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Entre Fuencarral y la Calle del Barco, la galería Espacio Valverde se esconde tras las escaleras de un portal blanco que, como un organismo vivo, late, se deja sentir y se acelera cuando hay una obra que conmueve a sus directores. Asela Pérez Becerril y Jacobo Fitz-James Stuart regentan este espacio desde 2006. No hay truco, guía o parámetro que guíe su trabajo, todo es un acto de intuición guiado por el sentimiento de sentirse, en palabras de Asela, "útil a la sociedad".
De alguna forma, su hogar se ha convertido en una extensión de la galería y su galería en un comensal más en la mesa de familia. Artistas que se alojan en el sofá de su salón cuando están de paso por Madrid, que cenan con sus hijos un martes noche y que empapan su día a día con ese halo de creatividad que solo una vida dedicada al arte puede irradiar.
Hablamos con ellos, encuadrados junto a una de sus últimas exposiciones (Tableau Vivant, de Clara Carvajal) en el número 30 de la Calle Valverde y envueltos en la luz de un día lluvioso en Madrid, para descubrir su forma de vivir esto que les mueve, les llena y les hace disfrutar: el arte.
HARPER'S BAZAAR: Para comenzar, ¿qué significa el arte para ustedes?
ASELA PÉREZ BECERRIL: Para mí, es un poco la alegría de descubrir siempre algo nuevo que no sabías, en una dirección que, sinceramente, me alegra la vida. Son ventanas para mirar de otra manera.
JACOBO FITZ-JAMES STUART: En el fondo, el arte es un modo de pensamiento. Con el arte puedes contar cosas que, muchas veces, no podrías con palabras. Entonces, eso abre un mundo inmenso de posibilidades.
HB: ¿Cuál es la historia de su galería? ¿Se sintieron inspirados por el legado artístico de la Casa de Alba?
JACOBO: Estamos rodeados de mucha gente que hacía cosas interesantes y el afán inicial de la galería fue compartirlo. Y, luego, se fue convirtiendo en un proyecto que, aunque sigue siendo muy personal, está más centrado en el arte.
ASELA: Pero esa ilusión del principio sigue estando. Ese afán por conocer, por descubrir, por sentirnos vivos, por poder compartir todo eso... ha sido el hilo conductor.
JACOBO: Y, en cuanto al tema de la conexión con la Casa de Alba, ni idea, uno no sabe las cosas que le conforman y las que no. Yo creo que tiene que ver mucho con el carácter de cada uno.
HB: ¿Cómo describirían la visión y misión de Espacio Valverde en el mundo del arte contemporáneo?
ASELA: Realmente, lo que te sientes en la galería es útil. Poder tener la suerte de conocer gente que abre esos mundos, esas ventanas y arroja esa luz. Dar esos brochazos en la vida de las personas y que aterricen esas versiones del mundo tan bonitas, que gracias a los artistas podemos disfrutar y que en el fondo son importantes para la vida de cada uno. De verdad, la sensación es que estás siendo útil a la sociedad.
HB: ¿Cuál es su enfoque al seleccionar artistas para exponer en la galería? ¿Qué criterios consideran más importantes?
JACOBO: Es muy complicado de definir, es cuando algo te toca. Ocurre como con todas las cosas complejas de la vida:¿ Cómo eliges tú la gente que quieres que forme parte de tu vida o cómo eliges? No hay un manual estricto. Si es verdad que, generalmente, vas siguiendo el trabajo de un artista hasta que te da el suficiente entusiasmo para lanzarte a arriesgar lo que haga falta para darlo a conocer. Ese es un trabajo que requiere mucho sacrificio, mucha obsesión y mucha determinación. Y es un mundo muy duro, hay muchísimos artistas, muy pocos logran vivir de su trabajo.
ASELA: Sí, esa es la verdad. Hay cosas que, de repente, tú no lo sabías, pero te aparecen en muchos artistas y te interesan en todos ellos. Pero no buscas eso a priori, te lo vas encontrando. Los artistas te lo van, una y otra vez, acercando.
HB: Entre exposiciones y artistas, ¿cómo gestionan la diversidad de estilos y enfoques artísticos dentro de su galería, manteniendo al mismo tiempo una coherencia en su programación?
ASELA: Eso es lo más complicado de todo, abarcar mundos tan distintos, con artistas que trabajan distintas disciplinas, distintos momentos, distintos énfasis, distintos intereses y tanta gente variopinta que pasa por la galería. Y, realmente, tampoco hay un método, consiste es esa inquietud y esas ganas de seguir conociendo que terminan por establecer una prioridades.
JACOBO: De alguna manera, el carácter aparece; no te propones tener una mirada, aparece lo quieras o no. Por eso, yo creo que no hay que obsesionarse con la personalidad o el estilo, sino con hacer las cosas bien. Porque si no parece una cosa artificial.
HB: Y hablando de colaboraciones, ¿cuál sería ese artista con el que sueñan con exponer? ¿Y alguna anécdota que guarden con cariño de exposiciones anteriores?
ASELA: En realidad, no soñamos con ninguna [colaboración]. Las que nos apetecen, las vamos proponiendo y, muchas veces, salen. Y otras que, en algún momento dado, nos han apetecido y no han salido, le damos un sentido: que ya saldrán o que no era su momento y que tener siempre aspiraciones de cosas que te puedan ocurrir y no ocurren, es bueno.
JACOBO: Y cuanto a una anécdota, por ejemplo, en la exposición anterior tratamos el tema de la familia, que es un tema que a mí no me había interesado demasiado, porque siempre había sido sinónimo de algo que te puede limitar. El artista pensaba que las memorias de tus antepasados habitan en tu cuerpo y que tú las puedes despertar. Y la anécdota graciosa es que teníamos un antepasado común, que además era la villana de la exposición, porque era una asesina en serie que había matado a su padre con un pollo envenenado.
HB: Siguiendo con el tema de la familia, puesto que son ustedes pareja y padres de dos hijos, ¿cuáles son los desafíos y las recompensas de trabajar juntos?
JACOBO: Bueno, sube mucho el voltaje... Además, este trabajo es como una montaña rusa en la que siempre aparecen desafíos constantes. Por un lado, nunca te aburres, siempre tienes temas de conversación y cosas en común; pero, por otro lado, estamos juntos en el mismo coche cuando vienen las curvas.
HB: ¿Cómo esperan que su galería continúe evolucionando en el futuro, tanto en términos de exposiciones como de su contribución al panorama artístico?
ASELA: Como hasta ahora o más todavía. Creo que la contribución ha ido in crescendo, cada vez representamos artistas más sólidos y hemos ayudado a consolidar carreras. Entonces, me gustaría que eso siguiera siendo así, aunque es muy incierto todo lo que vaya a pasar de aquí a un tiempo.
JACOBO: Los primeros años era más un entorno de descubrimiento y ahora estamos más en un entorno de consolidación, que internacionalmente se conozcan los artistas cada vez más. Es como una pequeña gran familia que ya se establece.
