"Lo primero es antes". Cuenta Paloma San Basilio que su maestro y gran amigo José Sacristán le transmitió esta máxima que hoy rige su vida. "Lo primero es lo que estoy haciendo ahora; es lo que más me interesa, donde vuelco mi energía y ya vendrá después lo siguiente, porque así es como no tienes la sensación de que llevas arrastrando algo, que eso debe de ser terrible". Diva y señora, a sus 72 años queda claro que San Basilio no arrastra asignaturas pendientes. En casi 50 años de carrera desde que debutara en 1975, ha hecho de todo y todo bien. Cantante, actriz, escritora, pintora... ya sabía desde niña que lo suyo "era de otro mundo". En su haber, grandes temas de letras inolvidables que cantaban al amor, el desamor o las pasiones prohibidas. Cariño mío, Juntos o La fiesta terminó la encumbraron, pero, sin duda, fue en las tablas junto a José Sacristán en El hombre de La Mancha (1997) donde se elevó como actriz: "Tuve un maestro de maestros. Con él aprendí a decir las cosas, los silencios, el matiz de una frase... Un actor como él nace y muere cada día en lo que está haciendo y eso es un aprendizaje fantástico", confiesa generosa.

paloma san basilio
Rocío Ramos
Paloma baila enfundada en chaqueta estructurada de terciopelo de BALMAIN y falda de terciopelo vintage.

Ese afán suyo por sacar el máximo provecho al hoy la ha llevado al prime time de TVE, donde forma parte del elenco de Dúos Increíbles: "Este proyecto me parece un regalo porque es totalmente distinto a todo lo que he hecho". En plena era de egocentrismo desmedido no nos queda otra que darle las gracias por su actitud. "De nada, pero no concibo hacer las cosas de otra manera", responde con una naturalidad que no deja de ser sorprendente en alguien que ha sido todo un sex symbol y cuenta con más de 30 discos y premios en medio mundo. En 2005 decidió frenar, retirarse de la primera línea y abrir otros horizontes como la escritura o la pintura, siempre manteniendo ese equilibrio que transmite al contar una historia en la que, todavía, "quedan muchas cosas por hacer".

paloma san basilio
Rocío Ramos
Paloma baila enfundada en chaqueta estructurada de terciopelo de BALMAIN y falda de terciopelo vintage.

HARPER’S BAZAAR: Después de llevar una temporada un poco alejada de las cámaras, ¿en qué momento decide volver a la primera línea?

PALOMA SAN BASILIO: La verdad es que no tenía ni la más remota idea de meterme en este berenjenal. Estaba haciendo mis conciertos, escribiendo mi tercer libro... Pero estoy muy agradecida a mí misma por haber dicho, "venga ya, métete en algo, porque de algo hay que morirse" y resulta que no, no estoy muriendo, estoy reviviendo.

HB: En Dúos Increíbles hay un equipo sénior y uno junior, ¿qué les enseñan ustedes y qué les están enseñando ellos?

PSB: La verdad es que ellos flipan mucho cuando los cuentas lo que has hecho, a quién has conocido, con quién has cantado..., pero realmente notas el respeto por la generación de arriba y lo agradezco muchísimo, porque hay veces que da la sensación de que para la gente joven, a partir de una edad, ya estás en la reserva. Ellos son una generación muy preparada.

HB: Lleva casi cinco décadas de éxitos. ¿Cómo se gestiona?

PSB: Pues sin darte cuenta, que es lo bonito. He sido siempre muy de disfrutar de lo que estoy haciendo en cada momento, no tanto de proyectar a muy largo plazo. Creo que tenemos que darnos más oportunidades, creer más en nosotros y no tener miedo, porque el miedo es un pésimo compañero.

HB: La suya es una profesión de asumir riesgos, de reciclarse...

PSB: He tenido unas escuelas estupendas. He hecho mucho teatro, porque hubo un momento en que ya estaba un poco cansada de giras, de discográficas... Además, creo que es clave no darte mucha importancia, sentir que eres una persona más en un universo lleno de gente y que nadie es imprescindible, y tú, por supuesto, tampoco.

paloma san basilio
Rocío Ramos
La artista posa con abrigo de pelo de MANS.

HB: En los años 70, en una sociedad de escasa apertura como la española, ¿cómo se tomaron en casa que quisiera ser artista?

PSB: Bueno, creo que eso estaba cantado y nunca mejor dicho (ríe). Desde muy chiquitita era una niña muy rara que siempre buscaba realidades paralelas, así que en mi casa estaban acostumbrados. Era la pequeña de cuatro hermanos y me mimaban y apoyaban todos muchísimo. Cuando grabé mi primera cinta, una maqueta en la que cantaba unos temas en inglés de Roberta Flack, mi padre se fue a unos grandes almacenes de un amigo suyo en Sevilla y la puso en el audio. Mi voz sonaba por las escaleras, por todas partes, y él decía "mi hija, es mi hija".

HB: ¿Diría que este apoyo fue clave?

PSB: Totalmente. Era un poco la oveja negra que luego no es tan negra. Una familia tiene que entender a ese personaje, protegerlo, cuidarlo, mimarlo y potenciarlo, porque muchas veces los padres tienen miedo al hijo distinto, no lo entienden, e incluso a veces cortan sus alas.

HB: Precisamente su hija ha heredado esa pasión por la música...

PSB: Sí, te diría que ella es más música que yo. A Ivana siempre le gustó componer y tiene una voz espectacular. Ella es mi coach y, cuando mi voz está fuera de su sitio, es quien me la vuelve a recolocar para poder seguir cantando.

paloma san basilio
Rocío Ramos
La artista posa con abrigo de pelo de MANS.

