Mira esta fotografía y calcula de la edad de esta mujer, sin tener en cuenta el título de este artículo.

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Parece imposible, pero con esta piel de adolescente, la mujer de la fotografía tiene nada más y nada menos que 41 años. Se llama Lure Hsu y es una diseñadora de interiores taiwanesa que se ha convertido en un fenómeno de internet porque su piel no refleja, ni de lejos, la edad que tiene. Y es que no tiene ni una arruga, ni una mancha y su cara luce resplandeciente, luminosa y sin una imperfección. Yo, que no he tenido la piel perfecta en mi vida (¡maldita seas, rosácea!), al ver esta imágenes me dividido entre el asombro más absoluto y las ganas de saber cómo lo hará. Y como es imposible que desaparezca mi sorpresa, mejor nos centramos en cómo ha sido capaz de frenar el paso del tiempo por su piel.

De primeras, es imposible no pensar en un pacto diabólico, en que Lure sea una especie de Fausto moderno que ha vendido su alma al diablo a cambio de no envejecer, o que tiene un retrato escondido en algún sitio que envejece por ella. Pero una vez que hemos conseguimos deshacernos de nuestros prejuicios literarios, el factor más lógico de la ecuación es la genética. Sin duda alguna, nuestros genes marcan un papel muy importante en nuestro proceso de envejecimiento, pero tampoco le podemos achacar a la suerte una piel como la de Hsu. Si la genética ha hecho la mitad del trabajo, la otra mitad tiene que ser cosa de unas rutinas de belleza y hábitos desarrollados con diligencia durante años.

Como ella misma ha compartido con la revista taiwanesa Friday, puede que su secreto sea más el sentido común que una fórmula milagrosa. “Se trata simplemente de hidratar bien la piel y no excederse con la exposición al sol". Que la hidratación y protección solar sean factores clave para retrasar el proceso de envejecimiento es una evidencia que hemos escuchado más de una vez. En palabras de Lure, la protección solar es importante ya que "la piel expuesta al sol se vuelve más seca, lo que provoca que aparezcan pequeñas manchas y líneas finas". Otra prueba más de que el daño solar acelera el proceso de envejecimiento.

Pero no solo estamos ante una cuestión de cosmética. El estilo de vida y la dieta de Lure también influyen enormemente en su capacidad para mantenerse joven. Según ha contado a la publicación Indy 100, Lure bebe todos los días una taza de café negro y también consume mucha agua, frutas y verduras, mientras que evita las bebidas azucaradas y los alimentos grasos. También apuesta por los alimentos ricos en fibra, da prioridad a las proteínas y se ejercita de forma regular.

Nada que no supiésemos, ¿verdad? Aunque la genética de Lure sea envidiable, sus hábitos alimenticios y su estilo de vida saludable, junto con el factor de la protección solar, son otro ejemplo más de cómo llevar una vida sana y equilibrada es sinónimo de una piel bonita y mucho más joven.