Para alguien que ha crecido en la misma era que Cuéntame cómo pasó, llegar a los estudios donde se rueda la serie en pleno verano, a 40 grados, y ver el barrio de San Genaro completamente desértico resulta estremecedor. Todo el equipo está resguardándose en los platós con el aire acondicionado, rodando en paralelo a esta sesión de fotos, pero la estampa es el presagio de lo que está por venir: tras 22 años en antena, Cuéntame emitirá antes de que termine el año su episodio final. Después de 23 temporadas y más de 400 capítulos, llega el último. Para siempre. La familia Alcántara pasará a formar parte de la historia que llevan contando tanto tiempo.
Dos días después del atentado contra las Torres Gemelas, en septiembre de 2001, TVE emitió el primer episodio de este proyecto en colaboración con Ganga Producciones: ambientada en 1968, la serie viajaba al espectador 33 años atrás, al corazón del franquismo, desde la perspectiva de lo que podía ser una familia cualquiera en un barrio de Madrid. Hubo dudas, muchas, sobre si funcionaría revivir uno de los tiempos más complicados de nuestro país, pero la forma en la que lo hicieron, su guion y los trabajadísimos personajes del núcleo familiar —que se reunirá al completo en esta última temporada, con la vuelta de Carlitos (Ricardo Gómez) y Karina (Elena Rivera)— calaron hondo en todas las generaciones de una sociedad que entraba con incertidumbre al nuevo siglo. El éxito no tardó en llegar: en 2003, su episodio más visto reunió delante de la televisión a 7 millones de espectadores, y en 2004, en su minuto de oro, conectaron casi 10 millones.
Hoy, Ana Duato, la eterna Mercedes Alcántara, acaba de terminar de rodar una escena junto a su marido en la ficción, Imanol Arias, Antonio. Será una de las últimas veces que lo sea. Sale de su sol —si acaso eso es posible después de tanto tiempo—, pasa por un retoque de maquillaje y se enfunda un mono de Fendi. "Mercedes es una mujer que está hecha de muchas mujeres, y de ella he aprendido mucho en lo personal y en lo profesional. Sé que la echaré de menos, sobre todo su generosidad y su alegría, pero seguiré viéndola en diferentes mujeres de mi vida —cuenta—. Como actriz, tendré que encontrar otro personaje donde me sienta tan completa y tan realizada. ¡Va a ser difícil!".
Pronto se le unen el resto de féminas de su familia televisiva: su madre, Herminia, interpretada por la célebre María Galiana; sus hijas, Inés (Irene Visedo) y María (Carmen Climent), y su nuera, Deborah (Paloma Bloyd). Porque Cuéntame ha contado casi medio siglo de historia de la sociedad española, pero sus mujeres han llevado el peso extra de hacerlo desde una revolución femenina y siempre desde el progreso. Más allá de los acontecimientos históricos, ellas son el eje central, el pilar más importante de los 22 años de esta serie. "Las mujeres Alcántara somos fuertes, resilientes y representamos la diversidad de roles y desafíos a los que todas nos enfrentamos en la sociedad —sentencia Paloma—. Me enorgullece cuando alguien me dice que se ve reflejada o admira a mi personaje". Irene que, aunque se fue de la serie durante unos años, lleva en el elenco desde el primer capítulo, lo secunda. "Además, es interesante ver cómo Herminia le abrió paso a Merche, y a su vez ella allanó el camino a Inés, y esta se lo facilitó a María. Es un linaje en toda regla".
A sus 88 años, María Galiana, la abuela, sigue enamorada de su profesión. Admite que lleva peor todo lo que rodea a la fama que le da su personaje, como esta sesión de fotos, pero es consciente de que su pasión, actuar, conlleva ciertas cosas. Es auténtica, y cuida de sus compañeras como si fueran de su propia sangre. Se fija en que a Carmen le queda grande un top con el que posa y se preocupa de que esté cómoda. Es enternecedor verlas juntas en los que seguro son los meses más emotivos de su carrera. "Si tuviera que decirle algo a la María que con 65 años entraba al plató por primera vez, sería: '¡Adelante, tienes futuro después de la jubilación!'", resuelve divertida. A su lado, Carmen la mira con admiración. Ella es una de las incorporaciones más recientes a la familia, hace 4 años, pero admite que este tiempo ha sido todo un máster para ella: "He aprendido a trabajar en cámara con mi personaje, y veo un cambio enorme de cómo llegué a cómo me voy. Vine siendo una niña con muchas dudas, y me voy siendo una mujer segura y preparada".
Visedo tenía 23 años cuando se emitió el primer capítulo, en el que encarnaba a una joven deseosa de librarse del tiempo que le había tocado vivir. "Inés ha sido un recordatorio constante del valor de la libertad y del instinto. De todo lo que se sale de la norma, de la riqueza que hay en la autenticidad y en tener una voz propia. Creo que siempre será un referente para mí, y espero haberlo sido yo también para ella", concede. Paloma, su cuñada en la ficción, se siente igual de afortunada con Deborah: "Es un personaje fascinante. Es sofisticada, moderna y feminista. Han pasado cosas en mi vida personal que parecían secuencias sacadas de Cuéntame. Como Deborah, yo también he vivido un arco de empoderamiento en lo personal y lo profesional".
Pasamos del bistró a la plaza, y de ahí al balcón de los Alcántara. Dos pasos más allá, está el decorado de la casa del pueblo, Sagrillas. Por el camino nos cruzamos con parte del equipo técnico, en cuya cara también se reflejan los sentimientos de los días previos al final. La emoción lo invade todo, y los recuerdos, en una serie hecha a base de ellos, son inevitables. "Como cuando la familia se metía entera en un Seiscientos, o cuando fuimos a Benidorm, a Ibiza, a Londres", comparte Irene. La despedida de esta serie será el final de una era. Para cerrar, se han rodado 7 capítulos, cada uno centrado en un miembro de la familia. Y promete lágrima. "Yo no quiero hacer spoilers, pero las sorpresas están garantizadas", apunta María. Ana sonríe mirándola y se le achinan los ojos, como cada semana en pantalla desde hace 22 años. Es la mueca constante de Mercedes, la que todo lo aguanta, y resulta tremendamente familiar. El broche lo pone ella: "Hemos tenido la oportunidad de hacer historia dentro de la televisión, y hemos tenido la capacidad de llegar a los espectadores porque se sentían identificados de muchas maneras. Hemos llegado muy profundo porque hablamos de algo nuestro, de nuestros abuelos, de nuestros padres, y de nuestra propia vida". Preparen los clínex.
Peluquería y maquillaje: Cynthia De León (Cool Producciones) y Víctor Maresco (Cool Producciones). Producción: Beatriz Martínez Velasco. Asistente de fotografía: Angi Andreo. Asistente de estilismo: Elena Pérez.
