Peter Copping abandona Oscar de la Renta: tras el legado del fundador
El diseñador británico ha anunciado hoy su marcha tras un año y nueve meses al frente. En HARPER'S BAZAAR recordamos el legado del dominicano que enamoró a varias generaciones de la alta sociedad estadounidense.
Oscar de la Renta ha anunciado hoy que pone fin a su relación con el diseñador Peter Copping (Oxford, 1967) sin aclarar las razones o el futuro de quién le sucederá en el cargo de director creativo en la compañía. "Después de casi dos años en Oscar de la Renta, circunstancias personales requieren mi vuelta a Europa", ha aclarado el británico en un comunicado de remite personal. "He disfrutado enormemente mi tiempo en Nueva York, y espero volver en algún punto futuro". A ello se suma la confirmación por parte de la firma enviada por Alex Bolen, director ejecutivo y yerno del fundador: "Siempre nos hemos dedicado a la labor de crear prendas bonitas, y dos de nuestros mejores valores para ello son nuestro estudio de diseño y atelier. Nuestro equipo seguirá trabajando en las próximas colecciones con el mismo hincapié en la sofisticación y artesanía que son ya sello distintivo de la casa. Le deseo todo el bien a Peter en sus proyectos futuros". La relación entre ambos ha durado exactamente un año y nueve meses, desde que el propio De La Renta le eligiera personalmente en octubre de 2014, días antes de su muerte.
La entrada de Copping tuvo más de crónica de un fichaje anunciado que de sorpresa para deleite mediático: su supuesta salida de Nina Ricci, de la que era director creativo desde abril de 2009, llevaba meses ocupando el foco de la rumorología en el sector. Días después de ser confirmada por Puig –grupo propietario de Nina Ricci desde 1998–, el oxoniense ponía rumbo a Nueva York y hacía oficial el cambio el 14 de octubre. En la nota de prensa, Óscar de la Renta arguyía así su decisión: "Peter tiene un enorme talento, y al margen de nuestra sensibilidad en común para el diseño. Compartimos una profunda curiosidad por la música, el arte, la arquitectura o los jardines. Mi anhelo es que, trabajando activamente en su selección y en la transición que nos espera, pueda asegurar el correcto futuro creativo para la compañía y la marca". Siete días después, el diseñador dominicano fallecía a los 82 años en su residencia de Connecticut a causa de un cáncer que le había sido diagnosticado en 2006.
De la Renta empezó en la moda con Cristóbal Balenciaga con quien entró en contacto en 1950 cuando viajó a Madrid con 18 años para estudiar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Tras pasar por su taller, se mudó a París donde trabajó en Lanvin. Siguiendo el consejo de Diana Vreeland, volvió a Nueva York para incorporarse al equipo de Elizabeth Arden. En 1965 lanzó finalmente su propia firma y se convirtió en una institución de la moda estadounidense. Volvió a la alta costura de París en 1993 como director creativo de Balmain, cargo que desempeñó durante nueve años al tiempo que continuaba con su compañía. El modisto logró ser tan popular entre las primeras damas de EEUU como entre las estrellas de Hollywood.
Antes de la llegada de Copping, De la Renta llevaba ya tiempo buscando un relevo creativo para liderar la compañía que creó en 1965. Tras el fallido experimento de la colaboración durante tres semanas de 2013 con John Galliano, el diseñador se decantó por un británico menos controvertido. Copping fue durante mucho tiempo un talento discreto de la industria ya que pasó 12 años junto a Marc Jacobs como responsable de las colecciones femeninas de Louis Vuitton antes de pasar al primer plano en Nina Ricci en 2009.
En su debut, presentado el 18 de febrero de 2015 para la temporada de otoño/invierno de 2015, Copping combinó el respeto por las siluetas de cóctel y noche incoadas por su predecesor minutos antes de que confesara la tristeza que le suponía no haber podido llegar a tiempo para trabajar durante meses junto a él. Las ocho colecciones que entregó después –dos de prêt-a-porter, tres nupciales y tres de entretiempo– reiteraron su consideración hacia los códigos de la casa e incorporaron una visión orientada a una clientela más joven, pero supuestas disensiones con Bolen y el comité directivo respecto al rumbo de la marca parecían haber empañado su vinculación en los últimos meses. Fernando García y Laura Kim, fundadores y diseñadores de Monse –que compaginan su propia firma con el trabajo para Carolina Herrera– suenan con fuera en las quinielas de sucesión.
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