Dicen que es mejor no conocer a tus ídolos. Ya saben: el miedo a la decepción y todo eso. Pero vivimos ya con suficiente temor a todo en 2023 como para añadir el de disfrutar de la magia de poner carne y hueso a nuestros referentes. Así que, de antemano, sirva este texto para desmentir el dicho popular. Alexa Chung (Winchester, Inglaterra, 1983) se presenta en nuestra cita con puntualidad británica. Lleva (porque esto siempre interesa) un jersey gris, jeans negros, botas Hunter bajas, su melena perfectamente desgarbada y el rostro sin gota de maquillaje. Rompe el hielo con alguna broma al respecto y se lanza a hablar de su cumpleaños. En unos días estrena década y está ultimando los detalles de su fiesta. 40 se antoja una cifra importante: "La edad en sí no me importa mucho, no te creas, porque genuinamente pienso que tengo 22 años... 26 como máximo", bromea. Su humor ácido inglés es seña de la casa, y recurre a él con frecuencia. Es extraño cuando endiosas a alguien —culpable— y resulta ser una persona normal a la que le hace ilusión montar un sarao con sus colegas de siempre. "Es agradable poder celebrar, ¿no crees? La vida pasa muy rápido. Por eso creo que cuando mis amigos consiguen un nuevo trabajo, o sus hijos cumplen años, o lo que sea, hay que estar. Esos son los momentos que luego recuerdas. Tenemos que crear alegría", sentencia. Sus palabras podrían ser la bienvenida de este número de Harper’s Bazaar.

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Josh Shinner
Alexa posa con top de algodón orgánico de STELLA MCCARTNEY y pendientes de oro blanco con diamantes de BOUCHERON.

Chung lleva 15 años en el candelero, y eso es algo no del todo fácil en este sector que se mueve tan rápido. Ha sido modelo, presentadora de programas musicales, ha publicado un libro de dibujos y reflexiones, ha escrito para distintos medios de moda y creado su propia marca homónima de ropa. Cambiar, dice, ha sido la clave de su éxito: "Sí, diversificar, supongo. Cuando algo deja de funcionarme, cambio de tercio. Y, bueno, ser simpática con la gente con la que trabajas. ¡Eso ayuda a que te sigan llamando!", dice entre risas. Su historia empezó en la campiña inglesa, en plena naturaleza, sin mucha supervisión y montando a caballo. Allí descubrió su afinado olfato por la moda: "Me obsesionaba con piezas concretas, quizá porque tenía una sensibilidad distinta, o qué sé yo. Me gustaban un par de botas de montar concretas, y llevaba los leotardos de ballet de una forma precisa", cuenta. Se mudó a Londres en busca de bullicio y allí, unos años después, la moda se fijó en ella. Pronto se adueñó del término por excelencia de aquella época, el de 'it girl', previo y mucho más exclusivo y aspiracional que el de 'influencer', pero finalmente igual de manido. Y eso terminó saturándola: "Me resultaba muy raro que se refirieran a mí como a un objeto [it] cuando, en mi cabeza, yo era una periodista musical y presentadora de televisión que había trabajado duro para llegar ahí. Sentía que se quitaba importancia a mi trabajo y sólo se me reconocía por un look... Pero sí, a la mierda, eso también es genial", sentencia divertida.

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Josh Shinner
Minivestido de seda y zapatos de piel, ambos de JACQUEMUS.

En 2017, Alexa dio el salto al diseño y creó su marca homónima, Alexachung, donde lanzaba pequeñas cápsulas a precios medianamente asequibles inspiradas por su propio estilo. "Fue una etapa divertidísima en la que aprendí mucho de mi equipo. Tuvieron mucha paciencia conmigo, fue como hacer una carrera de moda y un máster de empresa a la vez, porque no hubo un solo día en el que no aprendiera algo nuevo", comenta. Presentó varias temporadas en la Semana de la Moda de Londres pero, tras la pandemia, en 2022 tomó la determinación de cerrar. "Claro que me da pena que no funcionara, pero estoy feliz de haberlo intentado. También muy orgullosa de cómo lo hicimos: otros cogen, se declaran en bancarrota y dejan a su gente en la calle. Pero para nosotros era muy importante no dejar nada a medias. Puede que ese sea mi mayor logro laboral, el haber sido capaz de admitir que teníamos que aparcar el coche a un lado", confiesa.

alexa chung harpers bazaar women of the year
Josh Shinner
Chaqueta y minifalda, ambas de lana, y top y bóxers, ambos de algodón, todo de PHILOSOPHY di LORENZO SERAFINI, y calcetines de punto de algodón y zapatos de piel, ambos de AUGUSTA.
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Josh Shinner
Minivestido de seda con bordados de RICHARD QUINN, medias de WOLFORD y zapatos de piel, tweed y strass de ROGER VIVIER.

