5 tendencias difíciles que funcionan (si sabes cómo)
No son fáciles de llevar porque acortan la silueta, ciñen demasiado la pierna o dejan a la vista ciertas zonas delicadas. Pero no tienes por qué renunciar a ellas: son fabulosas si sigues unas sencillas pautas.
La primera vez que las ves es posible que pienses: no me puedo poner eso. Pero cuando te has acostumbrado a que protagonicen pasarelas y editoriales de moda y las visten tus 'it girls' favoritas, se activa el misterioso mecanismo del deseo. ¡Quieres ya unos culottes, las gladiadoras o ese mono con aberturas que no deja nada a la imaginación! Para que esas prendas no acaben arrinconadas en el armario (aún con la etiqueta que reprocha tu arrebato) recuerda que el secreto está en conocerse y saber mezclar. La diferencia entre un desastre estilístico y una combinación maravillosa son los detalles. Esos detalles que llevaban a James Bond a pedir el martini "agitado, no revuelto".
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