En los últimos años hemos sido testigo de la notable transformación que ha sufrido el sector nupcial. Los códigos están cada vez más difuminados y así lo demuestran las novias millennial y de generación Z que no se conforman con los patrones tradicionales y abogan por la libertad a la hora de elegir el vestido con el que dar el "sí quiero". El presupuesto ya no es un escollo, son múltiples las que eligen optar por diseños asequibles e incluso de segunda mano para este gran día, así como el color. Si durante décadas el blanco parecía ser la única opción, en la actualidad el abanico de posibilidades para vestidos de novia se amplía notablemente con tonos tan atractivos y sutiles como el rosa.

La reconocida intérprete Mandy Moore, aclamada por su soberbio papel en This is Us, situaba este color en el foco mediático al elegir un espectacular vestido de novia en color rosa para su boda con Taylor Goldsmith. Era 2018, pero la creatividad y originalidad de la prenda, un diseño confeccionado por Rodarte, siguen siendo inspiración más de seis años después.

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Se trata de un romántico diseño confeccionado en tejido plumeti y atractivo tono rosa empolvado sin mangas que destaca por el detalle joya con flores y pedrería, unido a un sencillo drapeado que incorpora en la cintura y que consigue estilizar la silueta, así como los volantes de la falda que aportan volumen y movimiento.

La elección de Mandy Moore es una versión única de uno de los diseños que Rodarte incorporó a la colección primavera-verano 2018 y que tantos éxitos obtuvo en eventos y alfombras rojas.

La propia firma de moda norteamericana ha recordado aquella mágica creación recuperando algunas imágenes del enlace de la actriz y compartiéndolas en su perfil de Instagram para delicia de quienes estén a punto de pasar por el altar. Un carrusel que ha vuelto a confirmar el éxito del rosa como aliado para bodas que apuestan por la feminidad y el romanticismo en su enlace.