Me encanta contar historias. Es la misma razón por la que decidí dedicarme a la moda. Necesito entender de dónde viene un determinado material, incluso una marca en particular, miro sus colecciones y sus looks, cómo se crearon… Esa obsesión por saber de dónde viene algo en concreto es emocionante. Lo mismo me sucede con los relojes. Me interesa sobre todo el aspecto narrativo. Y la idea del tiempo". Matthew Williams (Chicago, 1985) –director creativo de Givenchy y fundador de la marca 1017 ALYX 9SM–, uno de los grandes referentes de la moda actual, ha cumplido un sueño: diseñar para la eternidad.
Adalid de la modernidad, la inclusividad y el minimalismo extremo, Williams ha sido el elegido por la legendaria manufactura relojera Audemars Piguet para su primera colaboración con una firma de moda, porque pocos fabricantes de relojes de lujo entienden el arte de la colaboración como esta prestigiosa firma suiza. El idilio entre Matthew y AP es una larga –y bonita– historia, tal como cuenta el diseñador para Harper's Bazaar desde Tokio: "Audemars Piguet es mi marca de relojes favorita desde que era muy joven. El mejor amigo de mi padre, del que tomo mi segundo nombre, era vendedor de relojes antiguos, por lo que crecí siempre rodeado de ellos en casa. Cuando me gradué en el instituto, mi padre me regaló un reloj, uno muy barato, pero cada vez que me sobraba un poco de dinero iba a ver al mejor amigo de mi padre y lo mejoraba un poco. En el transcurso de diez años desde mi graduación, actualicé el Royal Oak de AP y, desde entonces, no he visto la razón para tener otro reloj".
Tiempo después, Williams personalizó un Royal Oak con la empresa MAD Paris que haría "para amigos y familiares y la gente se entusiasmó con esta ‘customización’ que había hecho para mi marca, ALYX". Y el match entre la manufactura y el diseñador fue inmediato. De ahí que François-Henry Bennahmias, CEO de la marca suiza hasta finales de este año, quisiera conocer a Williams y hacerle este encargo. La colección se materializa en cinco nuevos relojes: dos Royal Oak y dos Royal Oak Offshore de diferentes diámetros (de los 37 mm a los 42 mm), y una pieza única, el Royal Oak Cronógrafo Automático, que fue subastada en Tokio y cuya recaudación se ha donado a las ONG Kids in Motion y Right to Play. Las cuatro referencias, en acero inoxidable, oro amarillo o blanco de 18 quilates, mantienen la estética más pura y nítida posible, por lo que se han reducido las esferas a su forma más simple, trazando así un puente entre los universos de la moda urbana y la Alta Relojería. "A medida que uno envejece –continúa Williams–, el tiempo es el bien más valioso. Es un indicador de valor y de lo que uno considera importante en la vida". Tan importante como esta alianza.
