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En lo que a cosmética y cuidado de la piel se refiere ha habido una evolución en la forma de entender los cuidados que requiere la piel. Los consumidores de cosmética han pasado de intensas rutinas cargadas de múltiples pasos a seguir una tendencia que aboga por simplificar la rutina de cuidado de la piel, que destaca por ser más inteligente y por tener objetivos concretos, como proteger la piel de los factores ambientales o fortalecerla y restaurarla. Es en esta última meta donde entran en juego los probióticos y prebióticos, dando lugar a la era de la belleza fermentada.
¿Qué es la fermentación?
La fermentación es un proceso tradicional que se ha usado desde hace siglos en muchas gastronomías del mundo, sobre todo en las de los países orientales. Desde allí, en los últimos tiempos ha llegado a Europa y nos hemos habituado a términos como kombucha o chucrut, preparaciones que ya tienen un lugar en la dieta de muchos habitantes del viejo continente. Pero, ¿cómo es el proceso? La fermentación es la transformación que sufren ciertos materiales orgánicos bajo la acción de encimas secretadas por microorganismos. Estas encimas inducen la descomposición del material original para transformarlos en componentes mucho más potentes. El objetivo de todo esto es multiplicar las bacterias buenas.
¿Qué beneficios tiene la cosmética fermentada?
Y cuando la gastronomía ya se ha beneficiado de esta transformación natural de los alimentos, le llega el turno a los productos cosméticos. El proceso para estos es esencialmente el mismo y actúa como potenciador de los ingredientes cosméticos. Además, aumenta la concentración de nutrientes y antioxidantes para hacer frente a los signos del envejecimiento, y también optimiza la penetración de los ingredientes activos en la piel. Y por si todo ello fuera poco, las sustancias que se producen durante la fermentación prolongan la vida útil de los productos.
Aunque siempre han existido firmas cosméticas que han comercializado este tipo de productos, se ceñían a un mercado de nicho. Sin embargo, esta tendencia ha despertado el interés de los grandes conglomerados de belleza como consecuencia de la demanda de los consumidores. Y es que, según el pronosticador de tendencias WGSN, la belleza fermentada es uno de los intereses de belleza que más se prevé que aumenten a lo largo de los próximos años. Esto quiere decir que quizás te debas preparar para ver cremas hidratantes y otros productos para el cuidado de la piel a base de kombucha o de probióticos.
Los cosméticos fermentados que deberías incluir en tu rutina
Estée Lauder Loción Nutritiva Micro Essence
Uno de los cosméticos que deberíamos incluir en nuestra rutina es la loción de Estée Lauder que, gracias a la combinación del exclusivo Postbiotic 12+ y del Fermento de Lactobacillus 98,9% Bio-Activo, optimiza la barrera de la piel, retiene la humedad, minimiza el aspecto de las rojeces, proporciona luminosidad y aporta hidratación al instante.
De textura intensa y suntuosa, la crema hidratante de La Mer brinda a la piel una hidratación duradera eliminando la sequedad, aportando suavidad y consiguiendo que ésta se vea más firme y tersa. Además, dado que actúa durante el día y la noche, reduce la apariencia de las arrugas y líneas de expresión, consiguiendo una piel visiblemente más saludable.
Biotherm AquasourceGel Hyalu Plump
Brinda a la piel una hidratación intensa y duradera gracias a la combinación de los extractos
de probióticos Life Plankton 100% naturales, renovables y biodegradables y del ácido hialurónico. Al mismo tiempo, trabaja durante todo el día combatiendo las agresiones externas para conseguir una piel más renovada, radiante y rellena.
En tan solo 7 días, Capture Totale Le Sérum mejora visiblemente la firmeza de la piel y corrige los principales signos de la edad como las líneas de expresión, las arrugas, los poros visibles, las irregularidades, la falta de luminosidad, el tono desigual, la falta de firmeza y de elasticidad para devolverle a la piel la vitalidad y juventud.
