los bolsillos laterales. El jersey tejido a mano es toda una obra de artesanía, con un juego de diferentes puntos que le aportaban la mezcla perfecta entre la comodidad de un jersey y las formas más clásicas y formales de un vestido de boda. Por último, pensamos en una tercera prenda que nos aportara la versatilidad necesaria para una boda en diciembre, para lucir tanto en exterior como en interior: un top en seda con motivos de hojas en relieve, ideal para bailar toda la noche."
Sobre este epatante look de novia nos habla también Juan Carlos Pajares, diseñador del mismo: "Berta tenía claro que quería un dos piezas y no pasar frío. Quería algo comfty y minimal, pero con un toque diferenciado y artesano. Creo que la silueta y el jersey ejemplifican esto además de darle un punto de tendencia. La falda está realizada para favorecer sus expectativas y su silueta, tres capas de organza y una de tafetán que sigue aportando un volumen sutil sin renunciar al movimiento y un forro de bastante gramaje, para el frío.Para la fiesta teníamos claro que había que cambiar el jersey. Le hicimos un top de organza con flores bordadas en gasa, algo romántico pero sin que fuese ñoño", explica.
De la misma forma que el estilismo nupcial de esta novia está cargado de personalidad, los accesorios y complementos que lo acompañan no podían ser menos. Berta se decantó primeramente por unos zapatos de Dior, aunque acabó luciendo una inesperada apuesta: unas botas Dr. Martens. "Casarse en diciembre tiene una desventaja: el tiempo. Durante las semanas previas no era nada esperanzador y había bastantes posibilidades de lluvia. Finalmente, el mismo día de la boda dejó de llover después de una noche muy lluviosa y se me ocurrió coger mis botas Dr. Martens por si acaso. Cuando llegamos a la finca, el suelo de los espacios exteriores estaba muy mojado y opté por reservar cautelosamente los zapatos de Dior para el banquete en el interior. Hice la ceremonia con mis botas, a juego con el novio y le dio un toque de lo más original", narra Berta.
También se decantó por un bolso blanco de Jacquemus, concretamente el modelo Chiquito Noeud.
Como no podía ser de otra forma, la decoración de la boda también rendía homenaje al invierno y a la Navidad. Podían encontrarse flores de algodón, enebro, abeto e incluso muérdago, tampoco faltaron una buena chimenea y más de un árbol de navidad.
Para Berta, lo más significativo de su boda fue el aroma que acompañó al especial día: "Las invitaciones las hicimos 100% personalizadas con Samikay e incluimos un aroma en ellas con aceite esencial de bergamota. Un olor cítrico que nos encanta, con un fruto mediterráneo que se recolecta durante la época de invierno. Este mismo olor acompañó las estancias interiores de la finca y los baños con difusores y ambientadores creados específicamente. Para ello, contamos con Eleven People, un estudio de velas artesanales asturiano que creó estos elementos para nosotros e hizo posible transportarlo a las casas de nuestros invitados con el detalle de velas personalizadas con este mismo aroma.", explica.
La de Berta y Carlos es una de las mejores pruebas de que las bodas de invierno pueden ser una opción de lo más interesante, además de ser perfectas para jugar con nuevas opciones de vestidos de novia y de decoración.
