El pantalón vaquero negro cuenta con casi tantas adeptas como los jeans azules de toda la vida. Aúnan la comodidad propia de este tipo de pantalones y la elegancia asociada al negro, por lo que se adaptan a casi cualquier situación consagrándose como uno de esos básicos que hay que tener en el armario. Bien lo sabe Carlota Casiraghi, que ha elegido unos vaqueros negros para asistir al desfile de Chanel. Ella, que es fan de los vaqueros en todas sus versiones, ha escogido la simplicidad y comodidad de este tipo de pantalones para dejarse ver en una de las principales citas de la semana de la moda de París. Eso sí, no se ha puesto unos vaqueros negros cualquiera: la hija de Carolina de Mónaco se ha decantado por un modelo con campana que mezcla el regusto setentero con uno de los patrones que más favorecen.

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Pascal Le Segretain//Getty Images
Carlota Casiraghi en el desfile de Chanel otoño-invierno 2024.

La princesa ha combinado estos vaqueros negros de campana con la que probablemente sea la prenda más repetida de su armario y una de las que mejor representan su estilo: la chaqueta de tweed. Símbolo archiconocido y reconocible de la Chanel, es una de las chaquetas que siempre se repite entre las asistentes a sus desfiles y que Carlota Casiragui ha llevado hasta la saciedad. Esta vez, se ha decantado por una versión en color salmón con estampado de cuadros y doble hilera de botones dorados que ha combinado con su color de labios.

Por lo demás, la hija de Carolina de Mónaco ha apostado por la naturalidad de su melena suelta y ligeramente ondulada y ha rematado el estilismo con unos botines negros, los zapatos cómodos favoritos de las parisinas, y un precioso bolso granate de Chanel. El último detalle de estilo que nos deja su look es precisamente la forma en la que ha decidido llevar el bolso: a pesar de que se trata de un modelo con cadena que podría haber llevado colgado al hombro, la royal lo ha preferido sostener por las asas luciéndolo como bolso de mano. Un pequeño truco que da más protagonismo a este accesorio en un estilismo que no tiene nada (del otro mundo), pero al mismo tiempo lo tiene todo. Carlota Casiraghi en estado puro.