En 2024 los tampones se siguen pidiendo en bajini a la compañera de trabajo aduciendo, si acaso, que "estoy en mis días" o haciendo alguna broma sobre "Inés, la que viene cada mes", no vaya a ser que alguien nos escuche decir que tenemos la regla. Algunas mujeres aún piensan que es mejor no ducharse durante el periodo y en España, por anacrónico que parezca, se siguen repitiendo mitos como que la mayonesa se corta o el bizcocho no sube si se está menstruando. La cosa pinta mucho peor para aquellas que viven en países en los que tener la regla margina a la mujeres de las actividades económicas, políticas y religiosas e incluso les puede acabar costando la vida. En Nepal, por ejemplo, las mujeres pasan sus periodos aisladas en cabañas y muchas mueren víctimas del ataque de animales salvajes, las inclemencias del tiempo o la escasez de alimentos y agua.

Estos son, en palabras de la periodista María Zuil, coautora del libro La mitad que sangra (Libros del K.O.) junto a Antonio Villarreal, solo algunos de los peligros derivados de los mitos y la escasa atención que ha recibido la regla durante siglos. "La creencia de que no te puedes quedar embarazada si tienes la regla o el desconocimiento respecto a la ventana de fertilidad, que suele ser el día 16 del ciclo en lugar del 14 como se pensaba, son también muy peligrosos", cuenta a Harper's Bazaar. El propósito de su libro es precisamente el de arrojar luz a una cuestión que afecta a 1800 millones de mujeres en el mundo, pero que en muchas ocasiones sigue siendo ignorada por la investigación médica y científica, la política y la sociedad en general.

La idea de escribir La mitad que sangra a cuatro manos con el también periodista Antonio Villarreal surgió cuando, después de publicar en 2021 el reportaje Media España está sangrando cada mes: ni médicos ni científicos saben aún por qué, cientos de mujeres les dieron las gracias por visibilizar el dolor asociado a la menstruación, la píldora como el mayor experimento de nuestro tiempo o las variaciones en el ciclo causadas por las vacunas del covid-19. La buenísima acogida de un reportaje tan necesario sirvió como punto de partida para un libro que aborda la regla desde la investigación periodística y en el que han participado más de 900 mujeres a través de sus respuestas a una extensa encuesta elaborada para la ocasión. "Muchas nos han dicho que se enfrentaron a preguntas que nunca se habían planteado como, por ejemplo, cuánto es sangrar mucho o cuánto es sangrar poco. Y también nos han dado las gracias por sentirse escuchadas", explica Zuil.

la mitad que sangra es un libro imprescindible sobre la regla
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La menarquía, la menopausia, la píldora, el síndrome premenstrual, la endometriosis, la higiene íntima, el funcionamiento del ciclo, la pobreza menstrual o los hombres que menstrúan son solo algunos temas que se afrontan en el libro y que, oh sorpresa, en la mayoría de los casos siguen sin tener la atención científica, política y social que merecen. Como decía Gloria Steinem, "si los hombres tuvieran la regla se convertiría en una realidad masculina envidiable y digna de alarde" y, a buen seguro, ya se tendrían respuestas a por qué para algunas es doloroso (spoiler: no debería), qué produce la endometriosis o qué información sobre nuestro estado de salud nos da toda esa sangre que se va por el inodoro cada mes sin que a nadie se le haya ocurrido analizar.

"Yo misma he descubierto muchísimas cosas que desconocía sobre la regla escribiendo el libro", confiesa Zuil. "No tenía ni idea de cómo funciona el ciclo y siempre había pensado que el mío era demasiado largo, una anomalía. Ahora sé que no tiene por qué durar 28 días y que es totalmente normal tanto si es de 23 días como si es de 32". Para la periodista, la raíz del cambio está en la educación. "En los colegios se debería dar información sobre este tema a niños y niñas porque a veces se sigue sacando a los chicos de la clase cuando se aborda. Es importante que todos los alumnos sepan desde pequeños qué es la menstruación".

Si bien, en su opinión, esta última ola feminista está ayudando muchísimo a visibilizar el periodo y a convertirlo en objeto de debate y de nuevas políticas, aún queda mucho por hacer y son los pequeños gestos cotidianos los que pueden suponer un primer paso para cambiar el futuro. "Desde hace un tiempo, si me encuentro mal en el trabajo y un compañero me pregunta le digo que tengo la regla. Lo mismo si pido un tampón o una compresa: hay que decirlo igual de alto y claro que cuando pedimos un ibuprofeno".

A otro nivel, la periodista insiste en la importancia de reivindicar las políticas que ayuden a promover la dignidad y salud menstrual. "Se ha bajado el IVA de los productos de higiene íntima para la regla, pero debería ser cero. Y creo que también políticas como la baja laboral son muy positivas para visibilizar la menstruación y para que las mujeres que tienen reglas complicadas puedan tener calidad de vida. Muchas nos dijeron en la encuesta que se conformaban con poder teletrabajar los días en los que se encontraban mal, así que nada más lejos de la realidad de ser una excusa para no trabajar como apuntan algunos".

La mitad que sangra es un libro necesario porque aborda una realidad que afecta a la mitad de la población, pero no es solo para las personas que menstrúan cada mes. "Es una una cuestión que incumbe a la suficiente gente como para que nos interese a todos", afirma Zuil. "Los anuncios de compresas siguen mostrando la sangre de la regla de color azul. A día de hoy la regla aún nos sigue dando miedo y asco. Con que este libro sirva para que la gente empiece a hablar más de ella, nos damos por satisfechos".