Tu pelo también envejece

Nuestra rutina de cuidado facial suele ser un ritual que llevamos a cabo a conciencia, sobre todo a partir de determinada edad cuando empezar a cuidarse se nota. Pero cuando hablamos del cabello, la cosa cambia: champú, acondicionador y a veces mascarilla, en verano, si nos acordamos, protección solar y poco más. Todo enfocado a cortar lo menos posible, pero en realidad no somos conscientes de que el mismo proceso de envejecimiento que afecta a nuestra piel, también le pasa factura a nuestra melena.

La realidad es que, como nos cuentan los expertos de Living Proof, “la mayoría de las mujeres sabemos cómo actuar ante los signos del envejecimiento de la piel, sin embargo los cambios en nuestro cabello nos pillan desprevenidas. Al igual que ocurre con la piel, los signos de envejecimiento en el cabello van progresando de manera gradual a medida que cumplimos años.”

Lo primero que hay que tener en cuenta son las causas del envejecimiento del cabello. Por un lado tenemos los factores internos que “comienzan a producirse en el cuero cabelludo y en el folículo”. Todos ellos hacen que el cabello pierda brillo y suavidad, aumentando el encrespamiento que “avanza progresivamente y se acentúa a partir de los 40 años”:

Por otro lado, están los factores externos, “que provocan el desgaste del cabello a lo largo del tiempo, dejándolo poroso”. Esto lo hace incapaz de retener el agua, desequilibrando el flujo de humedad, lo que provoca que su estructura se dañe y el cabello tenga un aspecto encrespado:

Tratamientos químicos y tintes: “A partir de los 35 años (muchas veces antes) comienzan a aparecer las canas. La mayoría de las mujeres se teñirá al menos una vez al mes durante mucho años. Cada vez que nos teñimos, modificamos la estructura de nuestro cabello químicamente, debilitándolo y disminuyendo su resistencia natural.”

Factores medioambientales.

Conocidas las causas, encontrar soluciones en mucho más fácil. Por ello hemos hecho una selección de productos enfocados a combatir el envejecimiento capilar, capaces de revertir y frenar estos procesos, desde un factor multifactorial: antes y durante el lavado, durante y después del styling y con nutricosmética que nos ayude a combatirlo desde el interior.