Se ha levantado a las cuatro de la mañana para viajar a Madrid y llegar a tiempo a esta sesión de fotos y, tras estar cinco horas en poses que podrían resultar imposibles a sus siete meses de embarazo, Marta Lozano (Valencia, 1995) no pierde la sonrisa. Está acostumbrada a coger trenes y aviones cada semana, pero vivir en Valencia, cerca de su familia, "me mantiene con los pies en la tierra", afirma. Su saber estar y una agenda en la que apenas quedan huecos nos recuerdan por qué la que es ya la profesión más deseada por los jóvenes españoles no siempre resulta tan idílica como la pintan: "Todo el mundo quiere dedicarse a esto, por eso somos tan criticados. Pero no es tan fácil... Hay que estar mentalmente fuerte, si no, no aguantas ni dos días".
En este anhelado sector, Lozano supo encontrar la fórmula para destacar, algo que le ha hecho alcanzar varios hitos, como convertirse en una de las primeras influencers invitadas a los Premios Goya o a la alfombra roja del Festival de Cannes, momentos que recuerda como dos de los más felices de su carrera. Pero detrás del brillo de los focos también hay espacio para las sombras. Marta asegura que, a pesar de la concienciación sobre el hate (el odio infundado) que sufren los creadores de contenido, "los comentarios negativos han crecido al mismo ritmo que las plataformas". Por sus palabras, parece que ha aprendido a vivir con ello y también narra sin complejos cómo cuida su salud mental acudiendo a terapia regularmente. No duda en ser tajante con esta cuestión: "No me imagino que nadie me diga por la calle lo que me dicen en redes sociales". El mejor ejemplo del sinsentido de esta negatividad lo resume en una simple anécdota: "Por la misma foto me han llegado a llamar anoréxica y gorda a la vez".
Hace tres años, la valenciana decidió dar el salto a la industria de la belleza con Glowfilter, marca que comparte con su pareja y otra socia: "Yo no tenía espíritu emprendedor, estaba muy cómoda trabajando para otras marcas, pero mi marido me animó. Ese fue mi primer bebé, requiere más implicación y tiempo que cualquier otro proyecto, pero la satisfacción que da también es mayor", concede. Teniendo un perfil tan orientado a la moda, es inevitable preguntarse qué le llevó a decantarse por la belleza, algo que justifica en una vivencia propia: "He sufrido bullying por los problemas de piel que he tenido toda la vida. Eso me motivó a ser yo quien intentara ayudar a otras personas".
Su siguiente gran proyecto está a punto de llegar con el nacimiento de su primer hijo. Mientras nos explica fascinada sus sensaciones durante el embarazo –como que el pequeño Lorenzo no haya dejado de moverse durante estas fotos–, Marta reflexiona sobre cómo la maternidad la ha llevado a redescubrirse a sí misma: "No era consciente del nivel de cambio que iba a vivir, estoy conociendo a una 'yo' que no sabía ni que existía", dice riendo. Aunque la ilusión siempre es mayor que los miedos, su trabajo le ha hecho meditar sobre la infancia que tendrá su hijo: "Me he criado en una casa en la que mis padres siempre estaban. Me asusta que mi trabajo implique viajar tanto, ya que me gustaría transmitir esa sensación de hogar que yo he tenido. Me inspiran todas las mujeres que compaginan la maternidad con su carrera profesional. No quiero dejar de ser esta Marta que ahora entra y que sale con total libertad". Teniendo en cuenta que es capaz de lograr todo lo que se propone, seguro que así será.
Peluquería y maquillaje: Carmen De Juan (Another Artists). Producción: Beatriz Martínez Velasco. Asistente de fotografía: Germán Arbós.
