Paul Mescal me muestra unos pantalones cortos muy cortos. Estamos en su habitación de hotel en Marruecos, país en el que rueda a las órdenes de Ridley Scott Gladiator 2, la esperada secuela de la cinta del mismo director que ganó el Oscar en el año 2000, y este actor irlandés de 27 años me complace cuando le pregunto si hay algunos que sean sus favoritos.

«Qué emoción», confiesa. «Me encanta. A ver, ¿dónde están mis favoritos?», pregunta casi derribando la silla para encontrarlos. «No sé qué sería de mí en verano sin ellos. No llevo nada bien el calor»,explica mientras sujeta unos pantalones cortos negros con tres rayas blancas en los laterales. Según me cuenta, son de la marca deportiva de fútbol gaélico O’Neills. No hace mucho, mientras representaba la obra Un tranvía llamado deseo en el West End londinense, los fans hacían cola un día sí y otro también en la puerta del escenario para verlo salir después de la sesión de la tarde con unos pantalones cortos ochenteros que dejaban sus muslos a la vista. Mescal sonríe y dice: «[O’Neills] va a conseguir una buena publicidad con esto».

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El actor acepta de buen grado la atención recibida tras su papel revelación hace tres años en Normal People, adaptación de Hulu de la novela homónima de Sally Rooney, y su posterior ascenso al estrellato. La serie, aclamada por la ternura con la que retrataba el amor adolescente y el hiperrealismo de sus escenas de sexo, se emitió en la primavera de 2020 y llegó a una audiencia que estaba reprimida tras semanas de cuarentena por la COVID. Mescal recibió una nominación a los Emmy por su conmovedora interpretación de Connell, y tanto el actor como la fina cadena de plata que llevaba su personaje se convirtieron en objeto de la voluble lujuria de Internet.

«Si voy a hacer series como Normal People, está claro que van a despertar cierto apetito por parte de la gente», comenta sobre el interés del público en su vida personal. «De eso, un ochenta por ciento es agradable; el veinte por ciento restante es agobiante».

paul mescal
Mario Sorrenti
Camiseta de Gucci. Pendientes y collar de la colección Juste Un Clou, de Cartier.

Quizás la parte agobiante tenga que ver con su relación (y ruptura) con la cantante Phoebe Bridgers, que ha sido carne de TikTok y alimento para la prensa amarilla durante la mayor parte de los tres últimos años. «Es lo personal lo que duele y eso, precisamente, no es asunto de nadie más. Ninguna persona debería opinar porque hacerlo es inmoral y cruel», confiesa. «Sinceramente, me cabrea... Es ese derecho a la información que la gente se cree que tiene lo que me saca de quicio».

Mescal lleva poco tiempo dentro de la maquinaria de Hollywood y parece desconfiar de su artificio. No ha comentado nada en Twitter desde 2020 y no tiene ninguna otra cuenta pública en redes sociales; no promociona ningún licor y no está intentando construir ninguna «marca». Tras estudiar artes escénicas en la Academia Lir de arte dramático de Dublín, trabajó dos años sobre las tablas porque, en parte, las audiciones para papeles en cine y televisión le resultaban muy «humillantes». «No me creía lo que tenía que decir», explica. «Recuerdo hacer una prueba para un programa de televisión; era como una “autoaudición” de dos líneas. Mi parte del guion era ridícula a más no poder».

«Siento que estoy en la liga de los jóvenes. Y soy joven, pero me gustaría seguir practicando este deporte toda la vida».

«Una persona puede actuar hasta un límite», dice Andrew Scott, el cura “buenorro” de Fleablag, que protagoniza junto con Mescal la película Strangers, una adaptación libre de la novela homónima de Taichi Yamada de 1987 que dirige Andrew Haigh y cuyo estreno se aproxima. «Creo que lo que eres termina por manifestarse, tu actitud hacia las cosas. Y eso es lo que creo que tiene, una increíble alma irlandesa, amable e inteligente». Y añade: «Parece inusual decir que alguien que está en esa etapa de la vida esté interesado únicamente en crear una obra, pero es que en su caso es así».

Mescal, que recibió su primera nominación al Oscar a principios de este año por su interpretación de un padre joven en la película Aftersun, de Charlotte Wells, gravita hacia proyectos cerebrales y centrados en los personajes, donde su parte del guión no sea ni por asomo «ridícula a más no poder». Este otoño protagonizará junto a Saoirse Ronan la adaptación de la novela Foe, de Iain Reid, que dirige Garth Davis. Ambientada en 2065, en el Medio Oeste americano, la película desafía la lógica con la ciencia ficción como telón de fondo, dejando el primer plano para abordar las relaciones largas. Mescal interpreta a Junior, un granjero al que se le ofrece la oportunidad de vivir en el espacio mientras su esposa, Hen (interpretada por Ronan), se queda en casa aislada en su granja, aunque no está del todo sola. «La sensación de tener una relación con alguien y estar enamorado, para mí, a veces se parece a la de un caballo que sólo ve lo que tiene delante. Es una sensación maravillosa», confiesa Mescal. «En esta película, el trabajo consistía en descubrir lo que se siente al estar inmerso en una relación apática. No es una sensación que yo conozca».

paul mescal
Mario Sorrenti
Camiseta sin mangas, pantalones y botines, de Gucci. Pendiente y collar de la colección Juste Un Clou, de Cartier.

Mescal tiene varios proyectos en marcha, incluida la adaptación de la obra Merrily We Roll Along, de Stephen Sondheim, en la que Richard Linklater lleva décadas trabajando. Con ellos, y con el estreno de Gladiator 2 el año que viene, este joven actor está a punto de catapultarse a otro estrato de la fama y consolidar su puesto entre los grandes talentos cinematográficos de la próxima generación. Para Ronan, su dedicación siempre ha sido más que evidente. «La primera vez que vi actuar a Paul fue en Irlanda, en un anuncio de las salchichas Denny», recuerda la actriz. «Va a matarme cuando se entere de que lo he dicho, pero en serio, fue la primera vez que pensé: “¿Quién es ese chico? Es muy bueno”».

«La sensación de estar enamorado a veces se parece a la de un caballo que sólo ve lo que tiene delante. Es una sensación maravillosa».

La viralidad de Internet, los cotilleos, las alfombras rojas, incluso la racha de buenos papeles; Mescal sabe que, en su mayoría, todo eso es efímero. «Siento que estoy en la liga de los jóvenes», afirma. «Y soy joven, pero me gustaría seguir practicando este deporte toda la vida». Le enganchan las cosas que duran. «Tengo la sensación de que cuando tenga 50 años, si tengo la suerte de seguir actuando, miraré hacia atrás y me fijaré en las relaciones que he construido a lo largo de los años y diré: “Eso era lo importante, joder”».

Este artículo aparece en el número de septiembre 2023 de Harper's Bazaar España, disponible en quioscos a partir del 18 de agosto. Tanto las fotos como la entrevista de este reportaje se realizaron antes de que se convocara la huelga de SAG-AFTRA.

PELUQUERÍA Y MAQUILLAJE: JOSH KNIGHT PARA HORACE. PRODUCCIÓN: HOLMES PRODUCTION. SET DESIGN: EMMA ROACH. AGRADECIMIENTO ESPECIAL A HOXTON DOCKS.