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A las 9 de la noche del 21 de junio de 1982, llegaba al mundo William Arthur Philip Louis en el Hospital St. Mary de Londres. Lady Di y el príncipe Carlos se convertían en padres y Reino Unido celebraba la llegada del nuevo heredero al mundo, que pesó 3,200 kg y fue presentado al mundo solo un día después de su nacimiento. Era el broche de oro al primer año de matrimonio de sus padres, que se cumplía solo un mes después. No todo era tan idílico como mostraban las imágenes de aquella época, pero lo que sí está claro es que el pequeño William llenó de alegría a sus padres.
Diana se mostró siempre como una madre amorosa dispuesta a saltarse los rígidos protocolos para que la infancia de su hijo fuera relativamente normal y estuviera llena de recuerdos felices. El príncipe Carlos daba un heredero a la Corona y mostraba su lado más distendido cuando estaba junto al pequeño.
El príncipe tuvo una infancia feliz en Londres, donde acudió a varias escuelas, y siempre se mostró como un niño responsable y pendiente de sus tareas, muy lejos del carácter más alocado y gamberro del príncipe Harry, que ha dado más de un quebradero de cabeza a la Corona. Tras pasar por Eton College, se graduó en Geografía en la Universidad de St. Andrews, donde conoció a la que se convertiría en su esposa y madre de sus hijos, Kate Middleton.
La muerte de su madre, cuando solo contaba quince años, fue, sin duda, el golpe más duro de su vida. El príncipe William estaba pasando el verano en el castillo de Balmoral cuando Diana de Gales sufrió un accidente de tráfico en París que le costó la vida. Fue su padre el encargado de dar la noticia a sus hijos a la mañana siguiente. El príncipe heredero perdía a su madre, considerada la Princesa del Pueblo, e Isabel II asumió un papel protagonista en su vida, siendo una abuela cariñosa y cercana pero también una importante mentora en sus futuras tareas reales.
La vida del príncipe William ha estado marcada por mujeres que han jugado un destacado rol en su vida. De Diana de Gales a Kate Middleton, pasando por Isabel II o la princesa Charlotte, repasamos quiénes han sido y son los grandes amores de su vida.
Lady Di, la madre que quiso una infancia normal para un futuro rey
Cuando nació el príncipe William, Diana de Gales estaba a punto de cumplir 22 años y en apenas dos años se había visto catapultada a la fama tras su boda con el príncipe Carlos y el nacimiento de su primer hijo. Si algo tuvo claro Lady Di desde el comienzo, es que quería que sus hijos, más allá de su papel institucional, fueran criados con la máxima normalidad. Fue ella quien se encargaba de llevarles a los parques de atracciones y quien se 'escapaba' del Palacio de Kensington para comprar Big Mac y patatas fritas para los tres y cenarlo mientras hacían una sesión de cine en Palacio, según desvelaba su mayordomo al diario Mirror.
Diana de Gales fue la madre amorosa y protectora que se reflejaba en las fotos durante toda la infancia del duque de Cambridge. Este tenía diez años cuando sus padres se separaron, y su relación también se vio afectada. Cuenta la cronista Tina Brown en The Palace Papers que Diana se refería a él como "mi viejito sabio", porque durante su adolescencia se convirtió en el gran confidente de su madre.
No fueron años fáciles para ninguno de los dos pero el príncipe William supo ser apoyo para su madre y transitar por su adolescencia sin dar escándalos a la familia y a la prensa. Cuenta Paul Burrell en su libro A royal duty que cuando le retiraron su título real a Diana tras su separación del príncipe Carlos, William la abrazó y le dijo: "No te preocupes, mamá, yo te lo devolveré cuando sea rey".
Isabel II, abuela y mentora
Mucho se especuló si el príncipe William sería el heredero de Isabel II, y la monarquía saltaría una generación y dejaría al príncipe Carlos sin reinar. Ahora que el momento se acerca, todo apunta a que Carlos será rey pero el príncipe William siempre ha sido considerado el candidato ideal para sustituir a Isabel II. Nada agrada más a su abuela que su profesionalidad, su exquisita educación, la familia que ha formado y el profundo respeto que muestra siempre hacia la institución.
