Ella es escorpio. Y, con la típica reserva de los de su signo, Jenner y yo no hablamos de eso hasta casi el final de nuestra charla. Las cualidades atribuidas a su zodiaco se entretejen a lo largo de la conversación. Jenner habla a menudo de cambio y evolución. Siento que estoy entrando en mi edad adulta como mujer –me dice–, y tener tantas mujeres fuertes a mi alrededor me ha ayudado a dar forma a mi sentido del valor propio".
Jenner, de 27, está en una habitación blanca con estanterías con libros de arte y novelas a sus espaldas. Va vestida informal, con una camiseta de tirantes, el pelo recogido y la piel hidratada. Parece como si acabara de llegar de una excursión o de un paseo por el parque con el perro, el ideal platónico del aspecto que una podría tener descansando en casa. Cuando habla, lo hace con la seguridad de alguien que ha pasado toda su vida delante de una cámara. A menudo matiza lo que dice pensando en cómo va a recibirse. "Quizá suene muy de Los Ángeles", dice. O: "Probablemente suene cursi". Es la imagen de una persona acostumbrada a que la observen que ha desarrollado la perspectiva del observador, un recordatorio de que sabe cómo los demás pueden intentar encajarla en una narrativa. Incluso cuando la miran, ella te devuelve la mirada.
La familia Jenner ha estado a la vanguardia de la cultura popular mundial desde el estreno de Keeping Up with the Kardashians en 2007. Jenner tenía 11 años cuando se emitió por primera vez, y al principio se la veía como la que se metía en líos con su hermana pequeña Kylie, en contraste con la visión de las vidas de sus hermanas mayores, que trabajaban para construir su fama. Sin embargo, Jenner recuerda su infancia como un lugar casi espiritual. "Era muy reservada –confiesa–. Me encantaba esconderme en mi habitación y hacer mis cosas o montar a caballo". Su madre, Kris Jenner, apunta: "Siempre ha tenido muy claro quién era. Su superpoder es saber cuándo es demasiado o cuándo no es suficiente… Ella es mucho más inteligente que yo en eso, y me ha enseñado un par de cosas al respecto".
Mi parte favorita de hacerse mayor es que ganas en sabiduría y conocimientos
La capacidad de Jenner para mantener una sensación de misticismo ha sido crucial para su éxito en la moda, donde hoy es una de las modelos más solicitadas. Esencial para ese trabajo es una persona que insinúe ser conocida y mantenga al mismo tiempo una sensación de misterio, que permita a los espectadores construir su propia historia, el baile de la imaginación que conforma lo que entendemos por glamour. "Esta no es siempre una industria fácil. A veces puede ser realmente despiadada e intensa", comenta Jenner. El negocio es radicalmente distinto al que ella se encontró en sus comienzos, hace casi una década. Su ascenso refleja los cambios en cómo se construyen las marcas, las campañas y las carreras, y dónde reside ahora el poder. Jenner estaba a la vanguardia de una nueva generación de modelos –muchas de ellas nacidas en un entorno privilegiado o adyacente a las nepo-babies– que utilizaban las redes para expandir sus marcas personales ofreciendo atisbos de su vida privada. Ahora tiene más de 292 millones de seguidores en Instagram y más de 4,9 millones en TikTok. Y le funciona: entre Kardashians y obligaciones de moda, Kendall maneja su propia marca de tequila, 818, y recientemente ha anunciado una nueva colaboración con L’Oréal Paris.
"Amo con pasión y sin excusas"
No cabe duda de que la maquinaria Kardashian le ha dado ventaja, pero ella ha sabido moverse con diligencia entre la telerrealidad y la Alta Costura sin dejarse absorber del todo por ninguna de las dos. "Cuando las cosas parecen ser muy fáciles para la gente, hay muchas críticas", apunta la directora de casting (y colaboradora de Harper’s Bazaar) Anita Bitton, que eligió a Jenner para su primer desfile de Marc Jacobs en 2014; "Pero para mantener lo logrado hay que tener cierto rigor, y ella lo tiene. Kendall Jenner es su propia persona", añade. "Ahora mismo me siento muy equilibrada. Empecé mi viaje de terapia hace un año y medio. Me reúno con mi terapeuta una vez a la semana, y cada vez aprendo algo nuevo. Estoy en constante evolución y me entusiasma hacerlo", suma Jenner.
La pasada primavera, la hermana de Jenner, Kim, la troleó con una camiseta con la frase ‘Kendall Starting Five’, por su afición a salir con jugadores de baloncesto. Internet también ha estallado por su rumoreada relación con Bad Bunny. El amoroso es un aspecto de la vida de Jenner que, como la mayoría de las cosas, ha tenido que desarrollarse a la vista de todos, pero también es algo que ella considera sagrado. "Amo con intensidad y sin pedir disculpas". No me gustan las despedidas y lucharé para no tener que decir adiós. Siempre lucharé por las relaciones. He sido así desde pequeña –asegura–. No me rindo ante nada. Algunas personas no están dispuestas a conocerme a ese nivel, pero no pasa nada. Prefiero eso a cerrarme a algo y no darle la oportunidad que merece".
Le pregunto a Jenner si conoce la tradición astrológica de los escorpio, de quienes se dice que son tan misteriosos por estar asociados a tres símbolos: el escorpión, el estereotipo del aguijón vengativo; el águila, que utiliza la capacidad de trabajo duro de los escorpio para mejorar su mundo, y el ave fénix, cuya capacidad para el amor profundo conduce a una comprensión superior. Los escorpio encarnan todos estos arquetipos en determinados momentos, pasando por ellos de forma cíclica. Para Jenner, esa es otra narrativa que negociar. "Mi afecto por la gente y mi empatía no han hecho más que crecer –matiza sonriendo–. Por eso mi parte favorita de envejecer es la sabiduría y el conocimiento".
Este artículo aparece en el número de septiembre 2023 de Harper's Bazaar España, disponible en quioscos a partir del 18 de agosto. Tanto las fotos como la entrevista de este reportaje se realizaron antes de que se convocara la huelga de SAG-AFTRA.
PELUQUERÍA: TOMO JIDAI. MAQUILLAJE: FRANK B. MANICURA: LISA JACHNO. PRODUCCIÓN: CALUM WALSH PARA NORTH SIX. DISEÑO DE SET: PHILIPP HAEMMERLE. TRADUCCIÓN: ANTONIO JOSÉ RODRÍGUEZ.