HB: Y la Paloma espectadora de su hija, ¿cómo se siente como madre?

PSB: Muy orgullosa. Hay que tener clara la dificultad de los hijos de personas como yo; esos niños que no son nunca iguales a los compañeros del colegio. Era muy difícil ser hija de una mujer como yo en esa época. Ha superado muchas cosas. De hecho, ella vive en Estados Unidos un poco para liberarse de lo que significaba su madre. Me acuerdo que cuando venía conmigo de gira o estábamos en el teatro, la frase siempre era "bueno, estarás muy orgullosa de tu madre", cuando lo normal es que te digan "estás orgullosa de tu hija". Era como un apéndice y eso duele mucho. La admiro muchísimo, es una luchadora y la mejor hija.

HB: Además, ella pasó también por su divorcio en una época en la que no era común.

PSB: Sí, me divorcié; realmente anulé mi matrimonio porque en ese momento no existía el divorcio. Cuando ahora hablamos de feminismo siempre pienso que nosotras rompimos muchas barreras. No te podías divorciar, no podías comprar sin la firma del marido, no podías hacer casi nada, y lo hicimos todo y llegamos hasta donde pudimos.

HB: Las artistas de su época han sido pioneras en un mundo de escasas libertades...

PSB: Siempre he sido bastante rebelde; he ido a contracorriente y sin ningún miedo. He tenido que decir que ‘no’ a muchas situaciones, pero hay que ser valiente, no sucumbir, marcar unas líneas y tener muy claro que el feminismo es una forma de vivir; es el hecho diario de luchar contra una sociedad que, en general, da predominio al hombre sobre la mujer. Los 70 fueron una época en la que rompimos con todo. A veces tenías que luchar contra cosas como ir a un programa de televisión y tener que taparte el escote. Y luego, lo típico de que ya sabías que tú eras alguien muy atractivo, muy apetecible y que te iban a echar los tejos un montón de veces. A mí me los echaban constantemente; de hecho, me los siguen echando, pero yo no tenía ningún problema en decir ‘no’ y frenarlo todo. En 2023 no entiendo cómo estamos todavía así.

paloma san basilio
Rocío Ramos
San Basilio luce abrigo de lana y zapatos destalonados de piel, ambos de GUCCI, y gafas de sol de MOSCOT.

HB: Tras el éxito en España llegó el internacional, ¿cómo lo vivió?

PSB: Pues maravilloso. Cada vez que me llamaban y me decían que había un país que quería verme yo decía, "no me lo puedo creer". Era el 78. Luego llegó Evita, que era un personaje de mucho calado y, como yo no tenía sustituta, tenía que hacer todas las funciones sin poder enfermar. Lo conseguí porque tenía una niña y debía sacar adelante económicamente a esa familia, así que no había nada que se me pusiese por delante.

HB: ¿Cómo se compagina la maternidad con esa carrera?

PSB: Fatal. Creo que una de las asignaturas pendientes que tenemos es el poder conciliar. Lo más importante que he hecho en mi vida no son mis treinta y tantos discos, es mi hija, y el hecho de no haber podido atenderla como a mí me habría gustado lo voy a llevar siempre sobre los hombros. No se puede renunciar a la maternidad, pero tampoco a tu desarrollo personal y profesional como individuo.

HB: Como abuela, ¿ha intentado remediarlo?

PSB: Totalmente. Para mí, el ser abuela ha sido como una segunda oportunidad de una maternidad que no pude vivir y disfrutar en plenitud.

HB: ¿Cómo se lleva con las redes sociales?

PSB: Tengo una relación muy relajada, aún no es una prioridad en mi vida. Hay una excesiva exposición y creo que la gente, los jóvenes talentos, están metidos en una dinámica de constante exposición que no es buena ni sana. En el fondo estás viviendo para otros, no vives para ti, y eso es estresante.

paloma san basilio
Rocío Ramos
De espaldas, Paloma posa con capa drapeada de tafetán de KOAHARI sobre vestido de organza de DUARTE.

HB: Algo que siempre la ha caracterizado es ese celo por mantener su vida privada. ¿Cómo se logra?

PSB: Acabas de decir una frase clave: vida privada. Nunca he querido que mi vida privada fuera mercancía. Mis dolores, mis ausencias, mis pérdidas, mis emociones son mías y de la gente que quiero. He tenido una suerte enorme con la prensa, me han respetado siempre mucho.

HB: Es una mujer con un estilo impecable. ¿Qué es para usted la moda?

PSB: Me encanta desde muy chiquitita. En el fondo, para mí la moda es una forma de expresión, es arte, es creatividad... una forma de interpretar tu manera de ser. Cuando salgo a la calle es muy difícil que me pilles en un renuncio (ríe). La joya más valiosa de mi armario es un traje de los años 20 que compré en Portobello, en Londres, de tul dorado, todo lleno de lentejuelitas y flecos. Me lo puse para el videoclip de Juntos. Pero yo soy muy de joyitas. Tengo piezas de Issey Miyake, de Alaïa o de Junya Watanabe.

HB: ¿Qué asignatura tiene pendiente?

PSB: Creo que todavía me quedan muchas cosas por hacer, ya veré en dónde termino.

Peluquería y maquillaje: Antonio Romero (One-Off Artists). Producción: Beatriz Martínez Velasco. Asistente de fotografía: Pablo Mingo.