- Las zapatillas más vistas en el 'street style' de la Alta Costura de París entre las chicas de moda
- Guía de estilo para combinar las zapatillas Adidas Samba, Gazelle o Nora que son tendencia
- Todos los vestidos que quedan mejor con zapatillas deportivas que con tacones
Nunca he sido una persona que pueda resumir fácilmente su estilo en pocas palabras. Cuando miro cómo me he vestido y todo lo que he comprado a lo largo de mis 20 años, veo que he cambiado drásticamente. Y, a veces, me da vergüenza pensar en todas las tendencias fugaces en las que invertí, para luego terminar tirándolas al contenedor de donaciones al final del año. Cuando empecé la universidad, pasé por una fase bastante anodina en mi estilo y cuando conocí a mi prometido, me pasé el primer año de nuestra relación viviendo con su ropa: sudaderas de fútbol oversize, camisetas vintage de conciertos, de todo. Ahora, a mis 29 años, busco prendas básicas y duraderas que sigan pareciéndome especiales.
Mis Adidas Sambas plateadas de Wales Bonner son un par de zapatillas que, de alguna manera, engloban todo lo que represento estilísticamente. La diseñadora jamaicano-británica Grace Wales Bonner —a quien el venerado crítico de moda Robin Givhan describió el año pasado como "la diseñadora perfecta del momento"— ha llegado para representar el futuro de la moda. Es la quintaesencia de lo británico (la duquesa Meghan lució un vestido de Wales Bonner cuando presentó a su hijo Archie junto al príncipe Harry en 2019, antes de que abandonaran la familia real), al tiempo que sigue gozando de gran popularidad entre el street wear. Si vas a cualquier cafetería artesanal de Brooklyn, seguro que ves a alguien con una prenda suya. Por ejemplo, la semana pasada estaba comiendo con una amiga en mi barrio, cuando uno de los camareros me paró para decirme que mis Samba le parecían "zapatillas de hospital". Y, para mí, eso significa más que cualquier tipo de validación superficial de la industria. Grace Wales Bonner es para la gente.
Sin embargo, no es un zapato para personas tímidas. El charol plateado de efecto espejo rinde homenaje a la estética afrofuturista por la que es conocida Wales Bonner, mientras que las rayas de ganchillo y la lengüeta oversize son una oda a las fibras y tejidos orgánicos del Caribe. Si fueras, digamos, Bella Hadid, podrías ponerte estas zapatillas con cualquier cosa y estarías estupenda, pero yo no soy Bella Hadid. Mientras que un outfit desenfadado y que casi no combina puede parecer sencillo en algunas, puede ser muy difícil para otras. Así que, aunque me quedé boquiabierta cuando abrí la caja de zapatillas por primera vez, también me preocupaba cómo combinarlas.
Rápidamente me di cuenta de que las Wales Bonner Sambas no están pensadas para ser combinadas con el outfit "perfecto", sino más bien para ser una extensión de quien las lleva. Debido a la sofocante ola de calor que azota la ciudad de Nueva York, la mayoría de mis atuendos han sido funcionales últimamente. Hasta ahora, he combinado mis Sambas con una camiseta Adidas vintage de principios de los 2000 y unas mallas de ciclista para ir a tomar un café, también con una chaqueta de chándal de colores y una gorra de padre para ir a pilates en un día lluvioso. Más recientemente, también fueron las zapatillas perfectas para un concierto, combinándolas con unos vaqueros oversize plateados y un tank top para mi primer concierto (de dos) de la gira Renaissance World Tour. Al día siguiente, cambié ese mismo look por un conjunto informal para ir a trabajar, con una camiseta de merchandising, unos vaqueros negros de pata ancha, unos aros plateados y unas gafas de sol de Chanel inspiradas en los años setenta. Incluso me he salido de lo convencional y las he llevado a una cena con un vestido azul marino con volantes. Al fin y al cabo, combinar mis Samba con lo que me apetezca y lucirlas por el mundo es una declaración en sí misma. Me animan a aceptar la imperfección a la hora de vestirme cada día.
No cabe duda de que las Samba han sido el centro de atención durante el último año, pero las iteraciones de Gales Bonner no son ni mucho menos un mero parpadeo en el ciclo de las tendencias. No es por ponerme demasiado sentimental (porque soy una mujer que reprime sus emociones), pero en secreto pienso en guardárselas en perfecto estado a mi hija algún día, para poder enseñarle de moda, de diseñadores negros e de incluso la importancia eterna de Beyoncé. Hasta entonces, sin embargo, me están ayudando a ampliar los límites de mi propio sentido del estilo, un ejercicio saludable que me anima a seguir siendo creativa y menos temerosa en mi propia autoexpresión. El estilo personal siempre evoluciona, pero espero —por el bien de la magia de estas zapatillas— que una pieza de Wales Bonner pueda ser para siempre.
