El joyero de las royals está repleto de piezas únicas con historias y significados que añaden valor y sentimentalismo a cada una de ellas. Y el de la reina Margarita de Dinamarca, posiblemente uno de los más completos y valiosos, no es excepción. La monarca danesa, que en apenas unos días abdicará tras 52 años en el trono, cuenta con piezas que ha heredado de la familia, pero también con otras que ha recibido como obsequio a lo largo de estas cinco décadas como soberana. Una de las más destacadas y con mayor repercusión es, sin duda alguna, la llamada tiara de amapolas.

A diferencia de otros diseños, la tiara de amapolas, también llamada Golden Poppies Tiara o tiara de nuestra época, no es una única diadema sino que se extiende por todo el cabello. Fue realizada por el artista Arje Griegst en 1976 para la Reina Margarita II de Dinamarca, y según apuntan múltiples fuentes el diseño es una interpretación de un jardín de flores que habría sido diseñado por la propia Reina, amante del arte.

Esta joya está elaborada en oro de 21 quilates, cuenta en ocho flores (amapolas) que pueden llevarse juntas o por separado y contienen en su interior perlas barrocas y cuatro estambres que terminan en diamantes. Asimismo, podemos ver como cada una de estas amapolas cuentan pétalos, conseguidos con finas placas martilladas, que incluyen piedras lunares y aguamarinas que representan gotas de rocío, así como insectos.

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Todas las flores están unidas a una peineta mediante cordeles en cuyo extremo cuelgan dos cuartetos de lágrimas de ámbar de Dinamarca, conocido como el oro del Norte. El conjunto se completa con pendientes a juego y gargantilla.

dinner for the engagement of denmark's crown prince frederik and mary elizabeth donaldson in fredensborg, denmark on october 08, 2003
Eric TRAVERS//Getty Images

A lo largo de estas más de cinco décadas en el trono han sido múltiples las ocasiones en las que la reina Margarita ha llevado este diseño único. Entre ellas, ocasiones tan relevante como la recepción a los actuales reyes eméritos de nuestro país, el rey Juan Carlos y la reina Sofía celebrada en Copenhague en 1980.

También en 1998 durante otra recepción en palacio, en esta ocasión a los reyes de Jordania o más recientemente, en 20023, para el compromiso oficial del príncipe Federico y Mary de Dinamarca, los inminentes reyes del país. Sin duda es una de las joyas más especiales y valiosas de la reina Margarita de Dinamarca.