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Desde las pieles sensibles a las secas o deshidratadas, mixtas o escamosas, si hay una que requiere el mismo cuidado o incluso uno más meticuloso es la piel grasa, o muy grasa. Las pieles grasas se caracterizan principalmente por la producción excesiva del sebo, donde las glándulas sebáceas estimulan dicha producción por distintas cuestiones. En la mayoría de las ocasiones esta producción excesiva se debe a una cuestión genética. Pero para saber cómo cuidarla, es aconsejable dejarse aconsejar por expertos en la materia. Desde Nezeni Cosmetics, nos dan varias pautas para incluir en nuestra rutina de cuidado facial y tratar así la piel grasa.

¿Cómo se debe cuidar una piel grasa?

Utiliza productos específicos para pieles grasas

El exceso de grasa produce la obstrucción de los poros, por tanto, si existe la presencia de bacterias que actúan como causantes del acné en la piel, es posible que surjan espinillas y brotes de acné. Por ello, maquillar la tez con tendencia a oleosa resulta una tarea frustrante, pues la grasa puede salir a la superficie incluso cuando se hayan aplicado los polvos. Para poner fin a esta cuestión, desde Nezeni Cosmetics sugieren emplear papeles secantes y bases de maquillaje matificantes cuyas fórmulas estén ideadas para este tipo de pieles.

Utiliza cremas de protección solar en el día a día

Las pieles grasas sin embargo cuentan con ventajas frente a otros tipos de pieles. "Es menos probable que muestre signos prematuros del envejecimiento y parece más joven que la seca", indican desde la firma. Esto ocurre porque los aceites naturales de la dermis contribuyen a que ésta sea menos propensa a sufrir líneas finas y arrugas. No obstante, si existe una desventaja que destaca sobre las demás es que este tipo de pieles son más propensas a sufrir manchas o hiperpigmentación tras los brotes de acné. Por tanto, hacer uso de cremas solares ayudará a reducir la probabilidad de que surjan manchas o marcas.

Exfolia la piel de forma regular

La exfoliación es una técnica óptima para reducir la cantidad de sebo que produce el cutis. No obstante, la elección del exfoliante es algo realmente importante. En ocasiones tendemos a escoger los exfoliantes más abrasivos, pero los especialistas sugieren que escojamos uno más suave. "De este modo, te asegurarás de no causar ningún daño al cutis a largo plazo, aunque no caigas en un exceso de exfoliación ya que incluso podría causar más sebo", cuentan los expertos de la firma. Si eliminamos los aceites naturales de la piel, ésta enviará una señal a las glándulas indicando que deben producir más aceite y la piel se verá más oleosa.

Presta especial atención a la limpieza facial

La limpieza facial o doble limpieza facial es esencial. Lo más aconsejable es realizarla dos veces al día, tras levantarse y antes de acostarse. Asimismo, los expertos aconsejan evitar cualquier producto de cuidado de la piel o de maquillaje que contenga aceites comedogénicos pues pueden obstruir los poros provocando la aparición del acné. Por tanto, la mejor opción será utilizar un limpiador suave como un agua micelar.