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A pocas prendas les han dedicado tantas canciones –de Estopa a Manolo Escobar como a la minifalda. Nacida en los años 60 —algo que la convierte en una de las pocas prendas habituales en nuestro guardarropa actual con menos de 100 años de historia— la minifalda no surgió únicamente con un propósito estilístico, sino que fue todo un símbolo de empoderamiento y cambio social, convirtiéndose en estandarte del feminismo y de la nueva era. Desde que la revolucionaria Mary Quant diera vida a esta prenda, la minifalda no ha faltado en el vestidor femenino, transformándose a lo largo de las décadas, habiendo una versión emblemática de cada momento y también una forma muy concreta de llevarla.
Después de algún tiempo a la sombra de las faldas midi o maxi, la minifalda volvió a la primera plana tras inundar las pasarelas y más especialmente debido al triunfo de la estética Y2K y de las virales minifaldas de Miu Miu. Lejos de desvanecerse, este otoño la minifalda se dibuja como una de las prendas que marcará la pauta y, además, tiene ya unas reglas de juego muy concretas sobre cómo debe llevarse: con botas de media caña, una fórmula que repitieron sin cesar en los años 70 desde su creadora a su mayor impulsora, la modelo Twiggy, pasando por la actriz Ursula Andress.
Ahora, en pleno 2023, la que fuera una de las primeras formas en lucir la minifalda regresa y es que cuenta con numerosas bondades. Para empezar, armoniza las piernas, alargando la silueta. Además, el combo de minifalda y botas de media caña es perfecto para otoño y entretiempo, para huir aún de las medias pero no pasar frío.
Minifalda y botas de mediacaña: el combo infalible del otoño 2023
Michael Kors, GCDS, Blumarine o Elie Saab han sido algunas de las muchas firmas en rescatar esta apetecible combinación de cara al otoño-invierno 2023/2024. Respecto a la parte superior, todas coinciden en optar por prendas más holgadas o chaquetas a conjunto.
Por si con las pasarelas no había quedado lo suficientemente claro, las expertas en moda danesas han venido a recordar en esta nueva edición de la semana de la moda de Copenhague no solo que la minifalda sigue siendo imprescindible, sino la importancia de combinarla con botas de media caña de todos los estilos, desde las moteras –a las que, por cierto, conviene seguir la pista– hasta unas prácticas botas de agua. Sin duda, una tendencia súper fácil de seguir y de lo más práctica para el día a día.
