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La pasión por la moda corre por las venas de Beatriz, una joven andaluza que compagina su trabajo en una agencia de comunicación de la capital con un perfil de Instagram donde comparte con sus seguidores sus estilismos diarios y consejos de moda. Por ello, desde que su marido, Borja, le pidiera matrimonio, podíamos augurar que el vestido de novia de Beatriz no sería como el resto y que estaría lleno de los elementos que mejor definen su estilo. Efectivamente, así lo confirmó el pasado día 10 de septiembre, cuando la pareja se daba el sí, quiero en la Colegiata de Vigo, en Galicia, para después trasladar la celebración a un espectacular pazo de Nigrán.
Respecto al vestido, Beatriz optaba por un vestido color champagne ya que, según cuenta, no le gusta el color blanco. El mismo es obra de Inés Lacasa, un atelier de moda consciente donde la sostenibilidad está a la orden del día. Incluso, el taller donde fabrica se alimenta de energía solar y las etiquetas de sus prendas están hechas de semillas, para poder plantarse y tener así una nueva vida. "Ya que soy andaluza y me casaba en Galicia, quería añadir algún elemento al mi vestido de novia que rindiera homenaje a mi tierra, que recordara ligeramente a la mantilla, incorporar el crochet así como las mangas que recordaran a la estética del sur. ", cuenta Beatriz.
Además de las llamativas mangas, el vestido de novia principal de Beatriz contaba con un favorecedor escote halter y una espectacular espalda descubierta con cordones cruzados que se completaba con el chaleco de crochet.
Respecto a los complementos, Beatriz nos cuenta que optó por pendientes de Arbusá, que diseñó ella misma durante meses, el anillo de Simuero y sandalias de Culto.
Como segundo vestido, Beatriz optaba por un diseño corto lleno de flecos, en color blanco roto y con el bajo en zig-zag firmado por María Gadea, muy cómodo y práctico para la fiesta. "Ambas nos enamoramos del tejido lo hicimos sin prueba, ni tomar medidas, ni nada, un poco a ciegas", narra. Para este vestido, cambió los tacones por unas alpargatas de cuña de Macarena, una de las firmas favoritas de la reina Letizia.
Los novios celebraron el banquete en el exterior del pazo, contando con un menú creado por el chef Pepe Solla. Respecto a la decoración floral, esta fue obra del estudio floral de Ferini. Asimismo, Beatriz recalca la ayuda de su wedding planner, Martina por el Norte, "Soy de Cádiz, vivo en Madrid y casándome en Vigo no siempre me era sencillo poder gestionar cada detalle, sin duda recomendaría contar con una organizadora a todas aquellas que se casen fuera de su ciudad", explica.
Sin duda, una boda llena de personalidad en la que los dos vestidos de Beatriz reflejan perfectamente la personalidad de las novias contemporáneas que quieren incluir detalles más en tendencia en los looks de boda.
