10 tratamientos para el cuello y escote realmente efectivos

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El cuidado de la piel es imprescindible y cada vez más hombres y mujeres están concienciados de ello. A partir de los 25 años, el organismo empieza a dejar de fabricar de forma autónoma algunos de los activos encargados de la tersura y la firmeza de la piel, como el colágeno. Por eso si queremos seguir manteniéndola, debemos aportarlo de forma externa. Algo parecido ocurre con el cuello y el escote, dos zonas que pasan mucho más desapercibidas que el rostro y sin embargo, en ellas se dan signos inconfundibles del envejecimiento, sobre todo si no hacemos nada por evitarlo. Y si estás pensado que se da por bueno el momento en el que durante tu rutina de cuidado facial extiendes el exceso de producto hacia el cuello, no es suficiente. Esto es lo que debes hacer.

¿Cómo se debe cuidar la zona del cuello y del escote?

Afortunadamente, existen cosméticos específicos para tratar estas zonas con fórmulas especialmente pensadas para las características específicas de esta delicada piel. Y es que la piel del cuello y el escote es más fina y por lo general está menos expuesta a los agentes externos, como el sol, por lo que los radicales libres le afectarán más en profundidad. Para hacerlo bien debemos diferenciar las acciones que queremos hacer en cuello y en escote, ya que sus necesidades no son las mismas. Para tratar el cuello, nuestro objetivo será la pérdida de elasticidad y la flacidez, dos características tradicionalmente asociadas al envejecimiento y da lugar al odiado descolgamiento además de tratar las arrugas en el cuello. Por otro lado, el escote es una zona que en el verano sí queda más expuesta y puede sufrir las consecuencias del sol dando lugar al temido fotoenvejecimiento. Para contrarrestarlo hay que aplicar elementos redensificantes. Además, debemos protegerla muy bien del sol cuando no haya una barrera física –de tejido– entre la piel y los rayos.

Estas zonas suelen ser de las primeras en presentar signos de la edad, por tanto, no debemos pasarlas por alto a la hora de hacer una rutina de hidratación. Tampoco hay que ignorar, que como cualquier otra parte del cuerpo, para que el producto elegido para su nutrición y redensificación haga efecto, es conveniente exfoliar la zona antes de la apliciación -este es el mejor exfoliante para piel sensible-. Con esto retiraremos los posibles restos de suciedad y sudor y le facilitaremos el trabajo al producto que pongamos después que penetrará con más facilidad y multiplicará sus efectos. Lo recomendable es practicar esta exfoliación una vez a la semana.

A la hora de escoger una crema hidratante, al igual que cuando lo hacemos para la cara deberemos tener en cuenta el tipo de piel –si es una piel seca o deshidratada, mixta o grasa–, el estado de la misma y las necesidades concretas de cada persona. En este artículo te damos 10 opciones diferentes donde seguro encuentras la más adecuada para tu piel.

10 tratamientos para el cuello y escote que realmente funcionan