Éxitos en vinilo

El tamtan se escuchó de nuevo en el desfile de otoño/invierno 2014 de Miu Miu. Como viene siendo costumbre, Miuccia Prada sube a la pasarela un detalle que no pasa desapercibido. Una tendencia venidera que se presenta como una pincelada, un toque; un guiño picarón como un señuelo para la moda. "Esto es lo que viene, ¡atentos!" parecían exclamar unos botines mitad salones de tacón, mitad katiuskas. Un híbrido que llamó la atención y no dejó indiferente. Una temporada después, el vinilo ha empezado a expandirse por colecciones. Como una planta trepadora, el material va tomando fuerza y cogiendo altura.

Pero el vinilo no queda exento de connotaciones históricas; capítulos de la moda en los que ha supuesto un referente. Por ejemplo en la década de los 60, en plena fiebre space age. Courrèges y Cardin imaginaron el futuro, y vistieron a las mujeres con vestidos rectos y metros de vinilo. De los pies –con botas altísimas– a la cabeza. No cuesta pensar en el retrofuturismo e imaginarse a una Barbarella vistiendo de vinilo. Después vinieron los 90, y frente al objetivo de Richard Avedon el mejor elenco de modelos que se haya visto nunca posaban marcando cuádriceps a golpe de ventilador. Christy, Nadja, Naomi, Cindy y Claudia vestían coloristas minivestidos en vinilo firmados por el Atelier Versace.El material saltó a la calle y caló con fuerza: los pantalones pitillos se acompañaban de zapatones con plataforma y pequeñas mochilas colgadas de la espalda; todo plastificado. Era tiempo para la música dance y todo era de diseño. Hasta Madonna se vistió de vinilo para Human Nature (claro que ella le dio un giro fetish a la cosa). Las Spice Girls recogieron el testigo, y cerraron la década con vestidos cortos acompañados de plataformas coturnas y exageradas. Este verano ya lo hemos visto en calzado, veremos cuánto tarda en trepar hasta la ropa.