Ya sea por una enfermedad, por la pérdida de un ser querido o porque la vida a veces da unas vueltas que no entendemos, la depresión es una enfermedad que no se debe tomar a la ligera. Según un estudio de 2015 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es uno de los principales problemas de salud por por su alta prevalencia, incidencia y consecuencias. Entre el 8% y el 15% de las personas sufrirán depresión a lo largo de su vida y el riesgo de padecer, al menos, un episodio grave a lo largo de la vida es mayor en mujeres que en hombres, en una proporción de casi el doble.

Una de las primeras cosas que hacemos cuando las cosas empiezan a torcerse es dejar de preocuparnos por nuestro aspecto. Pero cuando los problemas se agravan, esa dejadez se generaliza y puede convertirse en uno de los primeros síntomas de la depresión. Esto es algo que saben bien en la Fundación Stanpa, una organización sin ánimo de lucro promovida por la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) que se dedica aapoyar a mujeres con cáncer,ayudándolas arecuperar la autoestima a través de un programa de asesoría de belleza, para que se vean guapas y puedan llevar adelante su lucha con mayor confianza: “Ponte guapa, te sentirás mejor”.

“La alimentación, el cuidado de la piel, el descanso y el ejercicio físico son cuatro pilares clave para lograr mejorar tu bienestar que te ayudará, a su vez, a afrontar la enfermedad”, afirman. Y esto es algo que se puede extrapolar a otras enfermedades, en los que la baja autoestima juega un papel fundamental, como ocurre en el caso de la depresión. “Ese tiempo que dedicas a ponerte guapa debe ser un rato agradable que destinas a mimarte. Porque cuidar tu aspecto, además de mejorar tu estado de ánimo, disminuye el nivel de ansiedad, aumenta tu autoestima y facilitar la interrelación con las personas que te rodean.”

Por ello, si notas que empiezas a no tener tiempo para ti, que ya no te arreglas como antes y que empieza a darte igual, para. Mírate al espejo y pon en práctica estos tres consejos para reconciliarte con tu imagen.

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Hoola Zero Tan Lines, de Benefit; Val Pop Water Pink, de YSL; Vice Lipstick, de Urban Decay.

- Atrévete a un cambio (que pueda ser reversible): Ir a la peluquería es uno de los remedios más antiguos para superar una etapa que deseamos dejar atrás. Pero si no estás preparada para un corte o cambio de color radical, existen otras muchas opciones: unas extensiones o cambiar el liso por un rizado con volumen pueden ser un cambio de los que te ayuda a verte totalmente diferente. Con la ventaja de que si no te gusta, siempre puedes lavarte el pelo y listo.

- Apuesta por el rojo: El rojo es un color poderoso que nos hace sentir poderosas al instante. Si no te apetece maquillarte mucho, deja tu rostro limpio pero pinta tus labios de rojo intenso. Si tu piel tiene fondo rosado, apuesta por los rojos fríos con tonalidades azules de fondo, y si tiene fondo amarillo, opta por los rojos cálidos, con el naranja como fondo. Juega con diferentes tonalidades, descubre tu rojo ideal (todas las mujeres tenemos un favorito) y llévalo siempre contigo. Serás capaz de transformar tu imagen y verte mucho más guapa con un sencillo gesto y en tiempo récord.

- Embellece tu piel: El sol aporta a nuestra piel un brillo muy favorecedor, pero lo mejor es no pasarse. El exceso de bronceado apaga la luminosidad natural de la piel, por lo que lo mejor es recurrir a autobronceadores o aceites corporales que te aporten ese toque satinado a la piel.