La admiración es mutua. En 2016, en el documental de ITV Our Queen at 90, el duque de Cambridge habló de su relación con su abuela. "Crecer, tenerla como referente, ha sido increíble. He podido explorar, comprender, trazar un poco mi propio camino. Aprecio y valoro mucho esa protección".
Muchos expertos reales han visto en su claro sentido del deber y de servicio al mejor heredero de su abuela. El escándalo generado por la entrevista que concedió el príncipe Harry a Oprah Winfrey y en la que lanzaba duras acusaciones contra la Familia Real unió aún más si cabe al príncipe William y a Isabel II. Juntos tomaron las decisiones y pasos a seguir por la familia real y la monarca tuvo aún más claro la valía de su nieto. "Están más alineados que nunca", comentaba una fuente al Sunday Times.
La reina Isabel también ha dedicado "mucho tiempo a mostrar su apoyo a la relación de Kate y William", según ha contado el biógrafo real Andrew Morton, para que no se repita el mismo error que cometió con Diana de Gales. De hecho, el propio William le pidió a la soberana vivir alejado del foco durante sus primeros años de matrimonio, para que Kate pudiera adaptarse de manera paulatina a su relevante papel dentro de la institución.
Ahora, los duques de Cambridge han tomado una decisión histórica: abandonar Londres y mudarse a Windsor, para estar más cerca de Isabel II.
Kate Middleton, su amor universitario y compañera de vida
"Lo que sucede con Kate es que la reina ha quedado muy impresionada con el hecho de que quiera y adore a Guillermo por ser como es, no por su título": esto es lo que más valora Isabel II de la duquesa de Cambridge, según desveló Andrew Morton en la revista Ok!, y probablemente sea esa la misma razón que la convierte en uno de los miembros más queridos de la familia real británica.
La historia de amor entre ambos está muy lejos de los arreglos matrimoniales que eran moneda de cambio en las monarquías hasta hace poco. Kate y William estudiaron juntos en la Universidad de St. Andrews, donde compartían residencia. Todo apunta a que fue en 2002 cuando la pareja comenzó su relación y siempre se ha especulado que el flechazo surgió cuando William vio a Kate desfilar para un evento benéfico.
Poco después, ambos se mudaron juntos a un apartamento con un amigo de Eton y, en 2004, el noviazgo ya era ampliamente conocido. No fue un camino de rosas, y tuvieron que superar una separación y un entorno que aconsejaba a William que fuera con pasos de plomo. En 2010, ocho años después de conocerse, el príncipe William le pidió a Kate matrimonio con el anillo de compromiso más especial: el de diamantes y zafiro que había pertenecido a Diana de Gales.
Ambos se complementan a la perfección y han sabido encontrar el equilibro entre la vida pública y la personal. Según publicaba el Daily Mail en un artículo, los amigos de Kate dicen que William es "absolutamente el amor de su vida". "No quiere ir de fiesta y preferiría vivir la vida tranquila en casa con su familia. Pero se enamoró de un príncipe y se han convertido en un equipo realmente bueno", cuentan los que la conocen.
Kate Middleton brilla por su naturalidad y por tener los pies en la tierra, también dicen de ella que es una gran mediadora, y que en más de una ocasión ha limado asperezas entre el príncipe William y Harry o incluso entre William y su padre, con quien tiene especial sintonía. Y lo más importante, han creado una familia junto a sus tres hijos que es el mayor refugio para ambos.
La princesa Charlotte, el ojito derecho del príncipe William
El 2 de mayo de 2015 el príncipe William se convertía en padre por segunda vez, esta vez de una niña. Charlotte Elizabeth Diana, un nombre lleno de significado que homenaje a su abuelo Carlos, su bisabuela Isabel y su abuela Diana. La pequeña, a la que familiarmente llaman Lottie, no solo es la bisnieta preferida de Isabel II, sino que también es el ojito derecho de su padre.
Dicen que Charlotte es la que manda entre los hermanos Cambridge, como pudimos ver en el Jubileo de Platino, y también se ha ganado al pueblo. En una visita que sus padres hicieron a Gales en 2020, una de las asistentes le dijo al duque de Cambridge que Charlotte era su favorita, y él respondió: "La verdad es que es adorable, justo como mi mujer".
La pequeña, amante de la cocina picante y enamorada del baile, sabe sacar la parte más distendida de su padre, y con sus travesuras y su personalidad promete ser uno de los miembros destacados de la Familia Real Británica en los próximos años.