Después de eso, necesitó tomarse unos meses de reflexión, pero pronto volvió a la carga. El año que viene volverá a la televisión, y los últimos meses ha escrito artículos para diferentes publicaciones. Uno de ellos, lo hizo visibilizando la enfermedad que padece, endometriosis, de cuyo proceso ha hablado abiertamente en Instagram en varias ocasiones: "Al principio me costó mucho hacerlo porque no me sentía capaz de ser voz de algo así. ¿Estoy suficientemente grave para ser la persona que hable de esto, cuando hay mujeres que han perdido el útero? Es una enfermedad invisible y silenciada, de la que yo misma me enteré teniéndola, y es bueno saber que hay que pedir ayuda porque puede ser devastadora", comparte. Por cierto, también tiene claro que en algún momento volverá al diseño: "Sería muy grosero no aplicar todo lo que he aprendido, toda esa experiencia, en algo más maduro, ¿no?".

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Josh Shinner
Capa de punto XXL de lana y pantalón vaquero, ambos de LOEWE PARIS, y bailarinas de terciopelo de FLABELUS.

Por ser capaz de mantenerse relevante ante las exigencias (¿o caprichos?) de la moda, Alexa Chung es el premio Fashion Icon de los Women of the Year 2023 de esta cabecera. Ella también tiene sus propios iconos: "¡Miuccia Prada! Siempre ha hecho las cosas como ha querido y no como los demás esperaban. Y, bueno, en realidad cualquier mujer que haya sido capaz de mantener su carrera de moda en el tiempo: Diane von Furstenberg, Stella McCartney, Victoria Beckham...". A alguien con un exquisito termómetro para lo cool, resulta inevitable preguntarle qué le parece que lo es hoy en día. "Uhm... En términos de estilo, creo que vivimos en una era post-cool. Lo siento, chicos, somos post-cool, ¡es lo que hay! —ríe—. Me refiero a que ahora nada tiene tiempo suficiente para florecer, no hay una subescena haciendo cosas interesantes, creando su propia estética. Piensa en el punk, los New Romantics, el hip-hop... todos tuvieron tiempo de crecer en pequeñas comunidades antes de hacerse masivos, pero ahora eso es imposible. Así que te diré que para mí alguien cool es alguien divertido, con sentido del humor y buena gente. Ser cool es conocerte bien y estar a gusto con lo que eres. Eso te hace inmediatamente interesante. Por eso nos gustan Chloë Sevigny o Kate Moss, porque son como son y se muestran seguras de ello, y eso es tremendamente seductor".

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Josh Shinner
Chaqueta de lana con bordados y top de algodón, ambos de AMI PARIS, y broche de oro blanco con diamantes de BOUCHERON.

Escribir es una de las cosas que más disfruta de las muchas que le permite hacer su trabajo, y recuerda especialmente cuando entrevistó a Karl Lagerfeld. "Por algún motivo incomprensible, con 26 años me dejaron escribir temas de portada en revistas —se ríe—. Karl era espectacular, y me arrepiento mucho de haber sido tan joven en ese momento porque su mente era complejísima. Siendo quien era en la industria, estaba muy conectado a la cultura popular de cada momento. En su estudio tenía montañas de revistas People y Hello!; le encantaban Lily Allen, Lindsay Lohan, y siempre me pedía recomendaciones musicales. Así lo conocí, hablando de música después de uno de sus desfiles para Chanel. Después, me dio un bote de champú en seco... ¡al parecer lo tenía bastante grasiento!", comparte riéndose. Este pasado verano, Alexa publicó una columna sobre Jane Birkin, su ídolo particular, en el Financial Times. "Tuve la suerte de decirle que la adoraba en alguna sala del museo V&A de Londres", redactó. Antes de terminar nuestra charla, reflexiona sobre cómo le gustaría ser recordada a ella: "Más allá de su belleza, he pensado mucho estos meses en cuánto me ha inspirado Birkin a ser siempre yo misma porque veía que ella siempre lo había sido. Así que si consigo yo eso con alguien, será fantástico. Ojalá en unos años se me recuerde por ser fiel a mí misma, por haber sido real".

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Josh Shinner
Chaqueta de piel y vestido de algodón, ambos de VICTORIA BECKHAM, y zapatos de piel de ROGER VIVIER.

Peluquería: Halley Brisker (The Wall Group). Maquillaje: Wendy Rowe (The Wall Group). Producción: Beatriz Martínez Velasco. Asistente de estilismo: Álvaro Merino. Agradecimientos: Hotel Me London.